Veinticuatro

La sincera reacción del cuerpo ajeno no pudo sino deleitarlo, ponerlo de cierta forma ansioso, dejándole en los dedos un pequeño cosquilleo, un deseo de su cuerpo de hacerlo de nuevo.

-La conozco -se obligó a contestar para distraer a sus pensamientos de un montón de cosas que no se suponía debía pensar en la que podría llamarse la primera cita... porque era una cita, ¿no?

Volteó para buscarla con la vista, encontrándola platicando con alguien, un rubio bastante alto al que él no conocía, como la mayoría en ese evento. El dudaba que Zina hubiera conocido anteriormente a la mitad allí al menos.

En fin.

Se acercó un poco más a Andrew, tomándolo casualmente de la cintura para guiar un poco la posición de su cuerpo y mostrar con la mirada, para no apuntar.

-¿Ves a la chica alta, de cabello negro, corto, vestido negro también? Ella es. Cursamos bachiller en la misma escuela. Es amiga de un amigo.

El escalofrio de ¿placer, turbacion? que sintio cuando le rodeo la cintura con el brazo se mezclo con uno de ligera aprension cuando su mirada azul se fijo en la persona que Alvah indicaba

No estaba bien juzgar por la primera impresion, pero algo en su interior le avisaba que era una chica acostumbrada a conseguir lo que deseaba y a que no le llevaran la contraria

"He de confesar que si no estuvieras aqui habria salido corriendo al verla"

Se rió, sin poder evitarlo, por el comentario, bastante acertado a su parecer. Zina era de temer.

-Admito que de no ser por ti, no hubiera venido. Zina es bastante peculiar en sus modos pero... -se encogió ligeramente de hombros-, el lugar es agradable, las atenciones también y...

Se acercó para decir a su oído como si se tratara de un secreto, mera excusa para acortar cada vez la distancia que cada segundo que pasaba parecía volverse más y más molesta, más insoportable.

-Si se acerca, podemos huir juntos. -Se separó, solo para echar un vistazo y continuar en voz en un volumen más normal-. Aunque es posible que entre tantos invitados eso no pase, esto es casi como una reunión de negocios para ella.

Se cubrio el oido donde habia sentido el aire calido del susurro y otro calor subio a sus pomulos, tiñendolos por habia perdido la cuenta del numero de ocasiones

¿No se mezclaban negocios con placer? Parecia que su cabeza solo podia pensar en el segundo termino, por lo que insto a su cerebro a concentrarse en la copa en su mano, el ruido de conversaciones, la musica, los colores de los vestidos y el brillo de las joyas, la decoracion...

Aunque todo terminaba siendo un borron y acababa siendo para Andrew mas la fiesta alrededor de ellos que ellos dentro de la fiesta

"Por cortesia debemos quedarnos..."

Lo que implicaba en el silencio que no era contrario a que se fueran juntos

Asintió, contento porque al parecer la posibilidad de ir a otro lado después no se veía cerrada.

-Entonces la huida podemos dejarla para otra noche...

Se llevó de nuevo la copa a los labios para poder entretener estos en algo más, porque estaban ansiosos por probar algo que no tenía necesariamente sabor a alcohol pero imaginaba igual de penetrante, grato e intoxicante...

-Aunque, si vamos al balcón, no sería necesariamente irnos, ¿te gustaría...? Parece que allí estaría más tranquilo.

"Si, no tome alcohol, pero el aire fresco suena bien..."

No habia bebido, pero su cabeza estaba como si lo hubiera hecho. Los ojos brillantes, una sonrisa, la piel encendida, todos los signos de una embriaguez aunque esta procedia del pecho y no del estomago

Aferro su mano para que se dirigieran a esa direccion

Spoiler:

Tomó su mano en un suave apretón, entre firmeza y delicadeza, justo en la medida perfecta para decir "no voy a lastimarte... pero no te voy a soltar".

-Entonces... por aquí.

Continua aquí:

-Mmmm… así que una chica rica…- eso lo podía adivinar solo mirando el lugar que había elegido para celebrar su cumpleaños

Escuchó a la rubia interesada, especialmente por la parte de la obra y su personaje, sonrió mientras bebía lentamente su copa, sin dejar de escuchar a la muchacha, buscando con la mirada a la anfitriona, la ubico tiempo después deslizándose entre los presentes con su bello vestido.

-¿Raritos? ¿A que te refieres?-

Su vista regreso a la chica rubia mientras vaciaba su copa y la dejaba de lado, no sabía a lo que la otra comprendía por rarito, pero le interesaba saber, miró la muñeca ajena y la pulsera tintineante que colgaba de la misma… era una pieza muy linda.

-Mmmm… tiene buenos gustos la tal Zina…- dijo sonriendo complacientemente mientras se hacía de otra copa y la movía lentamente en su mano…-A todo esto, no recuerdo tu nombre…-

"Pues... no sé" prefirió encogerse de hombros y tomar un poco más de su bebida al no saber realmente como describir a lo que por raritos se refería, aunque se quedó pensando por un momento en ello.

Golpeteó con su dedo índice en la copa donde estaba servida su bebida, mirando de reojo a donde había ido a parar la anfitriona. Tanta gente allí y aún le sorprendía no poder hallarla en el mismo punto cada vez que volteaba. Eso de las fiestas de ricos debía ser realmente cansado.

Y no es que ella fuera de las que se quedará quieta más de 15 minutos.

"¡Oh! Me llamo Milliarde, pero dime Milli, así me conocen en el teatro. Y... yo a ti solo te conozco como verde limón, creo que así te dice un amigo."

-Milli, es un precioso nombre para una chica linda… jajaja Verde limón eh?, los hombres no son precisamente creativos…- dijo con un gesto suave pero teatral mientras le guiñaba el ojo a la rubia

-Soy Liz para ti… también trabajo en los teatros de Soho, así que te he visto por ahí en ocasiones…-

Dio un giro suave en si misma mirando al derredor sin que nada llamase realmente su atención, por el momento al menos…

-Y bien… ¿Qué hacemos? Empiezo a aburrirme un poco… podemos ir a buscar relacionarnos, que me imagino es la intención al invitar artistas a estas veladas… o podemos pedernos un rato… ¿Qué eliges Milli?-

Se acercó a pasos largos a la cumpleañera, un poco arrastrando a su pareja con ella, con una copa que había tomado por allí de uno de los meseros, presumiblemente de champaña, a pesar de que no tenía demasiadas intenciones de quedarse a platicar y la relación que tenía con ella era más de conveniencia que cualquier otra cosa, pero en cierta medida podía decir que eran conocidas quasi amigas, aunque no realmente, y que bueno, lo correcto era ir a hablarle y hacerle saber de la ocasión especial.

Así que sin más ni más, llegó hasta allí, asegurándose de verla desocupada por un momento y encontrando un momento para hacerse espacio y poder hablarle cómodamente.

"¿Zina, tienes un momento? Maravillosa fiesta" dijo al aproximarse, abriendo conversación como cualquiera, lista para soltar la buena nueva. "¡Feliz cumpleaños, además!" le deseó alegre, sinceramente incluso, sonríendo, asegurandose de batir sus costosos pendientes con su cabello al hacerlo.

-Felicidades -se limitó a decir al llegar siendo casi arrastrado por Oneida.

Él... ¿qué más iba a decir? Esas fiestas lo ponían incómodo pero podía liar con ellas... o algo así. No es que le molestaran, sólo lo aburrían, porque la mayoría tenía temas de conversación muy cerrados y, casi recordando "Nosotros los victorianos", y no es que él fuera entrometido, pero con sólo echar un vistazo al lugar podía darse una idea de... cómo estaban las cosas.

Tal vez no todos iban para eso, seguramente, no todos... pero sí más de uno.

Se rió bajito y asintió. "Nop, nada creativos, Liz suena más bonito, de todas formas"

Dejó el vaso por allí, sin prestarle ya demasiada atención, para dirigir su mirada a la concurrencia en la fiesta, uno que otro conocido de vista, había creído ver a alguien en especial, pero se le había desaparecido de nuevo y con los demás... Ni idea de qué hablar...

"Yo digo... Que deberíamos ir a darnos una vuelta" dijo con una sonrisa "el hotel es muy bonito y como que sólo estar aquí, digo, si es lindo y todo pero, ¿viste los jardines? Son enormes y se ven tan bonitos. Me estaba diciendo...."

Buscó con la mirada a uno de los meseros antes de señalarlo sutilmente.

"Él, que a veces lo inquilinos rentan cositas para hacer como picnics."

Se disculpó con una sonrisa política antes de atender a la voz que le llamaba, volteando cuidándose de no darle la espalda a nadie, notando a Oneida que parecía haber llevado a su pareja... sí, el profesorcito pedófilo.

"Muchas gracias, linda" comentó con una ligeramente coqueta sonrisa, antes de hacer un sutil movimiento con su mano para pedir que le llevaran otra bebida. "Encantador vestido, por cierto, invitadas tan distinguidas son las que siempre animan realmente la velada"

Recibió su copa con una leve asentimiento como agradecimiento antes de llevársela a los labios.

"Frederick, ¿cierto?" preguntó señalando al profesor con apenas un movimiento de su copa "Me alegra que hayan podido venir"

"No me lo hubiera perdido por nada" respondió sonriente porque aunque ella no era una persona muy sociable, y en verdad no lo era, le gustaba de cuando en cuando salir de casa a presumir su ropa nueva y a fingir que sí. Además Zina tenía un gusto impecable y era más o menos de su edad, en su grupo social no era algo muy común de ver, una relación más o menos sana con ella sí que le interesaba.

Asintió en respuesta a la duda de la mayor, con intenciones de presentarlos justo después, sin saber muy bien por qué no lo había hecho antes. Suponía que porque en realidad a Zina o no le interesaba o no le incumbía en realidad, "Frederick Lowell, mi novio" le puso rápidamente la mano en el hombro y después señaló hacia Zina "y Zina Faber, nuestra cumpleañera."

"A la que, por cierto, le regalé algo que me parece que le va a encantar pero que, irónicamente, necesita un poco de explicación, ya sabes cómo es el arte" terminó de hablar con una sonrisa complacida que dejaba entrever sus pícaras intenciones y que seguro Zina captaría.

"Mucho gusto" fue lo más que dirigió al castaño para decidir que a partir de allí podía ignorarlo, después de todo, dudaba que cualquiera de los dos pudiera tener asuntos el uno con el otro, su negocio poco tenía que ver con las escuelas y, si alguien se dirigiría en tal caso, sería al director... Pero siempre había que dejar una buena impresión, nunca se sabe.

Sobre su regalo... sonrió, más porque la sonrisa ajena delataba un juego que prometía ser divertido, al menos para ella, y no que pensara que Oneida supiera atinar a sus gustos para piezas artísticas, pero, había otro tipo de "gustos" que estaba segura entendía.

"Interesante..." Oneida acababa de captar toda su atención.

Metió su mano en el brazo de la chica rubia delicadamente abrazando el mismo un poco contra su cuerpo mientras miraba el lugar, lleno de personas ahí donde la vista se topara, no le apetecía del todo así que la idea de la bailarina era mucho mejor, ya mas tarde volvería y trataría de hacer palabra con la pelinegra que le había invitado… quería conocerla, y si se podía, entender a que se había referido Milli con… gustos raritos…

-¿Entonces nos hacemos un mini-picnic preciosa?... o paseamos por los jardines a ver que encontramos, tu dirás…-

Buscaba con la mirada del lugar a la anfitriona sin encontrarla, mejor así... ya se la toparía luego...

"¡Mini picnick!" respondió emocionada, apenas cuidando el volumen de su voz, extrañamente cómoda con la cercanía. "Oh, pero antes..."

La jaló ligeramente a una de las mesas, una donde había algunos postres, unos ricos pasteles de dos tipos, un pastel "Sacher", pastel de chocolate con relleno y cubierta de chocolate semiamargo, y un delicioso pastel de fresas y crema. Tomó uno de los de los de chocolate y, con un tenedor, un bocado de él para ofrecerlo a la chica.

"Tienes que probar esto, es riquísimo"

Al parecer su idea había sido aceptada de la mejor manera, y bueno… no podía ser de otro modo, después de todo era una idea suya; se dejó llevar por la rubia a esa mesa de postres y aunque el que le brillo a la vista fue el de las enormes fresas accedió a probar el que la chica había servido; se detuvo el cabello y entonces se acercó al tenedor tomando el postre entre sus labios, realmente estaba rico…

-Mmm… esa Zina tiene unos gustos deliciosos…-

Declaró completamente encantada, si así sabía este se prometió volver más tarde y después de saludar a la cumpleañera, o quizás en el Inter., tomar un pedazo del otro postre…

"Sí, toda la comida ha estado muy rica"

Sonrió antes de mirar a la salida, viendo que no había mucha gente en la entrada ahora y estaba despejado el camino. Tomó algunas fresas con chocolate que estaban cerca de una fuente de... chocolate también y las colocó en una servilleta antes de tomar la mano de la chica y tiró levemente de ella para aprovechar y salir antes de que volviera a juntarse toda la gente allí, mejor escaparse silenciosamente.

"Vamos, será mejor perdernos un momento"

Se rió, no era nada fácil eso de caminar rápido con ese vestido que llevaba, y sólo con una mano para levantar levemente la falda, al menos lo necesario para no pisarla y terminar sin la parte de debajo de su vestido o dándose un chapuzón contra el suelo.

Aún así, se dejó llevar por la rubia huyendo del lugar para perderse tal y como ella lo estaba diciendo, se reía porque era divertido, porque estaban escapando de una fiesta que si bien le gustaba en cuanto a estilo y personas… también le ahogaba un poco, si… diversión, era la otra parte de si que despertaba cuando la invitaban a salir… Milli lo había hecho.

-¿A dónde?- pregunto cuando al fin estuvieron afuera soltándose el vestido y mirando intensamente a la rubia.

Una vez en el lobby soltó su mano, mirando al rededor para darse una idea de a donde ir ahora. Trabajaba como mesera del hotel pero no desde hacía mucho, aun tenía apenas las nociones generales del lugar... ¿A dónde estaría bien? Se llevó un dedo al mentón mientras sostenía su coda con la otra mano, mirando el candelabro sobre ellas. ¿cómo qué sería bueno?

"Bueno, hay un bonito patio con mesas por allá" dijo señalando ligeramente "más allá hay un lago aunque tendríamos que caminar un poco y... ¡oh! hay un pequeño jardín donde plantan hierbas para la cocina. Eso además de seguramente unas otras tres fiestas de San Valentín."

Sonrió cómplice a la joven con ella.

"¿Qué te gustaría?"

Algunas imágenes:

Asintió ligeramente con la cabeza y se dirigió a su novio a su lado en voz más o menos baja, no mucho para que pareciera descortés con Zina ni muy alto para que lo hiciera sentir expuesto o algo, a decirle, pedirle "Amor... me puedes traer uno de esos bocadillos? Se me antojan desde que llegamos" con una sonrisa y una caricia en el hombro que asegurara un sí, antes de volverse a Zina y guiñarle el ojo.

"La pintura vas a odiarla pero espera a que te diga a quién le encanta" sonrió ampliamente inclinándose al frente con la travesura escrita en toda la cara, dispuesta a esperar a que Frederick se fuera para seguir con el chisme del que a él no le gustaría nada enterarse, lo sabía.

Escuchó la petición de Oneida, y aunque separó los labios, más que el suave apretón en su hombro, la sonrisa de la mejor le convenció de que quizás si era mejor... retirarse un poco.

-Claro... ahora te lo traigo.

La miró en una forma de discreta advertencia antes de ir por el bocadillo que esperaba que comiera.