Mirar una hoja de personaje

Nombre :

Alvah Reid

Edad :

24 años

Zona de residencia :

Soho

Ocupación :

Escritor, novelista y columnista.

Descripción física :

Es de estatura promedio y está dentro del rango de peso adecuado para su altura. Es de tez clara, tiene el cabello rubio cenizo y los ojos de un peculiar color gris. Generalmente, cuando anda fuera de casa, se le verá pulcramente arreglado, mientras que en su departamento se permite quedarse en camisetas, o en tirantes.

Descripción psicológica :

Es muy aprensivo, parece estar siempre muy estresado pensando en lo que debe hacer y lo que no ha hecho. Es paciente sólo para algunas cosas, generalmente para las actividades que le interesan, pero no lo es tanto cuando se refiere a lidiar con las personas. Es educado y sabe aparentar una calma que pocas veces alcanza. Es romántico y puede ser muy dulce pero también guarda un carácter fuerte y estresado o enojado puede ser muy explosivo.

Gustos :

Le gusta escribir, leer, dibujar, a veces pintar. Los postres, los tés de sabores suaves, el cappuccino y la música.

Desagrada :

Los sabores amagos no los tolera del todo bien. Odia el ruido estridente y no es muy afecto a los niños. El desorden lo opone de mal humor también.

Historia :

Creció en Wimbledon como único hijo de una familia de clase media-alta. En cuanto a lo material, nunca le faltó nada, sus padres suplían en ello todas sus necesidades, sin embargo, ni aún así podría decir que fueron los mejores. Su madre, que padecía de artritis solía ponerse mal por el dolor, molesta con la vida, con las cosas que ya no salían como debían, con los medicamentos y los médicos que, a su parecer, eran buenos para nada y, poco a poco, una cosa llevó a la otra hasta que la desesperación hizo mella en su persona y, luego de resignarse a que su condición no cambiaría por más que lo deseara, luego de una larga depresión recurrió a lo único que creía la salvaría definitivamente: el suicido. Todo esto cuando su hijo tenía apenas unos 15 años. Su padre no quiso saber más de nada y se encerró en su pequeño mundo y su trabajo luego de eso, dejando a su hijo adolescente quedar solo con sus propios demonios para luego seguir su ejemplo y cerrarse en sus estudios y, más tarde, en su vicio: escribir. Consiguió un trabajo, no tan bien pagado, pero con un sueldo aceptable para mantenerse a él solo. Actualmente vive en Soho, en un apartamento pequeño en donde se encierra para poder dedicarse a lo que más ama, saliendo rara vez y no siempre por gusto.