Evento de dos

Tema: Evento de dos Lun 30 Mayo 2011, 20:11

Sonrió largamente sin perder por ello la elegancia en su rostro mientras ofrecía su brazo al otro galantemente, sentía por su cuello la sensación de hormigueo tan usual cuando encontraba algo que empezaba a desear con el caprichoso afán de los niños… y con la misma tenacidad que tienen los críos se dispuso a robarse a ese ángel en el preciso instante…

Conocía ese hotel, así que lugares donde estar a solas sobraban, para aventar al cielo… guió lentamente al artista por entre los invitados de ese cumpleaños directamente a una de las salidas del salón, una discreta claro… dedujo que el menor no se opondría, en los ojos ajenos brillaba ese deseo que sabía reconocer en los propios.

Con un gesto sutil indicó a su sirviente que quería privacidad, y el pronto desapareció para conseguírsela… aprovechó el tiempo para hablar muy poco con Engel, y palabras sin importancia real, más allá de las intenciones ocultas en sus gestos, miradas… frente a él su sirviente se detuvo ante un salón del hotel, no tan lejano donde la fiesta de Faber se desarrollaba, pero lo suficientemente privado, ahí condujo al ángel guiándolo dentro, un lugar encantador como un lobby en pequeño, claro que se trataba de una sala de eventos privada… en ese momento el evento eran ellos, así como sus únicos invitados.

Tema: Re: Evento de dos Miér 01 Jun 2011, 10:46

Correspondió a la sonrisa dedicada por el mayor, permitiéndole que le guiase por aquel hotel que el moreno parecía conocer tan bien, contestando a las palabras que el noble de dedicaba con las mismas sutilezas, acariciando con suavidad, discreción y miles de mensajes ocultos el brazo del que se había aferrado una vez que le fue ofrecido, tentando y dejándose tentar en el proceso, disfrutando de aquel juego tan privado que solamente ellos dos conocían y entendían a la perfección, sin oponer resistencia alguna a que fuera el más alto el que llevara el mando, con sus orbes resplandecientes enlazadas con los luceros zafiro que también se perdían en los propios.

En cuanto llegaron a la habitación sus pupilas la recorrieron rápidamente, apreciándola, percatándose de que era una estancia relativamente amplia, de muebles de apariencia cómoda y resistente, pero su interacción con el duque le interesaba más que el gastar su tiempo detallando cada ligero matiz de aquel lugar, por lo que prontamente su atención volvía a estar focalizada en Patrick con una dulce e invitante sonrisa pintada en sus labios que fueron inconscientemente humedecidos por rosácea lengua, marcando queriendo, o sin quererlo, la entrada en un nuevo nivel dentro de aquel juego que ambos llevaban. Sutilmente pegó algo más su cuerpo al de su acompañante, provocando suaves roces entre ellos, incitando al más alto a dar el primer paso, como provandole.

Tema: Re: Evento de dos Jue 09 Jun 2011, 20:24

La puerta se cerró a sus espaldas, manejada por el sirviente que se quedó fuera de la estancia, dentro el duque se quitaba delicadamente los guantes y los dejaba sobre una de las pequeñas y elegantes mesitas de centro, miró al ángel y le sonrió con la dulzura característica del mayor andando un par de pasos para quedar cerca de él nuevamente.

Era hermoso, ahí donde le mirase, el cuello blanco como la cera, los ojos vivos, el cabello delicado, labios rosáceos… lengua húmeda y quizá cálida… cuerpo pequeño, delicado y sensual.

Deslizó su mano libre, desnuda, por el rostro delicado de ese ser, que en su mente podía desaparecer entre sus manos en cualquier momento… sonrió más largamente mientras la otra mano lo apresaba por la cintura pegándolo a su cuerpo y se deslizaba un poco más abajo… le besó entonces al fin y sin previo aviso, después de todo esa lengua acariciando descaradamente su boca… era más que una invitación para él, así que le besó de forma suave y elegante, pero con una creciente insistencia… lento, pero constante, así como apresaba esos labios entre los propios, los lamía o los mordía, la mano que le prodigaba caricias en el rostro ahora lo sostenía por la nuca sintiendo el roce delicado de sus cabellos…

-…Eres perfecto…-

Tema: Re: Evento de dos Sáb 11 Jun 2011, 08:00

Pudo sentir el cálido tacto de aquella mano contra su rostro, por fin libre del guante que hasta hacía escasos minutos portaba, deleitándose con la suave caricia de la que era víctima y disfrutando de la cercanía que había entre ambos, permitiéndole al noble que le admirara tanto como lo deseara, con la certeza de que en unos segundos más aquello no sería lo único que haría el elegante moreno de orbes zafiro. Sus previsiones se vieron confirmadas antes de lo previsto, cuando un lento pero apasionado beso le fue robado con descaro sin que en ningún momento se negara a ello, correspondiendo del mismo modo, enredando su húmeda y cálida lengua con la ajena, empezando aquella danza ancestral a la vez que sentía como la mano que se había aferrado a su cintura por fin hacía un recorrido algo más atrevido, arrancándole un estremecimiento a causa de lo que ambos sabían que iba a acontecer entre ellos, mientras sus manos se aferraban suavemente al pecho ajeno, permitiéndose disfrutar de su cercanía, y de la ligera sensación de posesión que el mayor le transmitía, pero sin llegar a resultarle desagradable, más bien excitante.

Las palabras pronunciadas por el Duque eran un sonoro indicativo de que el beso que hasta hacía escasos segundos habían compartido había finalizado, dejándole con las mejillas levemente sonrosadas, con sus orbes ambarinas entrecerradas y refulgentes, y con sus labios ligeramente entreabiertos, aún invitantes, un poco más rosáceos de lo que lo habían sido antes de aquella dulce unión.

-No creo serlo... Pero intentaré serlo a sus ojos...

Su voz salió susurrante y aún cercana a los labios de su acompañante, segundos antes de que pegara sus caderas un poco más al de cabellos más largos, provocando que sus hombrías se rozaran entre ellas, y que un pequeño jadeo se escapara de entre sus labios.

Tema: Re: Evento de dos Jue 16 Jun 2011, 13:32

Seducía, la mera existencia de ese ángel era una seducción incuestionable, de otro modo ¿Por qué tenía esos labios tentadores o aquellos ojos incitantes? La naturaleza del ángel era clara como el cristal… deseo, calor, humedad.

-Lo serás-

El duque sintió la presión de ese roce, las caderas ajenas contra su cuerpo, presionándose con la opulenta suavidad que imaginaba desde que tocó su mano en la fiesta, lo sintió claro contra su pelvis, y la excitación que sentía desde que a sus oídos acarició la voz del otro, aumentó con sólo tenerlo ahí, pegado y jadeando.

Lo condujo dentro de esa habitación, a uno de los sillones amplios y de pesadas patas de madera tallada, no habría forma de volcar algo así, hacía falta demasiada fuerza, se sentó con él y en realidad se las arregló para sentarlo a él encima mientras le seguía besando, no sólo los labios rojizos, si no el cuello, las manos, la frente, lamiendo los lóbulos y las muñecas del ángel… tiempo les sobraba pero sentía la necesidad de tenerlo ahora, en todo ese momento, completo. Le fue abriendo la ropa con la delicadeza propia de un capullo, sin hacer arrugas, sin descoser botones, sabía apreciar la envoltura de ese precioso regalo… así que lo hizo lento, con todo cuidado, pero sin detenerse, pronto le dejó sin ropa sobre el torso y empezó a besar y lamer su pecho, sus tetillas, su cuello…

Tema: Re: Evento de dos Vie 24 Jun 2011, 07:03

Sentía aquellos luceros recorrer su ser admirándolo con aquel brillo hambriento y seductor lleno de elegancia que caracterizaba al mayor. Sus gestos, su presencia... Todo era inundado por aquella aura llena de seguridad que hacía que los bellos de su nuca se erizaran de anticipación, como si su cuerpo supiera que su acompañante se encargaría de llevarlo al mismo cielo.

Su cuerpo se dejó guiar por el del moreno hasta aquel sillón, coordinándose con sus movimientos, terminando sentado a horcajadas sobre las caderas ajenas, propiciando que sus caderas estuvieran lo más cerca posible, que sintieran el calor ajeno quemándoles aún a través de las telas que los separaban.

Cuando sintió aquellos labios besarle y acariciarle junto con la lengua ajena se hundió en el mundo de lento y delicioso placer que el otro había creado para él. Su cuerpo seguía temblando ante las atenciones ajenas, y su corazón latía ligeramente acelerado, sintiéndose pleno por la dedicación y protección que las acciones del más alto le transmitían. Cada beso y cada lamida que recibía le hacía sentirse como una delicada figura de cristal, no recordaba que nadie hubiera puesto tanta dedicación en un momento como aquel, sensación que se intensificó cuando con dulce parsimonia las manos del noble se encargaron de desnudar su pecho que posteriormente fue atendido con la misma delicadeza que el Duque había mostrado desde que aquel encuentro había comenzado. Ante cada toque que recibía pequeños y quedos gemidos se escapaban de entre sus labios, inundando con suavidad toda la estancia, sus falanges se enredaban en el suave cabello azabache de su amante, y su espalda se arqueaba sutilmente exponiendo toda la piel que el empresario fuera capaz de abarcar.

La actitud del mayor había arrancando un dulce y atípico sonrojo que cubría sus mejillas, combinando con sus labios entreabiertos y con sus destellantes orbes. Sus manos, de naturaleza inquieta, correspondieron a los gestos del de orbes zafiro, ayudándole a deshacerse de sus propias ropas, pero sin importunar sus atenciones para con su cuerpo, y acariciando con sus dedos de pianista la cálida piel que era expuesta.

Spoiler:

Tema: Re: Evento de dos Jue 30 Jun 2011, 22:07

El sonido era deleitante, como seda, como agua… como fuego, un instrumento precioso, sus manos se dedicaron con fervor a producir en él dichos sonidos, sus labios y su aliento pegados a esa piel de porcelana, si lograba hacerle suspirar sonreía levemente.

Mientras seguía con su rostro pegado al pecho ajeno, sus manos abrían el pantalón del ángel… lo quería tener en su estado natural, puro y sin macula… pero como en todo, no le corría prisa; sus manos pararon a la mitad dejando abierto el cierre mientras viajaban a su espalda baja, a su trasero aferrándolo y pegándolo más a su cuerpo, lo sentía caliente y suave.

-Mmmm… delicioso…-

Tema: Re: Evento de dos Sáb 02 Jul 2011, 14:02

Aquellas manos y aquellos labios seguían acariciando su pálida piel, arrancándole miles de suaves estremecimientos con su delicado toque, haciendo que deseara que aquellas atenciones siguieran, se prologaran y no se detuvieran. No se esperaba que las manos ajenas se detuvieran después de desabrochar su fino pantalón, pero tampoco fue capaz de centrarse en ese hecho ya que cuando menos lo esperaba aquellas manos se aferraron a su trasero, mostrando una actitud más excitantemente posesiva y haciendo que su masculinidad se rozara con el abdomen ajeno que él mismo se había encargado de desnudar, arrancándole con aquellas acciones un suave jadeo acompañado de un quedo gemido contra el oído del moreno empresario.

Mientras el de orbes zafiro se había dedicado a atenderlo él se había dedicado a deshacerse de la ropa que cubría aquel pecho, acariciándolo suavemente con sus dedos, haciendo miles de dibujos en su piel, intentando transmitir el mismo placer que recibía.

Tema: Re: Evento de dos Miér 06 Jul 2011, 16:37

El duque no pudo precisar en que momento esas manos sutiles, suaves, tersas se dedicaron con cuidado y volátil esmero en despojarle de su ropa, el saco y la camisa de seda fina, pero no le incomodó… porque justamente así lo quería sentir, piel con piel, sin la ropa… lo pegó aún más a su cuerpo fuertemente sintiendo la hombría ajena delineándose bajo la tela de su prisión, apresada entre ambos cuerpos.

Sus gemidos, le encendían cada poro, cada centímetro de piel; dedos pequeños y delicados, como mariposas, como juncos, como pétalos de rosas… le atrapó una de esas delicadas manos entre la propia para llevarla a sus labios y besarla, oler su piel, lamerla a la altura de su muñeca.

-Arriba mi ángel, arriba…-

Le indicó que se levantase, al menos lo necesario para poder resbalarle el pantalón por las delgadas piernas, que llegase al suelo y se quedase en el sobre la alfombra decorada de colores calidos.

Le admiró antes de volverlo a atraer, de volverlo a sentar encima de sus piernas frente a frente, le buscó la boca con hambre para comerla, beber de ella los delicados hilos de saliva que los unían entre beso y beso; sus manos grandes delineaban el elástico de su ropa, la que quedaba apenas cubriendo su intimidad... como si quisiera quitársela, pero prolongar ese instante hasta la eternidad.

Tema: Re: Evento de dos Dom 17 Jul 2011, 13:39

El contacto entre sus pieles le quemaba, le hacía arder de deseo, estremeciéndole y provocando que sus sutiles y suaves caricias se intensificaran, que se permitiera explorar también con sus palmas, no sólo con las yemas de sus dedos, las masculinas y definidas formas de aquel atractivo torso. Repentinamente, pero no por ello con brusquedad, sus manos fueron apresadas suavemente por las ajenas, para luego ser besadas por el duque, creando con tal dulce acción que n sutil sonrojo se instalara tímidamente en sus mejillas. La voz del mayor inundó la estancia con aquella petición que fue seguida por su grácil cuerpo, sintiendo como su suaves y oscuros pantalones abandonaban su cuerpo, recorriendo sus largas piernas hasta perderse en la alfombra, junto con sus zapatos y sus medias que no podría decir con exactitud cuando habían desaparecido.

Pudo sentir como la mirada ajena devoraba su ser aún sin tocarlo, transmitiéndole promesas de un placer futuro y deseosamente próximo, pero no tuvo tiempo suficiente para acabar de perderse en aquellas orbes zafiro cuando sus cuerpos volvieron ha estar pegados el uno al otro y sus bocas se comían con hambre, arrancándose el aliento mutuamente en aquella erótica y antigua danza que ambos conocían. El torturador juego que el empresario había iniciado con sus ajustados boxers negros no hacía más que aumentar su excitación y su anhelo, causando que sus inquietas y ansiosas manos se deslizaran por los amplios y fornidos hombros ajenos, desnudándolos a su paso, permitiéndole acceder con libertad a la espalda del más alto, acariciando, explorando...

Tema: Re: Evento de dos Lun 18 Jul 2011, 20:50

Tomó delicadamente sus lentes para dejarlo de lado, no los necesitaba para verlo ahí a su lado, la mano izquierda del duque seguía en el elástico de los boxers ajenos, apenas acariciando las crestas pronunciadas de su esbelta figura, su mano libre una vez que dejó los lentes fue al cabello casi blanco del ángel para acariciarlo, para hacerlo levantar la vista, que sus manos acariciasen ahí donde quisieran buscaran palparan y se deslizaran por su cuerpo a placer… mientras su boca le mordía el cuello ahora con un poco más de fuerza, costaba un poco más el controlarse y su boca dejaba ahora marcas visibles, rojizas… intensas en comparación con otras.

Decidió luego de un rato de besos dejar esa prenda a medio quitar, cubriéndole el cuerpo un poco más… atrapó entre sus dedos una de sus tetillas presionándola, luego acariciándola apenas con la yema, después se inclinó para dejarle una lamida amplia… y soplar sobre ella endureciéndola, para luego proseguir con su gemela.

-Mmmm... delicioso... ¿Todo tú serás así de delicioso?.... Te quiero comer...-

Tema: Re: Evento de dos Mar 19 Jul 2011, 07:21

Mientras sus manos seguían recorriendo y palpando la suave piel de su acompañante su cuello fue atacado "cruelmente", provocando que suaves suspiros y gemidos salieran de entre sus labios, sobre todo cuando las atenciones se volvían más intensas llegando a nublar sus orbes en los escasos segundos que duraban aquellos dulces toques. ¿Las marcas? No le importaban, más bien llegaban a agradarle, aquella muestra de posesividad y territorialidad llegaba a ser excitante. Extrañó aquellas atenciones en cuanto se detuvieron, pero no le dio tiempo de anhelarlas cuando los dedos ajenos comenzaron a torturar sus rosáceos botones junto con la húmeda lengua del moreno.

Las palabras del noble inundaron sus oídos, reactivando sus manos que volvieron a recorrer el abdomen del mayor, parándose a juguetear con el cierre del pantalón ajeno antes de abandonarlo para apoderarse del rostro ajeno y robarle un dulce y prolongado beso, enredando sus lenguas, haciéndolas danzar, para acabar exponiendo toda la piel que estaba al alcance de las manos, los labios y la lengua de su amante, guiando una de las manos ajenas a sus labios que depositaron un suave y casto beso en ella enlazando sus dedos en el proceso.

-Tenemos tiempo... Para comprobarlo...

Le encantaba sentir aquellas manos sobre su piel, recorriéndole en los lugares precisos, logrando que deseara más.

El duque le besó cuando sus manos de mariposa le guiaron el rostro, mordisqueo sus carnosos labios mientras sus manos jugueteaban con aquellos botoncitos ahora un tanto más duros, una de ellas fue capturada por Engel, entrelazándose con la propia… el calor de la palma de su mano, la tersura de la piel.

Si, todo el tiempo del mundo si hacía falta.

Mantuvo el contacto, unidos en sus manos mientras su boca regresaba a lamerle el pecho a intervalos imprecisos, la otra mano se deslizaba por la cresta de su cadera, adentrándose en un costado de la ropa interior, acariciando el suave vello crespo, antesala de aquel pedazo de tizón ardiente que sostuvo en su mano antes de empezar a masturbarlo, se relamía como un gato autentico, si… en efecto quería probar cada pedazo de ese ángel…

Lo abrazó sin soltar su mano enlazada a la ajena, se levantó con él brevemente girando para dejarlo sentado en el sillón, quedando él sobre su cuerpo… renegando un poco se soltó de su agarre al fin mientras con ambas manos le desprendían de la última pieza de ropa que llevaba encima en albino.

Le abrió las piernas, separándolas, sosteniéndole con ambas manos de los muslos blancos mientras la sucesión de besos iba del pecho y aquellos erectos botoncillos al estomago, al vientre y culminaba en el glande del artista, sonrió antes de succionarlo lentamente.

Sus labios soltaban leves jadeos por el placer que los besos y las manos de Patrick le estaban proporcionando a su sensible y vibrante cuerpo. En aquellos instantes no le importaba que su cuerpo fuera manejado a su antojo por su acompañante de cabellos azabaches si era capaz de crear aquellas sensaciones que recorrían todo su ser, inundándolo. Su espalda se arqueó al sentir como aquellos dedos intrusos poseían su excitada masculinidad, causando que sus labios temblaran levemente y que su mano se enlazara más estrechamente con la que el Duque le había prestado, a la vez que sus caderas se alzaban ligeramente, buscando aumentar el contacto entre su sexo y aquella cálida y diestra mano que buscaba llevarlo al paraíso con su simple tacto, y luego con sus expertos y placenteros movimientos.

En el momento en el que ya no fue capaz de pensar en nada más que no fueran aquellas tortuosas y atentas caricias su cuerpo fue sometido bajo el del empresario, exponiéndose a él totalmente, con las piernas abiertas gracias a las extremidades superiores de su acompañante, permitiéndole plena disponibilidad de su organismo por completo. Ni tiempo le dio de recuperar su raciocinio cuando los húmedos y dulces besos del de orbes zafiro ya volvían a cubrir su pálida piel, llegando hasta su desatendida hombría, arrancándole un gemido más de deseo y anhelo, volviendo a hacer que sus caderas se alzaran en busca de más atenciones, de forma suave y ligera, sin importarle lo más mínimo exponer algo más de su ser, si es que aquello era posible.

Lamió el glande en círculos, después el tronco de su hombría, concentrado en lo que hacía y su satisfacción al sentirlo moverse, temblar, buscar más… dejo que sus piernas se apoyasen en el sillón, una de sus manos bajó al trasero masajeándolo sin pudor, mientras la otra acariciaba con sutileza los testículos, como si se tratase de un dulce adentró en su boca la extensión del ángel, chupando, recorriéndolo con la lengua, sacándolo de su boca sólo para jugar con su lengua en la punta, en el pequeño orificio de la misma.

Alzaba la mirada de cuando en cuando sólo para deleitarse con ese rostro puro; se relamió los dedos de su mano unos instantes para acariciar el rosado circulo de su entrada lentamente.

Tema: Re: Evento de dos Miér 21 Sep 2011, 06:25

Las caricias proporcionadas por aquella lengua era la mejor tortura que cualquiera pudiera llegar a desear. Sus labios, ligeramente enrojecidos, temblaban junto a todo su cuerpo cada vez que aquella experta lengua se movía arrancándole jadeos de placer, haciendo que su espalda se tensara y arquera, y que su cabeza se echara hacia atrás ligeramente, siéndole imposible llegar a controlar cualquier parte de su cuerpo, que ahora parecía moverse solamente bajo las órdenes de las miles de corrientes eléctricas que el empresario era capaz de crear.

Antes de que pudiera darse cuenta los húmedos dedos de su amante ya se encontraban acariciando su expuesta entrada, haciendo que su cuerpo ansiara que aquellas falanges entraran en su templo, profanándole, causando que deseara aún más y más, abriendo algo más sus piernas si era posible, moviendo a su vez sus caderas, haciendo que aquellos dedos le acariciaran más intensamente.

-Más... Patrick...

Su voz salió ronca y jadeante, mostrando en ella todo el anhelo y deseo que su cuerpo ansiaba, reforzando esta demanda con su mirada ambarina, pareciendo oro fundido del abrasador deseo que el moreno le hacía experimentar.

Tema: Re: Evento de dos Jue 22 Sep 2011, 20:29

Le encontró el gusto a su sabor, ligeramente salado y a la vez dulce… encantador, por lo que su boca y su lengua se dedicaron a jugar con el sexo ajeno lentamente, chupar, lamer, mordisquear entre los labios delicadamente, succionar intensamente para luego deslizar la lengua lento por todo su falo… juegos, intercambiando intensidades a gusto personal, particularmente para complacerse a si mismo haciéndose y disfrutando del sabor ajeno.

Las caderas del ángel se movían a su encuentro, frotando su entrada con los dedos que la acariciaban con toda intención, adivinó su petición y su deseo, la interpretó como el propio y mientras succionaba más fuerte adentró a la vez dos dedos en su delicado cuerpo.

Separó al fin su boca mientras un delgado hilo de saliva que lo seguía uniendo al miembro de Engel se rompía conforme sus dedos se adentraban una vez y otra más en ese cuerpo divino, calido, estrecho, húmedo… deseoso… lamió largamente el cuerpo ajeno, desde su vientre hasta su ombligo mientras empujaba más su mano como penetrándole con fuerza… simulando lo que haría con él de otra forma… dentro de poco…

-Mmmmm… eres muy lindo…- rió divertido mientras subía hasta su rostro lamiéndole el cuello

Tema: Re: Evento de dos Vie 23 Sep 2011, 07:13

Sus mejillas habían adquirido un tono rojizo más intenso que al principio de su encuentro debido a la excitación que el mayor le hacía sentir y salía por cada poro de su piel, todo causado por la hábil lengua de su amante, que le enloquecía hasta llevarle al mismo cielo con cada uno de sus tortuosos movimientos, con aquellos juegos que sólo el moreno era capaz de controlar. Cuando aquellas atenciones se detuvieron no pudo más que soltar un quejumbroso gemido lleno de anhelo, que fue prontamente sustituido por un jadeo entrecortado cuando dos dígitos del más alto fueron introducidos sin previo aviso en su interior, haciendo que todo su cuerpo se estremeciera y tensara por la inesperada acción, pero sin causarle ninguna molestia que no fuera prontamente superada por el placer que las pasionales y lujuriosas embestidas de aquellas falanges le producían, prometiéndole y mostrándole todo el placer que el noble estaba dispuesto a darle. La lengua del de mares zafiro entró prontamente en acción, aumentando ligeramente la intensidad de sus gemidos, incrementando su excitación en cuanto la voz del empresario inundó la habitación.

Si previo aviso enredó sus dedos en el sedoso cabello de su acompañante, alzando ligeramente aquel rostro, rozando sus labios con los del mayor, lamiéndolos con su lengua antes de robarle un dulce y ardiente beso, en el que invitaba a su amante a explorar de él cuanto deseara, acallando así sus gemidos, a la vez que su interior parecía succionar las falanges del moreno y sus manos se colaban entre las ropas ajenas, cansadas de permaneces quietas y sumisas, acariciando toda la piel que pudieran alcanzar, llegando a rozar con la punta de sus dedos el sexo ajeno, provocándole, a la vez que mostraba sus deseos.

Tema: Re: Evento de dos Miér 05 Oct 2011, 22:52

Era como el fuego la sensación que le corrió por el cuero cabelludo cuando aquellas manos divinas se enredaron en sus hebras, y el fuego que era líquido corrió por su nuca, bajó por la espalda y se instauró en su vientre… que nuevo conocimiento tan apreciado, los ángeles tienen el fuego en sus manos, en sus dedos, sus bocas.

El duque besó bebiendo aquella dulce lava de su lengua, mordiendo esa boca deliciosa, delicada y fuerte como para enrojecer por las atenciones sin romperse la piel; que tocara, que arrugara y rompiese si era preciso; Patrick tenía su propio entretenimiento, sus dedos profanaban la entrada pecaminosamente hambrienta del menor una y otra vez sin cansancio, gozaba de la flexibilidad de la que presumía… se le nublaban las ideas de sólo imaginarse el resto de la velada… que grandiosa fiesta de cumpleaños resultó ser esa.

La mano de esa fierecita fogosa le acariciaba entre las piernas, eso era una petición a todas luces… estaba listo, y si no, lo estaría en breve… sus dedos abandonaron la entrada del menor solo lo necesario para colocar su falo caliente, hinchado y deseoso a la puerta de su gloria.

Le tomó de la barbilla clavándole los zafiros profundamente en su mirada, soltando un suspiro viciado de aire caliente y excitado…

-Gime-

Murmuró mientras empujaba las caderas y empezaba a entrar en él lentamente, abriéndose paso en su carne rosada, mirando cada gesto de ese rostro inmaculado.

Tema: Re: Evento de dos Miér 09 Nov 2011, 16:20

Sentir como las atenciones que le prodigaba al mayor eran correspondidas no hacían más que avivar el fuego del deseo de su interior, haciendo que anhelara con más fuerza cualquier caricia que el moreno le dedicara, que quisiera con más fervor aún que la palpitante masculinidad de aquel hombre, que ahora se encontraba siendo torturada entre sus pálidos y gráciles dedos, se internara en su sagrado templo hasta llenarlo por completo, robándole el aliento y el poco raciocinio que pudiera quedarle a su nublada mente.

Cuando los dedos del de morenos cabellos abandonaron su entrada supo que sus deseos habían sido escuchados por su acompañante, dedicándole una caricia aún más fogosa e intensa a la virilidad ajena antes de abandonarla, permitiéndole al noble que fuera él mismo el que guiara sus acciones, creciendo la ansiedad que sentía por desear que aquel sexo viril entrara en su interior cuando el de oscuras hebras se entretuvo alzando su rostro, ordenando imperativo y anhelante que gimiera por y para él, provocando que un quedo jadeo escapara de entre sus labios, mientras sus brazos volvían a abrazar el cuerpo ajeno y sus manos se aferraban a la ardiente piel de su amante, complaciéndole segundos después apenas y el empresario hubo profanado su santuario, dejando que su voz erótica y harmoniosa retumbara entre las cuatro paredes de aquella habitación, y sus mejillas adquirieran un tono ligeramente más rojizo en cuanto su punto de máximo placer fue apenas rozado por aquel demonio de lagunas llenas de zafiros, correspondiendo al enorme gozo que le hacía sentir con más quedos gemidos y con suaves movimientos de su cadera, acoplándose a los movimientos realizados por su compañero, ayudándole a entrar más preciso, más placentero, sobretodo al capturar aquella hombría entre las estrechas y cálidas paredes de su interior, procurando que los dos sintieran el cielo abrirse ante ellos.

Spoiler:

Tema: Re: Evento de dos Vie 18 Nov 2011, 22:23

Pronto descubrió que el paraíso no estaba en algún lugar del espacio, en las metáforas de los locos de antaño o en murales de Roma, estaba oculto en el interior de ese cuerpo, en ese joven de leche y fuego, en su entrada palpitante, caliente, generosa que le recibía con gusto, con gemidos, con jadeos, con movimientos sensuales.

Estrecho, caliente, delicioso… lo era todo, el cielo y el infierno, la comunión de los placeres y el pecado… se aferró a su cintura, sentía el pecho desnudo del ángel contra el propio frotándose, sudando… aquellos brazos le rodeaban atrayéndole aún más… placer y gozo, deliciosos besos, sonidos húmedos y sexuales invadiendo el espacio, chocando con las paredes…

Entraba y salía de ese cuerpo con intensidad, con urgencia y pasión… era una persona entregada en el sexo, era todo instinto y pulsión… lamía, besaba y mordía, jadeaba contra la piel húmeda de saliva y sudor… se deleitaba repitiendo su nombre, buscando sitios en su cuerpo que le hicieran gemir y jadear, pedir más; sus manos se enredaban en ese cabello despeinándole, buscaba que sus movimientos de cadera no sólo le permitieran profanas más profundo… si no que su vientre estimulase a base de presión el miembro caliente de su fogoso ángel.

Spoiler:

Sentía como sus pieles, perladas y calientes, se rozaban entre ellas, mostrando la deliciosa fricción que su propia hombría sentía contra el vientre ajeno, arrancándole mayores gemidos de placer y que su cuerpo se moviera con más ganas, con más deseo, con más lujuria, entregándose completamente a aquel noble, sin restricciones, sin reproches, sin remordimientos, sin que ningún pensamiento cruzara su nublada mente, a la vez que su espalda se arqueaba ligeramente, propiciando que las embestidas fueran más placenteras, más precisas, permitiéndose robar ardientes besos de los labios ajenos, ahogándose en la pasión y las miles de sensaciones que aquel experto amante que le había sido presentado podía ser capaz de hacerle sentir.

Sus manos, suaves e inquietas, acariciaban toda la piel que aquel moreno demonio tenía expuesta y a su alcance, mientras simultaneamente se dedicaba a continuar con los suaves movimientos de sus caderas, disfrutando de aquellos efímeros momentos que se les acabarían escapando de entre sus manos, sin poder evitarlo, pero sin pensar en ello al mismo tiempo, simplemente viviendo el momento.

Spoiler:

Era bueno, su ángel era realmente bueno… conocía amantes expertos, los movimientos solían delatarlos, el fuego y la pasión eran evidentes en alguien capaz de sentirlo, y que además no se reprimía… ¡cómo gozaba de aquellos que se entregaban sin más a su deseo, tal y como el hacía todo el tiempo!… ahí tenía en sus brazos a un ser de puro deseo, entraba en él, arremetía contra su cuerpo, le calaba hondo y le mordía la piel en besos que estaban más allá de la poca cordura que a veces guardaba, estaban lejos bailando sobre el palco de fuego de esa línea delgada entre el placer y el dolor.

Aquellas caderas se movían en una danza sexual caliente y húmeda, le jadeaba al oído, le lamía el cuello y susurraba para él su deseo, lo que le gustaría hacerle y cómo se lo haría, excitándose con las sensaciones y además con las palabras, las imágenes creadas en su mente, escenarios de Engel. Su mano izquierda se metió entre los cuerpos para tomar el sexo de su amante en su mano y acariciarlo al ritmo de las embestidas, hacerle más presión, dibujando círculos en su cabeza mojada por el sudor o el presemen.

Spoiler:

Su cuerpo ardía en la enorme horguera que habían creado entre los dos con aquella ancestral y sensual danza llena de placeres y pecados, quemándole la piel en cada lugar que el moreno aristócrata tocaba con cualquier parte de aquel lujurioso y pecaminoso cuerpo, que se desvivía tanto como el propio en disfrutar de aquel maravilloso encuentro, arrancándole el aire de sus pulmones a cada certera embestida, a cada maliciosa caricia prodigada y de las que era objeto.

Las susurrantes palabras que llegaban ahogadas y jadeantes a su oído contenían miles de lujuriosas promesas por cumplir, que hacían que cada una de sus células se estremecieran y gritaran anhelantes de por aquellas excelentes espectativas, que no hacían más que aumentar su deseo y hacer que su masculinidad respondiera más positivamente, si es que aquello era posible.

Sintió las traviesas y expertas manos del empresario apoderarse de su virilidad, arrancándole de lo más homdo de su garganta un sonoro gemido de puro placer, dejándole aún más jadeante de lo que se encontraba hacía breves instantes, ayudando a que los movimientos de sus suaves caderas se hicieran más pronunciados y certeros, mostrando a su vez las enormes ganas que su dueño tenía de que aquellas caricias se multiplicaran y se intensificaran, y que lo que ambos se esteban imaginando no quedaa solamente en unas huecas promesas sin cumplir productos del deseo y la pasión.

Había aroma en el deseo, estaba seguro de ello… el deseo se podía oler y tocar, notar a distancia a la persona que lo tenía consigo… y ellos dos se desearon desde que chocaron en esa fiesta, y seguían chocando ahora lejos de ella, uno contra el otro, cuerpo contra cuerpo, dándole de comer al deseo, porque no estaban terminando con él… no, lo único que hacían era avivarlo cada vez más, con cada palabra, con cada roce de pieles, movimiento de cadera, gota de sudor.

Movió su mano al ritmo de esas caderas, y ajustó sus embestidas a las mismas, paseaba el pulgar por las venas de su sexo y sonreía de lado mirando jadear, mirándose a si mismo desaparecer dentro de él una y otra vez en cada movimiento… cosquillas, cosquilleos concentrándose en ese punto de su cuerpo que era devorado por el otro sin descanso… dentro de poco iba a llegar, así que mantuvo el ritmo de las embestidas, aumentó la intensidad de la masturbación… quería hacerlo llegar antes, disfrutar de la contracción de su cuerpo, de la presión de su entrada, de los espasmos y los gemidos.

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