Un objeto único (libre)

No era posible, de nuevo habia perdido la posibilidad de comprar un objeto que había llamado su atención en el mercado. De vez en cuando se ponian algúnos vendedores de objetos varios y antiguos en verdaderas gangas. Había pasado apenas unos minutos desde que volviera al puesto buscando específicamente una curiosa vasija antigua de original diseño, perfecta para la ambientación de una de sus obras, le faltaba dinero y había ido corriendo a casa por unas cuantas monedas mas, pero apenas regresado alguien más se había llevado la pieza.

Miró al vendedor molesto, sabía que no hiba a poder encontrar de nuevo una vasija como aquella y le daba pena la idea de haberla perdido tan pronto. - "Creí que no se la llevaría, asi que se la he dado a esa persona en mucho menos de lo que usted me ofreció", dijo el vendedor casi igual de contrariado, se le había ido una buena venta y Gil internamente se reprendió por alegrarse de verlo asi. - "pero mire, ha pasado apenas un par de minutos desde que se fue en esa dirección, si usted tiene suerte, puede que se lo re-venda en lo que me ofrecia a mi" - se encogió de hombros sentándose tras su puestecillo de chucherías antiguas.

- Gracias... - musitó Gil dándo media vuelta, pero entonces miró sobre su hombro pensándolo mejor - ¿Cómo dijo que lucía esa persona?

En poco, Gilbert hiba apresuradamente haciendose paso entre la gente y divisó a la persona que le habían descrito - eh!... espera... disculpe, disculpa.... ey... espera necesito decirte algo sobre esa vasija!

Una artesanía no es una obra de arte en el sentido estricto de la palabra, cualquiera lo sabe; sin embargo no era tan pedante como para no reconocer el merito de las primeras, no era producción en masa, lo que suponía ya un valor al menos de trabajo artesanal, y a veces había verdaderas curiosidades en las calles de Soho.

No buscaba nada, nada en específico, pero quizá algún florero llamativo, por alguna razón que no alcanzaba a comprender, a su madre le fascinaban ese tipo de cosas, tenía en cuartos y cuartos una ridículamente extensa colección de jarrones y vasijas de todos los tipos y tamaños, pasando entre puestos pequeños una vasija le llamó la atención, especialmente por su diseño… la levantó y la miro haciendo un gesto, a él no le gustaba, pero era lo más llamativo que había visto hasta ahora… el vendedor al verlo dudar se la ofreció por un precio módico, quizá estaba cansado de no vender nada; Armand aceptó más que nada movido por la oferta y para hacerle el día al vendedor que parecía ansioso de vender la pieza.

El vendedor la metió en una bolsa para él y continuó con su paseo entre la gente y los pequeños puestos mirando aquí y allá atento a las pinturas, a pequeñas fotografías antiguas… esas sí que llamaron su atención así que perdió un buen rato mirándolas, cuando iba a ponerse en camino de nuevo; escuchó a alguien a sus espaldas llamando la atención, a saber de quién, y no habría volteado de no haber escuchado algo sobre una vasija… ¿coincidencia quizá? Giró el rostro levemente y no, por sorpresivo que pudiera ser, ese chico le estaba mirando a él en especifico… caminó un par de pasos hacia él esperando que le dijera, lo que fuera a decirle… aunque para empezar, ¿Cómo supo de la vasija?

-¿Sucede algo?-

No estaba seguro y eso era verdad, pero se había ya tomado el tiempo de ir a buscar entre la gente, incluso aún cuando no sabía si hiba a conseguir lo que buscaba... pero algo le decía que debía encontrar esa vasija, sería que estaba obsesionado o simplemente frustrado por que se escapaba de sus manos otra pieza única... esa vez, no lo hiba a dejar pasar...

Al fin divisó la chaqueta y el cabello del tono castaño cobrizo que le había indicado el vendedor, enfocó la vista hasta que notó el marco de unos anteojos oscuros y fue que decidió llamar antes de que volviera a ponerse en movimiento, medio chocó con un hombre que se apartó de mala gana pero al fin lo tuvo de frente. Mencionó la palabra "vasija" a propósito, quería ver que tipo de reacción había y el pecho le saltó levemente de emoción y alivio al verlo voltear... solo hasta entonces se encontró con el dueño actual de la vasija, un hombre joven, algo mas alto que él mismo, caminó hacia él seguro de que le hablaba (obviamente, no tenía intención de perderlo de vista nuevamente) y notó la mirada relajada pero de algúna manera, profunda del joven sobre él.

- Ah si - dijo asintiendo y recuperando discretamente algo de aire a los pulmones pues estaba inquiero por seguirlo - se trata de... algo que acabas de comprar... lo siento, pero creo que tu has comprado una vasija recien, ¿o me equivoco? - se pasó una mano hacia la nuca acomodandose un poco de cabello y notó la bolsa que traía el joven esperando apenas que le respondiera - pues bueno... yo necesito esa vasija, asi que dime ¿cuanto quieres a cambio de ella? - dijo mientras rebuscaba en su saco en busca de su cartera, sonreia un poco animado por que finalmente habia podido alcanzarlo.

Le miró esperando que dijera algo, que justificase el haberlo detenido en medio de ese trafico de mercado, mejor aún, que se presentase al menos… pero sonrió al verlo recuperar el aire dejando en evidencia que había corrido para alcanzarle, eso en lo personal le causo mucha gracia, aunque no se permitió reír para no ofender al otro, era un chico de su edad quizá… cabello oscuro, piel blanca, nunca antes le había visto, eso era un hecho.

-Ah ¿Esto?-

Levantó la mano con la bolsa mostrándosela al joven, que era un pésimo negociante; de eso no le cupo la menor duda, el soltar algo así de golpe era de novato, había modos mucho mejores de acordar un trato o de al menos tratar de enganchar a una persona para conseguir lo que buscas… vaya no llegas de golpe y dices “Yo quiero eso, ¿Cuánto pides?” al menos eso había aprendido el con los años de practica; pero bueno, la sonrisa sincera del joven convertía si intento amateur en algo tierno… bastante divertido también.

-Recién lo he comprado… En lo personal, es una bella pieza, aunque supongo que no es del todo de mi estilo… aunque tú has corrido… ¿Tanto te interesa?-

Ya estaba recuperando el aliento calmandose poco a poco, se interrumpió un momento para cambiar de bolsillo pues ahí no traía la cartera y se dio un tiempo para volver a ver al joven, miraba la bolsa como si pudiera ver através de ella, él también la miró imaginando dentro aquella vasija azul con detalles blancos de dioses, polvosa pero bien conservada, como la había visto en el pequeño puesto, y luego levantó la vista de nuevo, ligeramente preocupado - oh si... es una pieza que me interesa mucho es... es perfecta para usarla en un proyecto que tengo -

"que no sea un coleccionista..." pensó para si mismo, sintiendo la cartera en el interior de su saco, tocándola con la punta de sus dedos sin atreverse a sacarla aún, no lo había pensado, ¿sería ese joven un coleccionista de antigüedades?, sabía que a veces los coleccionistas encontraban verdaderas joyas maravillosas en el mercado de variedades y si era así, era muy poco probable que se acercara a un mínimo del precio que estos pedían - y si, he venido siguiendote por que, la verdad es que estaba interesado en esa vasija desde hace unas horas... pero no tenía el dinero suficiente para comprarla en ese momento - le sonrió levemente, y se apartó después un poco de la mitad del pasillo, pues estaba bloqueando el paso a la concurrencia

- eh... ¿te importaría si nos movemos de aqui?, claro, si no te quito demasiado tiempo.. - salió por uno de los espacios entre puestos, hacia un corredor externo, mas libre de gente, desde donde se podía ver el río y escuchar mas claramente, se detuvo a la sombra de un árbol puesto ahí artificialmente - ... cuando volví me enteré que acababa de comprarla alguien mas... me describió a alguien como tu y me arriesgue a llamarte bueno... decidí hacerle caso y creí que no sería mala idea tratar de negociar por ella - volvió a mirar hacia la bolsa y dejó en paz la billetera, sacó su mano la cual extendió cortésmente hacia aquel joven de anteojos - mucho gusto... me llamo Gilbert... Gilbert Leroy.

Miró la bolsa de nuevo, porque si, era una pieza bella que si bien él no podía admirar en su totalidad porque sus gustos tiraban en otros lados, sabía que alguien con otros ojos lo miraría como un autentico tesoro, y frente a él tenía a un castaño que la parecer era parte de ese circulo de personas.

-Descuida, tengo tiempo de sobra…-

Sonrió mientras se apartaba lentamente siguiendo al chico para no estorbar en el paso de los demás y espero pacientemente a que terminara de explicarle todo, así que él había visto la vasija antes… quizá el viejo que la vendía por eso estaba tan ansioso por que se la llevaran ya.

Extendió su mano para saludar al chico, la sonrisa que se había instaurado en su rostro desde que le vio llegar agitado seguía ahí, afable y encantada.

-Armand Telesca… es un placer…-

Miró la bolsa de nuevo preguntándose para qué podría servirle a ese joven, había dicho que tenía un proyecto… quizá era decorador… o pintor… eso despertó su atención al punto…

-Te diré que… acompáñame a tomar algo, un café quizá… explícame sobre tu proyecto… y entonces podemos negociarlo, estoy dispuesto a aceptar ofertas…-

Telesca... repitió levemente el nombre en su mente, de hecho sintió como si se formara la palabra en su paladar sin pronunciarla, sin separar los labios y sin dejar de sonreir, realmente solo para recordarla, su costumbre en el medio era acordarse mas de los apellidos, los nombres normalmente no le importaban, pero recordaría su nombre después, eso era un hecho...

Tomó su mano en el saludo y notó que volvía a mirar la bolsa, como si no estuviera seguro de para qué podría quererla alguien como él, o quiza valuando la posibilidad de hacer negocio. Sintió un poco de presión en el cuello y la aflojó pasando un poco de saliva cuando volvió a escucharle, temía que le diera un a negativa inmediata pero no fue asi. Al contrario, amablemente el otro le instaba a que le contara sobre su proyecto y abrió un poco los ojos... aun no soltaba su mano por estar distraido y al darse cuenta la separó, le miró curioso por la invitación pero después de un momento de pensarlo, asintió - ¿un café?... mmm... bueno, ¡claro!... si no tienes inconveniente... con gusto negociare por ella - metió las manos en los bolsillos subiendo un poco los hombros, le sonrió amable aun que no entendió muy bien el por que se sonreía con mas cortesía de la normal, era automático solo pasaba, quizas quería quedar bien para obtener la vasija, era la teoria aceptada, pero no estaba seguro... esa invitación lo ponía algo nervioso pero aun no identificaba bien el por que.

Miró alrededor tratando de recordar el camino a un sitio agradable - Conozco un lugar acogedor por aqui, no es muy lejos y las bebidas no son nada caras, aun que si conoces tu un lugar cómodo para ti, yo también acepto propuestas .

Era un chico peculiar, quizá distraído a veces o en el afán de conseguir esa pieza estaba un poco ido, porque continuo sosteniendo su mano un poco más de lo habitual, soltándolo suavemente cuando lo notó, Armand sonrió… ese tipo de personas le agradaban, al parecer sus sentidos no le habían traicionado porque invitarlo a tomar algo ahora le daba la oportunidad de conocerlo un poco mejor.

Le dejó escoger el lugar, quizá si se tratara de un cliente diferente le llevaría al Scarlet Oak Garden, pero algo sencillo le parecía lo adecuado para un casual encuentro en un mercadillo de Soho.

-Algo sencillo suena bien, por favor guíame…-

Aún antes de tomar el café o escuchar sobre su trabajo ya estaba seguro de que le daría la pieza de artesanía, aún no tenía la más remota idea de qué pediría a cambio, pero se la daría incluso si el chico resultaba capaz de sólo ofrecerle una charla agradable en un café…

Mas tranquilo lo guió por unos callejones que estaban a las afueras del mercado de artesanías. Algunas callejuelas subían una pendiente y el camino empedrado hiba hacia arriba por entre algunos edificios y tiendas, el mercado quedó poco a poco lejos, como pequeñas carpas en el pie de la colina. En un principio hiba contento luego recordó que quizás el joven no era de por ahí, - ¿disculpa tu... eres de por aqui? - podría ser que no estuviera acostumbrado a las calles de Soho que, aun que de lindas casas pequeñas y enjutas, era una de las zonas mas humildes y peligrosas de Londres. Se volteó al subir por unas escaleras de piedra que parecían no tener fin.

- Verás, espero no te moleste que te lleve por los callejones, podría llevarte por un camino mas lindo y panorámico bordeando el río, pero tomaríamos una gran vuelta de una media hora y no se de cuanto tiempo dispongas, asi que preferí traerte por mi atajo personal - le sonrió, Gil era amable por costumbre, casi siempre pensaba antes en la comodidad de los demás que en la suya propia pero no le suponía molestia alguna, llevaba rato viviendo en Soho y le gustaba recorrer todas las calles, conocer a toda la gente y lo que se ofrecía ahi. En unos minutos estaban llegando a una calle con una placita muy pequeña pero bordeada de una agradable sombra de árboles. Varios establecimientos literalmente rodeababan esa plaza y uno de ellos era un café bajo la sombra de un árbol torcido y tupido. Gil lo dejó entrar y saludó a los jovenes del café,ambos hermanos que se encargaban del negocio, atendían a por mucho otros 5 clientes mas repartidos en amplios sillones color marrón.

- Tal vez no sea el café mas amplio de la ciudad, pero tienen uno de los mejores sin duda - se quitó el saco dejándolo en un perchero y sentándose, felíz de sentirse fresco ahi - pide lo que desees.

Le siguió esperando que por la forma de moverse tan a gusto en las calles el chico las conociera a la perfección, metió la mano en las asas de aquella bolsa para después ocultarlas en los bolsillos de su pantalón, miraba interesado las fechadas de las casas y trataba en vano de memorizar esas callejuelas…

-No, aunque vengo a menudo, admito que no conozco las calles, estas al menos…-

Estaba a un par de pasos tras él cuando se detuvo en las escaleras, sonrió al mirarle hacia arriba porque la luz breve que alcanzaba a colarse por las casas le daba en la espalda iluminando las puntas de su cabello haciéndolas más claras de lo que eran… imagen agradable, hubiera deseado tener una cámara ahí, aunque no era buen fotógrafo…

-No me molesta, tiempo para ver el río sobra… no se irá de ahí-

llegaron a un lugar perdido en las calles que Armand no conocía, pero le gustó… sencillo y con todo el aire pintoresco de esa zona; no pudo evitar reír bajo al darse cuenta que ese chico Gilbert conocía a muchas, realmente muchas personas… quizá era de Soho, era la única explicación sencilla.

Le imitó y se sentó frente a él dejando la vasija sobre la mesa a un lado para que no interfiriera con su visión del castaño.

-Un capuccino frío…- susurró sin poder evitar el acento en el nombre de la bebida mientras se recargaba en el respaldo de la silla y miraba a Gilbert con su rostro calmado y los ojos amables de quien espera el inicio de la charla.

Muy bien, para mi un Latte con un toque de vainilla por favor - pidió al chico que se les fue acercando después de salir desde el otro extremo del mostrador, el muchacho asintió gustoso y retiró las cartas que había entre ellos sobre la mesa pidiendole en voz alta el capuccino y el latte, imitando la forma de hablar que Armand había usado, Gilbert volteo a verlo curioso, ese chico tenía un acento muy particular. - italiano? - preguntó en tono suave mientras tamborileaba los dedos sobre la mesa con una sonrisa agradable, sus ojos pasaron hacia la bosla que contenía la vasija, pero de pronto se le hiba haciendo menos interesante que... vaya, lo que tenía enfrente.

Además de ser sociable, conocía a muchas personas de diversos paises por influencias de su amigo, mas estas personas eran gente vacía, carente de algún significado para el mas que un casual saludo en alguna reunión de su camarada. La situación ahora era distint, pero no se había dado cuenta del por que hasta que cayó en cuenta que, estaba ahora en un café a punto de compartir una charla con un desconocido... bueno, un desconocido que a primera vista era muy agradable... ¿cómo sería al desecenlace la conversación con ese joven?, no lo sabía pero, tenia curiosidad de saber algunas cosas sobre el... ¿por que el acento?, ¿cual su interés por comprar una pieza que decía no era su estilo?, ¿por que le habia invitado un café?...

- Bien... entonces, ¿puedo empezar a negociar contigo? - dijo con una sonrisita que pretendía ser astuta pero resultaba divertida

-Tienes buen oído para los acentos… ¿Te molesta si te llamo por tu nombre?- preguntó suavemente esperando una respuesta del chico antes de inclinarse hacia delante sonriéndole con gentileza tan pronto el otro comenzó con la conversación, por decirlo de algún modo…

Le gustaba esa sonrisa, o quizás lo que a fin de cuentas le estaba gustando era la formas sencilla del otro para dar pie a las cosas, corriendo tras el en un mercado… accediendo a tomar algo con él… diciendo esa frase tan seria con esa carisma tan encantadora… era el tipo de gente sin pretensiones que le hacían el día cuando estaba lejos de Wimbledon.

-Por favor… estaré encantado de escuchar…-

Y era completamente cierta esa afirmación, estaba ansioso por conocer a ese muchacho, escultor? Pintor? Acaso un conservador?... desde que había dicho algo sobre un proyecto lo había atrapado sin darse cuenta.

Vaya eso creo... - dijo sonriendo un poco mas cuando Armand le dijo que estaba en lo cierto, habia escuchado algunos diálogos en italiano de parte de otras personas, algunos, actores y actrices que se ponían a imitar el dialecto de ese país, sin embargo el acento puro y casual del muchacho castaño frente a el era tan fresco y natural que era hasta intrigante y muy agradable, sintió ciertos celos, seguro que hablar asi frente a las chicas era una gran ventaja. - ah, no claro que no... - comenzó a decir ahora algo atonito, subiendo incluso las cejas por esa petición - tu puedes llamarme Gilbert si asi lo quieres - miró hacia la ventana, habia bajado la voz un par de decibeles al momento de acceder sin darse cuenta y tenía una sonrisa inconcientemente dulce en los labios, producto de la timidéz que de pronto se apoderó de el.

Oh... claro!, pues bien, se trata de esta pequeña... - alargó la mano para tomar la orilla de la bólsa de plástico y bajarla un poquito, lo suficiente como para dejar a la vista la vasija... - esta vasija... bueno, quizas ahora que lo pienso te estoy molestando demasiado por ella... pero sería perfecta para ambientar uno de los actos de una puesta en escena que estoy tratando de ambientar.... - alzó la vista temiendo no estarse explicando bien - verás, ¿conoces el teatro Dorset Garden, que está cerca del Támesis?... pues bien, estoy como encargado de la ambientación de la puesta en escena para una obra teatral propositiva que pronto se estrenará, dentro de dos meses para ser exáctos - dijo alzando dos dedos, moviendolos pensativo - yo y un socio estamos trabajando para poder hacer de esta obra uno de los eventos mas importantes de Londres de este año, será una gala y, bueno, esta vasija, especificamente, tiene mucho que ver con la historia que trata - pasó ese par de dedos por la orilla de la pieza, retirando una fina película de polvo que había acumulado - una réplica perfecta de la vasija de Portland - susurró en voz baja, casi para si, contemplandola contento, casi con sutil devoción.

Sonrió a su vez contento cuando el castaño le permitió tutearle, disfruto discretamente de la forma en que había desviado la mirada, en que había bajado la voz… ese tipo de cambios casi imperceptibles en las personas que son esencialmente dulces, suaves, gentiles.

Se concentró ahora en sus palabras, en sus manos que buscaban la bolsa de la vasija, mantenía su rostro apoyado en el dorso de su mano mientras escuchaba atento, quería saber porque aquello era tan importante para el muchacho, abrió los ojos un poco más por la sorpresa, una puesta en escena… teatro!, arte, no era lo que tenia en mente pero no estaba nada mal… adoraba el teatro.

-Vaya si lo conozco…-

Y si, lo conocía… nunca se hubiera imaginado que ese muchacho que no parecía mayor que el fuese el encargado de una puesta en escena de tal magnitud… pero bueno, quién lo decía el también era considerablemente joven en sus ramas… aunque mucho de eso se debía a la influencia de su familia, en los negocios al menos… asentía conforme Gilbert explicaba, mientras definitivamente decidía buscar cualquier otro regalo para su madre después…

Su mano se movió al fin, empujando delicadamente la vasija dentro de la bolsa hacia el muchacho frente a él… su sonrisa radiante y amable, su mirada fija en los ojos ajenos, de un impresionante color…

-Es tuya-

Aún no terminaba de apartar la mano de la vasija cuando de pronto pareció que la misma pieza se movía hacia el como buscándolo, abrió los ojos y la boca un poco cuando escuchó al otro ofrecérsela sin mas-

eh?!... ah!... espera aun no te he dado siquiera mi... - comenzó a decir adelantandose un poco sobre la mesa tratando de detenerlo para que lo pensara mejor, mas la mirada y sonrisa lo desconcertaron y volvió a alejarse al respaldo de su asiento suavemente - ... propuesta... - le sostuvo la mirada curioso, ¿hablaba en serio?, y dio un respingo cuando el fondo del traste de su capuccino golpeó contra la mesa, recordando que habian pedido algo de tomar.

- Su orden señores - dijo el joven mesero mirandolos alternadamente.

- Ah!, si muchas gracias - suspiró discreto mientras tomaba el asa observando el contenido de su taza, humeante y de olor delicioso - ... te lo agradezco, pero no quisiera aprovecharme de ti de esa manera... prefiero darte algo a cambio por las molestias, y el café no cuenta, es estrictamente parte de las negociaciones - hablaba con una sonrisa gentil, de hecho ese tipo de cosas solía decirlas su amigo para que los castings y negociaciones con posibles inversionistas salieran bien, la diferencia de Gilbert es que el era sincero, no necesitaba ser carismático por conveniencia, no frente a ese chico, estaba realmente agradecido por el gesto de ofrececerla voluntariamente.

Sonrió levemente mientras se recargaba bien en su asiento dejando que el mesero les dejase las bebidas enfrente disfrutando en silencio del rostro de total desconcierto que el joven Gilbert, esperó a que el muchacho se retirase para tomar delicadamente su bebida y darle un trago disfrutando del sabor, del aroma.

-Esta bien, lo harás… me invitarás al estreno… ¿Te parece justo entonces?... ahora que si gustas ser aún más generoso, me gustaría una copia de su guión... claro, cuando ya esté en teatros…-

Le miró a los ojos con aquella propuesta, no había abierto los labios cuando el joven de cabellos castaños ya estaba diciendo lo único que se le ocurría momentaneamente para ofrecer, entre asustado y divertido le sonrió ahogando una pequeña risa en la comisura de sus labios, bajó la cabeza a la par que la taza y con un movimiento de su cabeza apartó el flequillo que le caía para mirarlo a los ojos - no iba a proponerte menos, creo que sería justo que fueras a visitarla a la puesta en escena, claro si quieres cortesías puedo conseguirte los mejores lugares en los teatros donde se presente mi compañía. - tomó las asas de la bolsa poniendola frente a el y abriendola para observarla -

Si me parece justo... um... sabes? creo que... - iba a comentar algo cuando el otro le instó a compartir su guión, por un momento lo pensó con algo de desconfianza, no por causa del joven Armand sino por costumbres de su amigo sobre tener exclusividad con sus trabajos, pero al ser según el trato, entregada la copia después del estreno, le sonrió con un suspiro de alivio y colocó su mano sobre la boca de la vasija, como si acariciara a un cachorro - No tengo ningún problema con eso... um, la adaptación a guión la tienen algúnos de los actores... iré a pedirlo a algúno durante los ensayos. - realmente le halagaba que el otro estuviera interesado en leer su guión, aun que no sospechaba que quien había sido autor de este estaba frente a el, pero Gilbert lo prefería así, ya tendría tiempo de presumirle si terminába gustándole... es decir.... el guión.

Prometo cuidarla ... aun que también se me ocurre algo que podríamos hacer... para que no la perdieses del todo - dijo después de dejar que el color se le bajara un poco, prosiguiendo con lo que se le habia ocurrido apenas.

-No te presiones por eso, ya que hay mucho tiempo por delante… y descuida, no hace falta lo de los mejores lugares… nada me gustaría más que verla muchas veces si resulta ser una buena obra… pero mi trabajo y estudio me impiden el lujo… con un estreno me basta… te digo que de todos modos la vasija no era de mi estilo, o para mi siquiera… tú la usarás para algo mejor, lo considero un beneficio al mundo del arte…-

Dejó la taza en la mesa mirando al chico acariciar aquella vasija como si la cosa más linda del mundo fuera, en lo personal… aunque reconocía que era de un trabajo delicado y bueno… no pegaba nada con su estilo.

-Mmm?-

¿No perderla del todo? Se intrigo un poco y esperó lo que el muchacho estuviera a punto de proponer, inclinándose ligeramente hacia delante, acercándose un poco más al castaño notando como el sonrojo que tenía hacia poco iba cediendo lento en su piel clara… la única desventaja de ese tipo de piel… nada de lo que sientas lo puedes ocultar.

oh... lo entiendo descuida - dijo cuando declinó su oferta sobre los mejores asientos, aun que la idea de que fuera varias veces a ver su obra no permitió que decayera su estado de ánimo - ah... ¿asi que no era para ti? - ese detalle le habia sido pasado por alto, lo miró curioso y luego bebió un poco de su taza con aire pensativo - quizás... podría yo hacer algo por la persona para quien iba dirigido el obsequio... ¿te parecería un buen trato? - cerró la bolsa y le miró un momento, notó que se habia quedado intrigado por la forma en que lo miraba... de repente se dio cuenta que se había acercado un tanto a el, hizo lo posible para evitar alejarse el mismo y le miró un segundo... después sonrió hablándole suave.

- Bueno... no quiero ilusionarte con el resultado... pero... puede ser que conozca a alguien que, a base de la pieza original pueda reconstruirme una copia... - anudó la bolsa con delicadeza para mantener una mano ocupada - una escultora, artista realmente talentosa, podría hacer una copia de utilería muy convincente con la pieza original - ... dejó un momento de observar las asas de la bolsa para dirigir la vista hacia el joven frente a el - ¿que opción te... gusta mas? - le preguntó en voz baja mientras por un segundo dejaba que sus ojos viajaran por la mirada y la superficie de ese rostro cercano, sus pestañas, la forma de su mentón, sus labios... un olor se mezclaba deliciosamente con el café...

-No, no… es para una… coleccionista de jarrones, es una curadora de arte y le chiflan estas cosas… no es necesario, no te preocupes, de todos modos creo que la pieza combina más contigo que con el estilo de ella; además era un regalo espontáneo de mi parte, no lo espera ni sabe de su existencia…-

Susurró por no mencionar que si le llevaba una replica relativamente nueva de artesanía a una conservadora, que por añadidura era su madre, seguro se la lanzaría por la cabeza sin pararse a pensar…

-Si gustas, podrías darme un par de cortesías extra para ella, eso creo que calzaría mejor si tu intención es tener un detalle para con la vieja destinataria de esa vasija… disfruta mucho del arte, estará encantada…-

Apenas había notado que mientras hablaban miraba constantemente a los ojos del muchacho, le gustaban porque eran peculiares, en muy pocas ocasiones había tenido la ocasión de mirar un par tan singular.

-¿Tenemos un trato joven Gilbert?-

Preguntó sonriéndole francamente mientras le ofrecía su mano como señal de pacto.

Ah!... ya veo - se sorprendió un poco al escuchar sobre que aquel jarrón hubiera terminado en manos de una curadora de arte, de hecho, le parecía aosmbroso que aún asi decidiera dársela, la verdad es que era una réplica que se veía, era cási perfecta, a los coleccionistas le shubiera gustado pero solo para donarlo a galerías de arte o similares, aún asi, aun que no entendía por que no aceptaba recuperar la pieza original una vez que la escultora les hiciera una nueva réplica para la obra, mas ignoraba los motivos mas profundos del joven de cabellos castaños - ¿asi que era un obsequio espontáneo?... eso suena lindo -

Estaba a punto de preguntar si esa curadora de arte pudiera tratarse de tal vez, uan conocida, una amiga o.. quizas una novia, cuando la nueva propuesta de las cortesías extra le indicaba que debía ser una mujer de mayor edad, lo miró curioso a los ojos para ver si podía vislumbrar algo en su expresión sobre la identidad de esa persona.

Lo curioso era que le devolvían la mirada, se veían con una expresión tan cordial y a la vez, tan centrada y profunda que era de admirarse, bajó la vista ocultando el color de sus propios ojos a la sombra de sus negras pestañas, solo hasta que percibió la mano ajena acercarse a el, sonrió y la tomó estrechándola, era una mano amplia y de cierta manera sus formas le recordaron a los razgos comúnes de un artista, eran algo apenas mas anchas que las de el, que a veces pensaba, eran vergonzosamente delgadas, pese a ser ágiles y muy útiles para tocar instrumentos.

- Es un trato - apretó firme y le sonrió mucho mas relajado y amigable, soltándole después - ahora espero que disfrutes de tu café... si no te incomoda que pregunte... a que es a lo que te dedicas Armand?... puedo saber un poco mas de ti? - ahora que sentía que habia llegado a un acuerdo decente, sentía que podía darse el lujo de una charla informal, cosa que el disfrutaba mucho.

-Mhhh… pues si…- sonrió levemente mientras apoyaba su barbilla en su mano y deslizaba su índice por su mejilla suavemente… no estaba seguro de que fuera un detalle lindo, lo había visto en realidad como algo meramente formal, no movido por ternura o por impulso irresistible, si no por casualidad o practicidad… como casi todos los gestos parecidos entre los miembros de la familia.

Cerraron el trato formalmente, con Armand no hacía falta muchas veces tener más que su palabra, y estaba acostumbrado a ser lo único que pedía… a menos que el trato implicase cosas más delicadas como grandes sumas de dinero, con gente que no conociera… el chico ante él irradiaba una tranquilidad sincera de la que no dudaba, se preciaba de reconocer a las personas de buenas intenciones, Gilbert había entrado en la categoría casi al presentarse, quizás al sonreír.

Liberó la mano ajena, o la suya fue liberada… impreciso decirlo; observó su bebida y sonrió, de pronto le apetecía beberla, regresar sus sentidos al aroma calido y fuerte que destilaba su espuma, después de dar un sorbo se concentró de nuevo en los ojos del muchacho, descubrió que le estaba gustando mucho el color de los mismos.

-Soy comerciante de arte; mi familia tiene casas de subastas, galerias y fundaciones en gran parte de Europa, me encargo de identificar promesas de talento, comprar lotes enteros a otras familias o negociar que los hereden…- sonrió levemente- y ahora, para borrar la mala impresión que eso pudiera suponer, debo decir que antes que eso, soy artista… músico-

Por un momento temió que Armand no fuera el tipo de persona que habla de si mismo, pues cuando le preguntó sobre el empezó a tomar su café quizas pensativo, aun que al parecer en realidad le habia hecho caso y estaba disfrutando su café, en ese establecimiento se enorgullecían de lo aromatico y delicioso de sus capuccinos, por eso Gilbert tenía por ese lugar un pequeño refugio que incluso casi consideraba personal... ¿por que se le había ocurrido llevar ahí a Armand?, quizas fuera por la cercanía al mercado, pero era un poco egoísta con los lugares que le causaban una sensación agradable y cómoda, o que le dejaban buenos recuerdos, mas no le importó compartirlo con ese joven.

Entonces bajó la tasa y le escuchó hablar de una vez, él tratando de ser atento siempre miraba a los ojos, siempre, sin importar si después el sueño que le causaban las personas con quien normalmente hablaba, le humedecieran los ojos, pero esta no era una de esas ocasiones, mirarle le mantenía despierto incluso, interesado, de alguna forma sospechaba que estaba estudiando el color de sus ojos.

- oh ya, un... comerciante de arte eh?... no me extraña que conocieras a una restauradora, vaya... me parece bastante interesante... - en su mente pasó una imagen de algunos jovenes que hubieran perdido a sus ancianos padres hacia poco y que empezaran a vender las antiguas pertenencias que tanto les costó a las familias y generaciones conseguir, no era una imagen bonita pero no era algo de que culpar a nadie, los objetos muchas veces tenian mucho mas valor de lo que las personas desvinculadas le daban - oh no te preocupes por eso... no creo que sea algo malo a lo que te dedicas - dijo con una sonrisa breve para permitirle seguir hablando, entonces su expresión cambió a una mirada mas interesada y apoyando los codos sobre la mesa se acercó a observarle - ¿lo dices en verdad?... vaya... eso es realmente maravilloso, la musica es mi segunda pasión, dime que clase de músico - giró la cuchara por jugar dentro de su café mirándole a los ojos.

-No la conozco al cien por ciento, pero sería el colmo no conocerla bastante… mi madre es curadora de arte, está a cargo de algunos lugares, un museo…si, su trabajo resulta realmente interesante…-

El cambio de actitud en Gilbert fue evidente, pero agradable… por alguna razón la repentina atención que le daba, la cual quedó en evidencia desde que se inclinó acortando la distancia entre ellos; resulto ser un aliciente para que Armando siguiese hablando.

-Soy un músico… prefiero lo clásico, pero me considero versátil… no es por presumir, pero soy considerablemente bueno en el violón, y bueno en el piano…- dijo dando otro trago a su bebida, apenas pestañeando para no perderse de la mirada violeta del castaño

-Así que es tu segunda pasión la música… entonces tú interpretas… ¿Qué instrumento?-

Lo observaba atento, le habia agradado el joven por su forma de ser cuando lo conociò y por darle una oportunidad de hablar y negociar, pero ahora tenia un interés real por su persona pues, los musicos le parecian un nivel de seres humanos mas sesibles y sinceros. No le importaba lo poco "humilde" de su comentario por presumir su talento, a el le agradaba mucho el violonchelo y el piano, pero lo que mas le agradaba, era que se consideraba a si mismo versàtil. Abriò un poco los ojos cuando le preguntò y solo entonces se levanto un poco, por que ya se habia dado cuenta que se habìa inclinado demasiado en la mesa, le sonriò.

- Yo interpreto un poco de todo... me gusta el piano, violìn y compongo... mùsica en general... - tomò la azucarera y empezò a hechar un poco en su taza, hacia tanto tiempo que no hablaba de su talento de compositor que incluso ya lo consideraba algo raro hacerlo - En mis buenos tiempos... sin exagerar, hace un par de años solamente - agregò riendo suave - trabajé en algunos locales de entretenimiento como cantante... pero ya lleva tiempo de eso... ahora me dedico al espectàculo... lo que era mi hobbie se ha convertido en mi trabajo a tiempo completo, escribì y compuse las canciones y el guiòn de la obra en la que voy a usar esta vasija... - la mirò y luego mirò los ojos de Armand - pero por que... no me hablas un poco mas de ti?