A Silvia

Lo volteó a ver, olvidándose un momento de admirar con algo de pánico y respeto la tapicería del auto.

"Oh, ya veo... bueno, si es un regalo, no puede rechazarse, supongo" sonrió, aunque ahora lo ponía un poco más nervioso. Quizás exageraba, a su tío Xaver también le habían dado regalos grandes alguna vez, no tan grandes, pero... "Aunque también estaría algo incómodo con un regalo tan grande."

Y más que porque fuera algo grande, aunque también tenía mucho que ver, Orel, podría decirse, era malo para recibir regalos, sobre todo cuando no eran por algo en especial, o si excedían lo que pensaba que merecía.

"Te entiendo, tampoco me gusta llamar mucho la atención, generalmente prefiero ser... no pasado por alto, no sé cual sea la palabra... tener mucha atención sobre mí me pone algo nervioso, sobre todo si se trata de grupos grandes de personas. Y eso en mi familia es algo común, mi papá nos enseñó que no era precisamente bueno llamar mucho la atención, y eso que él es representante..."

Torció ligeramente la boca, pues no, no es que no hubiera podido rechazarlo, es que ni siquiera le dieron la opción; además se trataba de asuntos de negocios, bien podían llamarlo regalo pero lo cierto es que sus padres se estaban encargando en Italia de vender a precio de oro una colección de pinturas de aquel hombre, pinturas había que decirlo, de dudosa proveniencia… al final parte del auto había salido de ese trabajo, pero claro… nadie dice nada, se enfocó en atender lo que el rubio decía y sonrió levemente.

-¿Quién no?- añadió asegurando con firmeza mientras daba vuelta al volante entrando en la avenida que los alejaría de la universidad, pero pasaron a un tema menos desagradable para Armand, ya que el chico hablaba ahora sobre si mismo, sin apartar la vista del camino lo escuchaba encantado, esa necesidad de saber más sobre él, por mínimo que fuera, resultaba muy grato.

-¿Pánico escénico? Jajaja… he oído sobre eso…- comento como bromeando con él, vaya si él conocía la sensación, pero con los años, cuando te presentas en publico interpretando tantas veces… se te pasa -¿Representante? Vaya… si un alucino, me dijiste que uno de tus tíos era chef... cuéntame, ¿Qué otros oficios hay en tu familia Orel?-

Dio una rápido indicación sobre el camino para evitar pasar algo por alto más tarde y para poder volver a conversar con tranquilidad, aunque sabía que la casa de su tío estaba algo... cerca para eso. No quería dejar la conversación y a Armand tan rápido.

"Sí, pánico escénico" dijo... luego se quedó algo pensativo. Casi se sintió abochornado por un pequeña metida de pata.

"Mi... ¿Dije que mi tío era chef?" se río bajito, algo nervioso y se mordió los labios. "No sé en qué estoy pensando... Mi primo, el mayor, es chef, mi tío Xaver es corredor de bolsa, su esposa es abogada y su otro hijo está estudiando leyes también... mmm... Mi otro tío es militar..."

Se quedó pensando, un momento, hasta que le pidió a Armand detenerse en una esquina, cerca de unos complejos departamentales, aunque no buscó salir al momento, sino que retomó sus pensamientos.

"Ahora que lo mencionas... Es raro, ¿no es así? Generalmente en las familias, me parece, que hay una especie de congruencia entre lo que hacen los hijos y lo que hacen los padres y nosotros somos algo más bien... variado" hablaba con pausas, como buscando la palabra que deseaba decir. "¿En tu familia se dedican todos al arte?"

Spoiler:

-Mmm… si mi memoria no falla si…- se rió suavemente apenas apartando uno segundos la mirada del camino para disfrutar del bochorno ligero enmarcado en la cara del muchacho.

Escuchaba sorprendido aquellas profesiones, todas eran completamente diferentes, un arcoiris bastante peculiar… generalmente las familias de clase alta se dedicaban todas a un mismo ramo… pero bueno, de todo se mira en cuanto a las raíces de alguien.

Se detuvo cuando Orel le indicó, paró el auto y esperó mientras el chico seguía hablando, no se movió disfrutando de poder verle hablar sin tener que darle su atención al camino o al resto de los autos.

-Pues un poco… si que se dedican a cosas de lo más diversas… ya ti te interesan los idiomas, muy peculiar… jajaja ¿Mi familia? Pues si… mi abuelo pintaba, mi abuela tocaba el piano… mi madre es curadora de arte, quien podría decirse que desentona ahí es mi padre que es abogado, pero se dedica de lleno a movimientos legales relacionados con la casa de subastas, las ventas, los lotes… algunos de mis hermanastros bromean sobre eso…- Ocultó una risa larga recordando las charlas con los chicos que sus padres apadrinaban, solían decir en susurros (él incluido) que para Giovanni ser abogado era sólo un truco para hacer tratos turbios con todas las de la ley… -Pero bueno, creo que en el fondo mi familia se dedica de lleno a eso…-

"Bueno, creo que tiene que ver con que en la familia de mi papá son muy competitivos, ¿sabes? Estoy casi seguro que mi tío y mi papá eligieron carregas y oficios diferentes a los de el mayor porque no querían que los otros... ¿cómo decirlo sin que suena mal...? Creo que sólo no querían que sus hermanos pudieran opinar, al menos eso dio entender una vez papá"

En realidad, desde que estaba chico, recordaba a sus familiares decir que los demás ni siquiera sabían como se manejaban sus respectivos trabajos y que era mejor que no opinaran. Pero, pensar en una especie de empresa familiar, sonaba mucho mejor, más funcional y todo quedaba entre los mismos familiares, era más confiable, ¿no?

"Igual creo que sería mejor así, quiero decir, mi primo y mi tía que están en todo lo de derecho tienen más cosas de las que hablar, y mi primo puede consultar cosas con ella. Ustedes comparten ese interés, debe ser... muy agradable poder hablar de esas cosas que te gustan con tus padres"

Eso sonaba bastante bien, lo cierto es que aunque su padre no fuese un músico, si que era bueno para remarcar las cosas que Armand debía hacer y las que no para acordar adecuadamente los negocios, para no llamar sobre el la atención cuando no era necesario y similares… sus abuelos no se metían más que cuando niño para enseñarle, en particular su abuela, pero ella era una mujer dulce dedicada de lleno a ser su maestra de piano… no más… su madre, bueno… gracias al cielo el no decidió enfocarse al a pintura o escultura, de otro modo, su madre sin duda alguna sería un peso muy grande tras su cuello… hasta cierto punto el había hecho lo mismo que la familia de Orel pero en escala menor… eligió dedicarse y especializarse de lleno en algo de lo que hasta cierto punto sus padres no sabían.

-No culpo a tu familia… pero tienes algo de razón, nosotros trabajamos en lo mismo, cuando hablamos, hablamos sobre lo mismo, trabajamos por el bien de los otros y salimos adelante con mucha más tenacidad… pero te diré, que aunque eso ayuda espléndidamente al negocio familiar… no garantiza para nada que sea buena la relación entre sus miembros…-

Sonrió para el chico mirándole durante un rato largo, agradecido de ya no estar manejando, ahora podía darle toda su atención al de los ojos violetas; no estaba quejándose al hablar así de su familia, eso era un hecho que no lamentaba… sus padres eran estupendos en su trabajo, de los mejores en su rama… pero como padres… su único hijo era más unido a muchos profesores o artistas que a ellos.

"Bueno... dicen que uno no entiende a los propios padres hasta que tiene a sus propios hijos"

Sonrió afable, aunque con un pequeño toque de preocupación en sus ojos y sus mejillas ligeramente arqueadas.

"Las familias siempre tienen sus problemas, aunque quiero mucho a la mía, reconozco que también hay cosas que no entiendo... de mis padres sobre todo. Pero admito que si estuviera en su lugar, quiero decir, el de cualquier padre, estaría preocupado día y noche de si lo que estoy haciendo es lo mejor."

Le avergonzaba saber que muy probablemente estaba hablando de más y que, estaba... delante ya de su destino. Pero negó suavemente con la cabeza, más para sí mismo que para Armand.

"De cualquier manera, creo que tengo frente a mi a un hombre bueno, un caballero, así que... con todos sus aciertos y sus errores, creo que sus padres han hecho bien." Suspiró, para quitarse el bochorno y sonreír de nuevo. "Muchas gracias por traerme. Espero que nos encontremos pronto. Agrégame, ¿sí?"

-Uhm… jajaja puede ser…-

Le miró atentamente, quedándose un momento serio ante esa reflexión, pensó en si mismo y en la innegable verdad que nunca se le había pasado por la cabeza el ser padre de nadie… ni en si repetiría la historia de los suyos… le gustaban los niños, los adoraba, pero de eso a tenerlos, no lo había pensado aún… por lo mismo, el tiempo de angustiarse por la educación de alguien más, aún no llegaba… ¿No estaría siendo algo irresponsable con su futuro?

Se olvidó de ese pensamiento ante las palabras que le parecieron un cumplido, uno hasta cierto punto dulce, no estaba del todo seguro de si el cumplido era para él o para sus padres, pero lo agradeció asintiendo con la cabeza al reír.

-Espero que si… claro, te tengo…- mencionó mientras palmeaba el bolsillo de su chaqueta mirando al rubio despedirse… -Fue un placer…- susurró inclinándose hacia su lado del auto.

Puso la mano en la puerta y asintió, sintiendo como se le aceleraba un poquito el pulso cuando Armand se acercó a él, poniéndolo un tantito nervioso.

"El placer fue mío. Gracias por la ayuda con la tarea y por mostrarme ese lugar..." Abrió la puerta "nos estamos viendo entonces. Cuídate mucho."

Tomó sus cosas con cuidado antes de salir y despedirse desde fuera del auto de nuevo, algo apenado por dar la espalda, pero haciéndolo para entrar al complejo de apartamentos donde vivía su tío. Al abrir la puerta, el corazón aun lo sentía un poco acelerado.

-Espero que pronto-

Declaró mientras lo seguía con la mirada hasta que su espalda desapareció, espero un rato más pensando en el chico, en el curioso día que tuvo en la escuela y las cosas que había hecho de lado para estar con él tanto tiempo, había valido la pena, cada segundo… esperaba encontrárselo pronto, tenía su numero pero sabía que no marcaría sin tener alguna excusa… mientras encendía el auto y empezaba a alejarse hacia su departamento se sorprendió pensando y pensando en las posibles excusas que podría usar, sin decidirse por alguna.