Secuestrado en el deber

Miró a uno y a otro alternadamente antes de decidirse por saludar a Nadir con la mano, bajando el rostro a su celular para escribir.

"Si el helado es después de que haya comido algo de verdad"

Advirtió mirando a Nadir, ignorando la referencia a su supuesta amistad.

"Supongo que vendrás a comer con nosotros"

Y he allí el dilema, se suponía que comerían en casa hoy, pero con nadir allí, no sabía que tan bueno era so, tal vez dependería mas de lo que Mish dijera que otra cosa, por lo que le preguntó:

"¿A dónde quieres ir a comer?"

Estaba por escribir su respuesta cuando recordó la ultima vez que estaban en el carro y deseo decirle algo así.

Miró a la persona con la que iba y bajo la mirada para escribir en su celular:

Lo miró en una forma de advertencia ante el primer comentario. No quería que empezara a causarle problemas con Mishka, de por sí, el menor ya tenía malos habitos, no deseaba que Nadir le hiciera pensar que estaba bien con ellos.

Apenas tuvo tiempo de hechar un vistazo por el retrovisor para ver si Mish parecía estar en desacuerdo con lo dicho, pero al parecer no, algo así había dicho seguramente. A la otra no preguntaría.

"No presiones, Florit. Recuerda que seré yo quien cocine lo que vayas a comer."

Fue lo único que dijo antes de tomar el camino a su casa.

No contradijo al mayor porque... basicamente era lo que había dicho, en lugar de eso, había tenido que ocultar una sonrisa que amenazaba con convertise en risa por los comentarios del amigo de Beltrán.

Era raro, pero divertido.

Se rió bajito, casi sin soltar sonido, cuando Nadir tocó su nariz, no tanto por el gesto de mayor, sino porque se notaba que trataba de hacer enojar a Beltrán y, de alguna forma, eso era gracioso para él, ver a su papá ser sacado de sus casillas de vez en cuando.

¿Por qué estarías tan seguro?

A MishKa al menos parecía agradarle ese tipo, a él no, pero si Mish no tenía problemas con andar al rededor de Florit, ¿cómo darle un mal ejemplo? Sobre todo si era él el que siempre le decia que debía tratar bien a las personas y poner de su parte y... un montón de otras cosas que ahora volvían para tener que tragarse sus palabras y dejar al amigo de su hermano ser.

Agradeció que el camino de la escuela de Mishka a su casa no fuera realmente largo, al menos no en auto, pues llegaron si demorar mucho. Se estacionó y le dio indicación a Mish de que se adelantara, esperándose a que bajara del auto para mirar serio a Nadir.

"Estoy intentando que sea más tolerante con las personas, si sigues buscando que pierda la paciencia, pensará que no tiene que hacerme caso. ¿Podrías cooperar un poco?"

Después de haber bajado del auto se había ido directo a su habitación dejar allí su mochila, se lavó las manos y husmeó en el refrigerador para tratar de adivinar qué haría esta vez Beltrán para comer, sin hallar pistas reales, por lo que, olvidándose de cerrar la puerta, fue al comedor para tomar una silla y ver en la alacena qué es lo que había, para ver si sería algo que le agradaría.

Esperaba que Beltrán hiciera una crema rica, tal vez una de brócoli, hacía mucho que Beltrán no hacía esa crema. Tal vez pasta, ¿había espagueti? Esperaba que no quisiera hacer algo como carne roja... o pescado. ¡Que asco!

Vio a Nadir bajarse del auto y para pronto se llevó una mano a la frente, apretando sus sienes con los dedos, tratando de estar tranquilo, prometiéndose tratar de llevarse bien con él otro por hoy y... lo que fuera.

Respiró hondo y salió del auto también, cerrando y poniendo alarma antes de entrar a la casa para ver que Mish ya se le había adelantado usando sus propias llaves y que... le estaba haciendo un desastre la cocina, no porque sacara cosas, sino dejando las puertas de todo abierto, una costumbre que en el mejor odiaba realmente.

"Mish, cierra las puertas cuando dejes de usar algo"

Comentó algo exasperado, pero tratando de estar calmo, yendo él a cerrar el refrigerador, mirándolo.

"¿Qué quieren comer?"

Miró a Beltrán pro un momento, sin parecer inmutarse siquiera por el suave regaño, volviendo a ver en la alacena...

Se puso de puntitas en la silla y alcanzó el espagueti, luego bajo... y tuvo que volver a subir para cerrar las puertas de la alacena y luego dejar el espagueti a un lado de la estufa. Abrió de nuevo el refrigerador y sacó algo de brocoli, leche, queso... ¿qué más?

Cerró la puerta de momento y dejó de nuevo las cosas a un lado de la estufa para ver en los especieros algunas hiervas para poner, decidiéndose por un par del cual había olvidado el nombre pero que sabía que le agradaba porque recordaba su forma.

Vio a Beltrán y esperó que interpretara los ingredientes e hiciera algo con ello. Y, claro, que lo dejara ayudar.

De verdad, ese niño cada vez le salía con cosas más raras. ¿Brocoli, espagueti y queso...?

Suspiró asintiendo, mirando las cosas en la cocina antes de irse a lavar las manos, mirando a Nadir por el rabillo del ojo.

"¿Quieres probar las ocurrencias de Mishka o prefieres algo más? Hay más cosas"

Apenas pareció tener la aprobación de Beltrán, fue a sacar una olla para hacer el espagueti, la enjuagó y puso el agua a la medida que recordaba bien, teniendo apenas algunos problemas para levantarla, pasándose la Beltrán para que la pusiera sobre la estufa, empezando rápidamente a buscar los utensilios de comida que le serían de ayuda.

Beltrán cocinaba muy bien, pero Mishka se atrevía más con las recetas, aunque sus ocurrencias no siempre fueran lo más rico, Beltrán parecían saber casi siempre cómo arreglarlas... o podía prepararles a ambos otra cosa en unos 15 minutos.

Lo miró dudando un momento, pero decidió que si él se arriesgaba no era su problema, por lo que simplemente miró lo que hacía Mishka para seguirlo, empezando a pensar de una vez qué haría además de eso. Quizás algo de carne, porque dudaba que Nadir y él tuvieran suficiente con sólo pasta y... ¿crema?

Pasta, suponía.

"¿Vas a hacer crema de brócoli?"

Si de por sí Mish casi no hablaba, con visitas, menos. Era siempre tener que estarlo forzando a empezar a hablar y a veces le parece tremendamente cansado.

"¿Quieres contarle a Nadir como te fue en la escuela?"

Había asentido a la primera pregunta de Beltrán con una sonrisa que se borró casi al instante para la segunda, mirando al otro hombre allí, alzando una ceja con una expresión similar a "¿está hablando en serio?" para pasar a mirar a Beltrán de nuevo... Al parecer sí.

Entonces frunció el ceño al rubio, mirándolo en forma acusadora.

¡Él sabía que no le gustaba hablar!

"No"

Fue la única respuesta, porque por fortuna, para los monosílabos no tenía problema.

Ese par de repuestas no se las esperaba para nada.

Si bien primero se vio llamando la atención de Mishka por la maleducada respuesta, después se sintió casi espantado ante la amenaza del mayor. ¡Esperaba que estuviera bromeando!

"Debes ser más educado, no es cortés contestar de esa manera"

No quitó el ceño fruncido, sino que dejó las cosas de la comida donde estaban para ir por su mochila para sacar una libreta para ir a sentarse a un lado de Nadir y empezar a escribir en ella para que leyera.

"La maestra de la primera hora se la pasó molesta porque mis compañeros no llevaron la tarea. En la hora del descanso, un niño estuvo molestándome porque quería que fuera a besar a una chica, ¡pero ella no me gusta! Saqué 82 en mi prueba de la quinta hora, salí y Beltrán me recogió y lo vi a usted y... ya."

Lo dejó un rato así, esperando que el otro leyera antes de tomar de nuevo la libreta para escribir en letras más grandes y con trazos más rudos algo para mostrar a su tutor: