Clase de cocina

Le llamó la noche anterior, le había invitado a su casa ya que aquella vez que se habían encontrado en el río, en esa supuesta cita orquestada por los amigos de ambos el joven se ofreció a enseñarle algunas recetas de cocina; tenía ese día libre así que huyendo de su pereza y decidía se animó a solicitar su ayuda, esperaba claro no ser una molestia para el peliazul.

Su casa estaba limpia, la cocina reluciente y bien surtida… no tenía idea de lo que intentarían hacer al final, esta vez no llevaba traje ni nada similar, estaba con el cabello echado para atrás pues seguía húmedo, playera blanca y pantalón casual oscuro, el tipo de ropa que solo usaba para estar en su casa solo. Cando sonó el timbre fue directamente a abrir sin espiar por la mirilla, sólo esperaba a una persona.

-Hola Yves-

Cuando recibió la llamada se sorprendió un tanto debido a que no espero recibir aquella llamada por aquel día, pero acepto ya que no tenía nada previsto para esa hora así que podía pasar por la casa de aquella persona para ayudarle a aprender algunas cosas. Debido a que no estaba cien por cien seguro de la forma de aprender del otro decidió llevar unos recetarios así también sabría que clase de comida le gustaba para enseñarle a preparar cosas de su gusto.

Su cabello iba sujetado en una coleta alta algo que normalmente no se le veía y eso era porque le causaba molestaría a su cuello, el sentirlo demasiado descubierto le daba una sensación, bueno simplemente no le gustaba mucho, pero debido a su trabajo nocturno era mejor tenerlo atado desde ese momento, su vestimenta era casual una camisa de manga corta y un pantalón ambos en tono azul oscuro. -Buenas.-, Saludo a verlo abrir la puerta.

-Que bueno que pudiste venir ¿No te estaré quitando mucho tiempo, o si?-

Sonrió mientras se hacia a un lado para dejarle entrar, cerró la puerta y entonces reparó en el cabello del chico, se veía bien así, le siguió admirando su cabello un rato antes de llevar una mano a su flequillo apartándolo un poco de la frente.

-Vaya, te sienta bien el cabello recogido… ¿Te ofrezco algo de tomar?- caminó hacia la cocina abriendo el refrigerador para ver qué tenía para ofrecerle… -Dime… ¿qué me enseñarás hoy?-

-No se preocupe también tengo tiempo libre sólo un compromiso más tarde.-, Declaro con tranquilidad para que no se considerada una molestia en esos momentos. -Gracias.-, Dejo un tanto apenado, esos detalles sobre su cabello recogido era lo único que no se acostumbraba, le enseño los recetarios adelantándose a su pregunta.

-No estaba seguro de que manera se siente más cómodo así que he traído unos recetarios por si se acomoda mejor siguiendo indicaciones precisa... Lo mejor seria preparar unos de sus platillos favoritos o de que le tome más gusto de esa forma podrá tener mayor iniciativa y se le hará fácil el proceso.-

Tomó dos vasos de vidrio medianos, para el menor y uno para él mientras se acercaba a ver los recetarios, eso era útil, quizás considerase el comprarse alguno un día, seguir instrucciones parecía sencillo, pero sin duda no era tan divertido como el cocinar con alguien más a tu lado.

-Mmmm… que será?... hagamos algo para los dos ya que espero te animes a comerlo, entusiasmado estoy y en serio agradezco tu ayuda… después de todo eres mi tutor- declaró divertido mientras dejaba el vaso en las manos del peliazul- ¿Te apetece un poco de vino? … o, quizás no te guste… si lo prefieres creo que también hay jugo…-

-Acepto el jugo.-, Declaro hacía el mayor, no se aventuraría con el vino en esos momentos, miró los recetarios bueno había una variedad de platillos pero se preguntaba cual sería el mejor y decidió hacerse de la decisión curioseando.-¿Puedo mirar su despensa?, Eso nos ayudaría a concluir cual sería el mejor platillo para hacer.-

Se fue hacia el refrigerador de nuevo para sacar el jugo, era de uva, esperó que el sabor no fuera un problema, sirvió en los dos vasos y los llevó a la mesa de la cocina mostrándole a Yves la cocina con un gesto de su mano.

-Adelante, con confianza… confío en ti plenamente para esa decisión…-

Se acercó a le suavemente un momento.

-Aún es difícil tutearme ¿no?- sonrió amablemente mientras iba hacia la sala –Pondré un poco de música si no te molesta…-

-Lo siento, aun se me complica un poco.-, Camino hacía la cocina, se acerco a mirar curioseando en todo lo que tenía viendo la cantidad así como la variedad en presentación de cada articulo presentado, se dio cuenta que parecía que había surtido para aquel momento eso era bueno podían hacer una pequeña variedad de platillos. -¿Croquetas de pollo le parece bien?-

-Esta bien, descuida… espero que con el tiempo sea más sencillo, cuando logres hacerlo sin pensar… me sentiré muy contento…-

Se fue a la sala y conectó su memoria al estéreo, de inmediato inundo a un volumen suave un poco de música clásica, mezcolanza de interpretes y versiones, desde solos, orquestas, hasta eléctricos… podría decirse que se trataba de un popurrí de música de fondo.

-Uhmmm suena rico…- admitió regresando a la cocina, mirando al peliazul recargado en la puerta de la misma.

-Espero podre darle aquella alegría pronto.-, Declaro con sinceridad antes de sacar los ingredientes necesarios a ver su idea acepta, lo fue ordenando en la mesa uno por uno para asegurarse de tener todo a la mano, bueno era un preparación sencilla, y dinámica así que por eso le pareció adecuada, además de que si se preparaban de más siempre se podían dejar en congelación. -Lo son, además de que también sera un buen inicio debido a su preparación por el momento no sera tan confuso.-

Sonrió remangándose y acercándose curioso a mirar los ingredientes que tenia Yves y el cómo lo había acomodado, los memorizó para cuando tuviera ocasión de repetir aquello por si mismo, y se alegró de tener tan buena memoria para algunas cosas.

-Bueno, soy todo tuyo… por dónde empezamos?-

Sonrió acercándose al peliazul y colocándose a su lado para enfatizar más sus palabras.

Cuando todo estaba en mesa termino de dejar a un costado para que otro quedara limpio para la preparación y así no tuvieran que moverse mucho, limpio su manos antes de escuchar sus palabras, paso a tomar una cebolla. -Lo primero es picar la cebolla en pequeños cuadros.-, Limpio la cebolla antes de hacer un corte y mostrarle mas o menos de que tamaño seria aquellos cuadro, le dejo eso mientras fue desplegando el papel plástico del empaquetado de aquel pollo molido, no lo abrió de todo pero lo dejo a un lado a medio abrir para que no fuera tan difícil cuando fuera a usarlo. -Luego freiremos un poco la cebolla.-

Sonrió encantado por la idea, su cocina estaba más que equipada para que alguien se adentrase en ella y para variar la usara, pero en esa casa, a lo mucho se encendía la cafetera o era atendida por la mujer del servicio que la mantenía siempre limpia; era un gusto pensar que al fin podría al menos intentar usarla.

Miró atentamente los movimientos de Yves y trato de seguir sus instrucciones, no le iba tan mal, aunque lo hizo mas lento que el peliazul y mucho menos uniforme… aunque bueno, si no se miraba atentamente no se notaría.

-Listo…- dijo mientras señalaba la tabla de picar y mostraba a el joven una sartén algo amplia –Esto servirá?-

-Si, eso estará bien.-, Le contesto viendo también que ya había terminado con la cebolla, tomó el sartén que le señalo agregando una leve capa de aceite poniéndola a fuego bajo. -Ahora debemos de dejar que se caliente un poco el aceite antes de agregar la cebolla con una pizca de sal, le vamos a dejar hasta que quede algo dorada antes de agregar la carne.-, Le ibas explicando, bueno en realidad no sonaba tan complicado al menos por ahora no parecía así y esperaba después no confundirlo.

Se limitó a seguir las instrucciones del joven tratando de encontrarle la lógica a todo lo que hacían, le asaltaba con preguntas de cuando en cuando, porqué cebolla… si había un tiempo específico… tomaba notas mentales, le pasaba las cosas y se divertía en el proceso pese a alguna inoportuna gota de aceite caliente o la sensación de escozor en los ojos por la cebolla.

-Ahora que lo haces aquí no me parece tan imposible… ¿Sueles cocinar a menudo?-

Le dejo aquello asegurándose a que la flama no fuera muy alta. -Si, siempre que tengo el tiempo disponible me encargo de la cocina, aunque es muy raro cuando el tiempo no me da basto para hacerlo.-, Contesto, no era tan raro en realidad tomando en cuenta que vivía con alguien así que una forma de agradecerle era hacer las labores de las casa, aunque debía de dividir todo con el tiempo de sus trabajo y clase. -Tras mi regreso al orfanato fue unas de las cosas que me ayudaron a seguir.-

-Estuche de monerías te queda corto eh… te haces cargo de tantas cosas externas, trabajas un montón, te ofreces de voluntario en el orfanato, echándote encima un montón de actividades y te sobra para hacerla de chef de cuando en cuando?... vaya Yves, si no fueras tan joven me casaría contigo…-

Comentó en clara broma como forma de halago mientras se acercaba a Yves y le echaba detrás de la oreja un mechón delgado de cabello que le acariciaba la mejilla, buscó su vaso para beber un poco de su jugo sin descuidar su trabajo.

-¿A seguir?... ¿Puedo preguntar a qué te refieres?

Le agradeció por tales palabras, era muy generoso de su parte decirle eso, aunque no creía que fuera tanto tal vez porque se acostumbro a ser nada cuando su "padre" falleció, pero, lo que apenas y le robo una leve sonrisa de los labios fue aquel comentario. -...Descuide seguro encontrare alguien con más cualidades que las mías y que quedara impresionada en el primer momento que lo vea.-, Le indico cuando era momento de agregar la carne para que se mezclara con la cebolla.

-... Tuve problemas cuando en mi familia adoptiva paso un accidente donde perdió la vida mi "padre".-, Comento, mientras servia un poco de leche en un vaso de la que se utilizaría y apartaba la harina también. -El tiempo después de es pasaron cosa... Así cuando regrese al orfanato era diferente en varios sentidos, las madres preocupadas me ayudaron con diversas actividades... Para que deseara continuar mi vida.-

-Y éste chico maravilloso es el resultado de todo ello… ¿No es así?... creo que en ese caso ellas hicieron un maravilloso trabajo criándote… y enseñándote tantas cosas… es difícil imaginarme a un Yves sin la voluntad de seguir… lo que más brilla de ti es justamente que siempre parecer seguir avanzando, a saber como…-

Lo comentó dando un par de palmaditas en el hombro del chico antes de ponerse a ayudar con lo del sartén y darle vuelta a la carne para que se revolviese con la cebolla que ya estaba sazonada.

-Llevas una vida admirable… seguro todos los que te han querido se sienten orgullosos…-

-Si, En gran parte.-, Declaro, Eso era algo que realmente debió, no, más bien aun ahora le agradecía, bueno también fue algo... Decirlo expresamente no era demasiado expresivo, pero de cierta forma lo malo también le ayudo a crecer o al menos eso era una de las cosas que se decía para que todo siguiera de cierta forma bien. -Espero que sea de esa forma si es así al menos sentiré que le retribuyo algo.-

El menor hablaba de alguien en particular, al menos lo había hecho evidente en un par de ocasiones ya… pensó en cuando había hablado con él… se referiría a su hermano gemelo?... se sacudió las manos una contra otra unos momentos mientras le miraba la espalda.

-Hablas… de tu hermano… no es así?...-

Cuando escuchó aquella duda lo miro. -...Si...-, Asintió de cierta forma a su gemelo le debía más, aunque en realidad no se dio cuenta que hablaba tan en singular, era como si inconscientemente dijera que sólo le importaba una persona, lo cual no era de todo falso en realidad así que mejor dejarlo de aquella forma. -En cierta forma él fue el mejor apoyo que pude tener.-

El peliazul había tardado en responder, al menos eso le había parecido, se recargó de espaldas a la pared de la cocina, se debatía entre preguntarle o no al respecto, carraspeo un poco mientras daba un par de pasos acercándose a él.

-Mmmm… ¿Me podrías contar un poco sobre él?... si no es demasiado indiscreto de mi parte, claro…-

No espero que quisiera saber, aunque debía de pensarlo a final era lo más común. -Mm, bueno, en apariencia muy similares, aunque algo normal en los gemelos.-, Empezó, aunque no sabía realmente que decir, nunca solía hablar demasiado de su hermano, era preferible evitar cierto detalles por lo cual cuando podía no sacaba tanto el tema, pero tampoco era que lo ocultara, era también imposible negar su existencia debido a lo estrecha de su vida juntos. -Aunque personalidades completamente diferente, como polos opuesto, nuestra mayor similitud seria la preocupación por el otro, fuera de ellos creo que todos nos diferenciarían inmediatamente...-

-Me cuesta mucho creerlo…-

Se acercó a la mesa antes de pedirle indicaciones a Yves para continuar con lo que estaban haciendo, el hecho de ocupar sus manos no implicaba que no pudiera llevar una conversación con el peliazul, además… pensaba que si estaban ocupados el hablar sobre ese tema sería mucho más sencillo.

-¿Cómo describirías una personalidad opuesta a la tuya?-