Plan de Conquista

Lo observó con cierta incomodidad al sentir aquella mirada demasiado...demasiado intimidatoria sobre su persona. Un brillo curioso se enceló en los ojos azul zafiro mientras el tenedor quedaba estático dentro de su bocaAlgo no iba bien y se estaba percatando de ello,no hubo un sonrosado inmediato en sus mejillas pero su voz se notó algo nerviosa al hablar...

-Puedo ver que te gusta interpretar y estoy seguro que has llegado lejos por tu talento...tal vez superando la envidia ajena de otros igual de ambiciosos y que buscan triunfar en su profesión...¿cierto?

Lo segundo a lo que acudió fue a la bebida, intentando suavizar ese nudo que notaba en la garganta y no dándose demasiado cuenta en que corría el riesgo de abusar demasiado del alcohol, puesto que parecía más entretenido en calmar los nervios. Y es que esta vez era diferente, le estaba provocando sentimientos en él que le costaba comprender y se sentía hasta que podía entender a Mikail, por que para su sorpresa encontró cosas en común.

-Razones para desconfiar de los que te rodean...-de pronto su mirada se ausentó, su mundo era así y su camarada lo había traicionado, un espía igual que él que en teoría era de los buenos.-No debe ser facil vivir así...estar confinado a algo por obligación, no es lo mismo que poder elegir.

-Te equivocas, los otros me traen sin cuidado alguno, esto sencillamente es algo que me apasiona, fuese famoso o no, tuviese que ser yo mismo quien inviertiera en los proyectos que me atraen, lo haria, siempre he pensado que si algo te gusta lo suficiente debe de darte resultados positivos.-

Los ojos se estrecharon aun mas, mirando fijamente aquella mirada que se perdia en una especie de recuerdo, no podia leer nada mas ahi que no fuera un pasado que podia atar tranquilamente con las palabras de aquel chico, algo en el...

-Fuiste traicionado por alguien no es asi?.-

Retrocedio un poco, apoyando la espalda en el respaldo de la silla, tomando la copa, saboreando el licor que contenia.

-Podria apostarme lo que quisieras a que algo asi te ha pasado...-

Miro despreocupadamente en direccion de la ciudad, pensando lo que pasaria, lo que haria de ahi en mas.

-Pero puedes correr mas o menos suerte dependiendo de la situación y de tu destreza para salir mas o menos airoso.

Comentó a lo dicho ante la seguridad que mostraba el mafioso, él también conocía muy bien lo que era estar seguro de algo y ver como tus planes, todo lo previsto se desvanece estrepitosamente. Su mirada no tardó en ausentarse de nuevo recordando los viejos tiempos y a su compañero. Estaba claro que había sido muy evidente y ya no lo podía ocultar del todo, solo podía esperar a que Mikail no le preguntara del resto o tendría que buscar una buena coartada.

-Uno va aprendiendo de los errores , solo que a veces uno no puede elegir que hacer sino solo hacerlo.-Murmuró suave y dejando el resto, no tenía demasiadas ganas de hablar de ello.-Me gustaría dar un paseo.-lo observó de pronto después de echar una ojeada a su plato.-me refiero al paseo que me prometiste...¿ya has acabado la cena?.

No podía comprender lo que estaba haciendo ni mucho menos el por que, pero si le daba un poco el aire de seguro se sentiría mejor. Sabía que en ese instante no debía temer por su vida, que estaba seguro de algún modo y podía confiar en Mikail.

-Quedaba una ronda mas y el postre, pero si deseas salir a las calles, estara bien.-

Miro el contenido de la copa, dando un ultimo trago al liquido de color ambarino. Puso los cubiertos sobre el plato de manera sutil, la cuenta la habia dejado liquidada en el momento en que hiciera todos aquellos encargos para seducir a Edison, era una lastima que el postre se desperdiciara sin duda alguna.

-Te dejaras llevar justo a donde mis pasos nos guien?.-

Se levanto, mirando al otro con un aire retador y tranquilo, con esos ademanes de playboy que habia ganado en su paso por la fama. Le daba una ventaja, ahora que parecia un tanto vulnerable.

-Gracias...-murmuró suave limpiándose con suavidad los labios y notando que el sabor a vino quedaba impregnado en ellos, lamiéndolos con sutileza. No sabría cuando volvería a probar una comida de calidad como aquella, pero seguramente pasaría mucho tiempo antes de poder volver a hacerlo.

-Eh?...-los ojos gatunos quedaron en blanco ante el acercamiento ajeno y aquella sonrisita retadora.Reto, el corage se apoderó del ligeramente notando un calor interno directo a sus mejillas y de pronto sintió que aquel comentario lo había puesto de buen humor.

-Demonio...¿ahora me dirás que es peligroso quedar contigo?...tampoco soy un ángel, te mantendré vigilado y así estaremos a pares...¿te parece?-sonrió de medio lado y se colocó a su altura, tal vez lamentando un poco no terminarse la cena, pero la noche estaba espléndida y quería disfrutarla en su paseo.

-Mmm... Tu piensas que puede ser peligroso?.-

Regreso la pregunta con esa mirada de confianza, estaba mas que claro que Mikail sin lugar a dudas estaba planeando algo y sobre todo algo que haria caer a ese pequeño y adorable mentiroso. Llamaba su atencion sin lugar a dudas e iria a todo por el, pero tambien estaba el lado maquinador del mafioso que le insistia en saber perfectamente quien era el otro.

-Mantente alerta y no dejes que te atrape entonces...-

Susurro cuando le paso un brazo por la cintura con suavidad, para guiarlo directo a la salida de aquel local.

Se sentía fuera de lugar, nunca había experimentado lo que significaba gustarse entre hombres y lo sentía igual y al mismo tiempo diferente que el estar con una mujer. Solo que en su caso era claramente el mayor quien tenía más conocimientos adquiridos sobre ese tipo de relaciones y Edgard era el novato, en todo, tan novato.

-Esper...-tragó ese nudo en la garganta bastante apurado al notar como lo llevaba, pero dejando continuar a Mikail hasta la salida y otra parte del pidiendo que parase, que aquello no era lo que debía hacer. Solo sabía que el mayor lo llevaba de la cintura y lo apenaba la idea de ser visto por otros así. Se le notaba tenso, fue salir por la puerta y frenar asustadizo, bajando la mirada nervioso y sin saber que hacer o decir. Se sentía realmente raro todo aquello y no podía comprender por que no encontraba esa seguridad en él, en sí mismo y era frágil como el papel. Debía estar todo controlado, todo perfecto, su plan no debía fallar solo que aquello no formaba parte del plan con Alexander.

-Lo siento, es solo que...no se si puedo...-con las mejillas sonrosadas encaró a Mikail y frunció el ceño, estaba preocupado tirando sin querer del cuello de su camisa.-no se si puedo hacerlo.

Por que para empezar no debería sentir esto...

-Si estas asustado solo con esto tendremos problemas serios ambos.-

La voz denoto algo aparentemente triste y apenado, pero aquellos ojos estaban encendidos y chispeantes, era mas que claro que Nikolai estaba tranquilo y hasta cierto punto divertido, empujo un poco mas aquel cuerpo, justo por el frente de aquel sitio exclusivo, donde repentinamente un sin numero de flash se dejaron sentir.

-No te dejare escapar Ed, este juego ha comenzado y voy tras de ti.-

Le tomo de la barbilla, besandole determinadamente justo frente a todas esas camaras, nada fuera del otro mundo para Mikail que acostumbrado como estaba a ese medio, que paparazzis lo acosaran no le sabia a nada, pero meteria en serias di ficultades al mas joven.

-Ven conmigo ahora o te comeran vivo.-

Susurro suave en el oido de el albino, apresandole por la cintura con mas fuerza en una posicion ya de por si comprometedora. Señalo en direccion de toda esa muchedumbre mientras varios sujetos vestidos de negro les hacian una especie de barrera en direccion donde la limo del ruso les esperaba, habia planeado aquello aunque la repentina intension de Edison adelantara los planes.

-Problemas...¿que problemas? ....¡¡Maldición!!...-observó con pánico aquellos flashes, escuchando, buscando a Mikail en algún lugar cuando escuchó sus palabras y notó como alzaba su rostro para besarlo. Los ojos azules vibraron al sentir la unión de sus labios, sonrosándose violentamente pero al mismo aligerando los nervios ante la situación.-Mikail..

Lo llamó sin saber por que, cuando en medio de todo ese tumulto de gente su vista siguió la dirección que le señalaban. Los matones del ruso ahora lucían como los ángeles de la guarda, al menos momentaneamente. Huyó en aquella dirección como le había indicado, logrando entrar en la limusina cuando apenas otro flash lo hizo enojar de verdad. Edgar no tardó en golpear al molesto reportero dejándolo K.O. antes de lograr cerrar la ventanilla.

-¿Tús paseos son siempre tan tranquilos?...-gruñó colérico.

En la floristería tendría problemas, vaya si los tendrían, en cuanto alguno de aquellos malditos paparazzis lograra saber donde vivía o donde trabajaba, la cosa se le complicaría. Acostumbrado a mujeres como estaba aquello le supondría un cambio radical en su vida, un giro de 360 grados y sin exagerar. ¿Pero acaso había marcha atrás? él se lo había buscado por aceptar la cita desde el principio, lo que comenzó como un reto para probarse a sí mismo ahora se había convertido en un lugar de arenas movedizas, donde en al más mínimo descuído, podría ser engullido y desaparecer para siempre.

-Si, podias esperar menos?.-

Menciono claramente divertido por la actitud de Edison ahora, no habia pasado desapercibido para su ojo el sonrojo que le sacara y la fuerte impresion que el mas joven se habia llevado y para satisfaccion suya el verlo golpear a uno de los reporteros habia terminado de aderezar algo que sin duda alguna era una delicia.

-Siempre eres tan violento?.-

Se recargo un poco, estaba mas qeu claro que el ruso estaba satisfecho con todo lo que recien pasara, el chofer se movia como un pez en el agua dentro de aquel trafico, casi habian perdido a todos esos molestos bichos que amenazaban con seguirlos. Despues de todo llevaba a uno de sus choferes personales.

-No te preocupes, seguro se les pasara enseguida el furor que has causado ahi afuera... te apetece ir a la playa?, a estas horas seguramente esta desierta.-

Se le notaba menos formal, pero mantenia el mismo porte severo y tranquilo de momentos antes.

-No bromees Mikail...pero no estoy acostumbrado a rodearme de tanta gente y menos obsesiva.No suelo ser violento, pero tanta gente me pone nervioso...

Murmuró eso último algo más bajo, por que para él aquellos fotógrafos no eran cosa que acosadores, ahora más que nunca había sentido en carne propia una pequeña parte de lo significaba ser famoso. Rodó su mirada a través del cristal oscuro, creyendo que no vería mas flashes, pero algunos eran tan estúpidos que continuaban sacando fotos al coche y eso que ellos no podían ver nada a través del cristal blindado.

-¿Furor?...están locos...-jadeó notando que recuperaba su calma poco a poco, decidió ya restarle importancia al asunto acomodándose mejor en el sillón y mirándole por el rabillo del ojo.- La playa estará bien...no soy muy exigente con los lugares románticos...

Sonrió de pronto algo modesto, gradualmente Mika parecía más cercano. No vivía de grandes lujos pero debía admitir que aquel cochazo era bastante cómodo. Curioso ojeó un botón cercano, no tardó en tocarlo antes de que alguien le regañara y de la pared salió una pequeña plataforma para apoyar vasos y copas.

-¿Esta limusina está personalizada o son imaginaciones mías?...-se le quedó viendo algo estupefacto, no tenía pinta de ser una de esas que podían arquilarse por horas.

-Pude notarlo perfectamente... es bastante interesante de cualquier forma la manera en que lidias con la presion sin duda alguna.-

No pudo dejar de emitir una ligera risita, solo observando al menor de reojo, miro como se ponia curioso con algunos botones de la limo y arqueo una ceja cuando con sorpresa saco el portavasos.

-En efecto... tenia que usar algo personalizado, practicamente por seguridad propia.-

Le sonrio acercandose hasta donde estaba, como evitando ese pequeño hueco que se hacia entre ambos por culpa de los espaciosos asientos.

-Me saldra barato salir contigo si eres asi de sencillo, eso es nuevo sin duda alguna...-

Le acaricio un muslo, dejando la mano recargada en la pierna, los ojos escrutadores se enfocaron en la vista ajena.

-No terminamos una conversacion alla atras, o me equivoco?.-

-No podía hacer algo mejor, en serio...huviera sido capaz de entrar por la ventanilla y no literalmente hablando...-alegó en su defensa.-con todo te hice un favor, de las muchas fotografías comprometidas que te hicieron te libré de alguna...dime una cosa...no pretendías llevar tu fama solo como hetero...¿cierto?.

Se le quedó viendo a modo de reproche, había sido demasiado evidente y aquel rico beso que si bien lo calmó, ahora recordarlo lo alteraba. Jadeó pesadamente mas tranquilo, ojeaba aquellos botones como un gato curioso cuando cuando el mafioso volbió a la carga, ofuscando al espía.

-Hum...-No tenía por que armar drama interiormente, tan solo era una mano posada en su muslo. Pero algo tan simple ya era capaz de hacerle sentir intimidado, cada vez que lo tocaba, cada vez que le hablaba cerca del oído o lo miraba justo cmo lo hacía ahora, era como si Edgard no quisiera alejarse de ese contacto y al mismo tiempo hacerlo. A pesar de conocer quien era, algo más fuerte a todo estaba ganándole terreno.

-¿De las muchas que teníamos?...-preguntó claramente nervioso, por que la primera que vino a su mente fue la de Mikail advirtiéndole que estuviera alerta.

-Jamas he tenido lio alguno demostrando mi inclinacion sexual... soy bisexual despues de todo.-

Esa mano se deslizaba en momentos por aquella pierna, casi de forma intima, sutil y sin rebasar un limite imaginario que el mafioso ruso se pusiera, era todo parte de un plan bien elaborado y el lo sabia, lento, poco a poco, cual cazador tras la presa estaba acechando al mas joven.

-Quien eres... que quieres en realidad... o mejor dicho que esperas obtener...-

Le habia tomado el menton, para ver aquel rostro, sintiendo el calido aliento.

-En verdad que eres muy hermoso.. te lo habian dicho antes?, Edison... ese es tu nombre?.-

-Bisexual...-murmuró más bien para sí mismo. Hasta ahora el no se consideraba bisexual, fué todo a raíz de cuando el mafioso se atrevió a besarlo, esperaba de todo menos sentir que alguien intentaba imponerse, como si le hicieran perder terreno. Eso lo ofuscaba o solo ese tipo lograba ofuscarlo, si era más bien eso.

-¿Perdón?...-frunció el ceño ante aquella pregunta y posó su mano sobre la que subía como si en un gesto silencioso le pidiera parar-Nnng...espera¡...

Se apenó más cuando lo tomó del mentón, echándose hacia atrás en un gesto de huída. Pero el espacio había sido reducido peligrosamente entre ambos notando ese molesto ardor en las mejillas. Lo estaba perdiendo, el control sobre si mismo, aquello debía parar por que no podía permitir a Mikail ondear más en él.

-Tengo un segundo nombre...que es Edgard...-¿que estaba haciendo?.-pero casi...nadie..lo conoce...-por que quería escucharlo en su boca, al menos una vez.-Y ahora bien...

De pronto su actitud cambió y se volvió firme , apartó la mano de su muslo y la pegó al cristal, sujetándola por la muñeca y escrudiño en sus ojos. - tú que pretendes?...¿realmente te supongo una amenaza en tu propio territorio?...-frunció el ceño.-deberías planteártelo.

-No... jamas me he sentido en peligro, pero el panico que presentas de repente es bastante lindo, al punto de que en verdad me gusta verlo en tu rostro reflejado...-

Habia sentido aquel toque, pero las orbes azul marino se hicieron mas profundas conforme escuchaba ypensaba en lo que salian de aquellos labios sexy's deseaba poseer a ese pequeño escurridizo, hacerle llorar entre sus brazos... algo le decia que no seria sencillo de atrapar aun cuando jugara mucho con el y eso le agradaba y le daba una sazon a ese juego de seduccion extra.

-Edgar.... soy entonces de los pocos afortundados?, me gusta...-

Susurro a un par de centimetros de aquel rostro, entre mas huia el mas joven, mas se acercaba, casi como si buscar devorarlo. Lamio sus propios labios, como si saboreara aquel nombre al pronunciarlo, mas bajo e intimo conforme lo repetia y mas cercaba el espacio entre ambos a modo de que Edgar no escapara mas.

-Edgar....-

Se sintió cohibido al escuchar sus palabras y con que tranquilidad las decía, una parte de Edgard sabía que no estaba mintiendo y decía la verdad. Frunció el ceño con bastante pena, no le era nada fácil luchar contra aquello.

-Tsk...oye tú¡...-se le notaba tenso, haciéndoselo notar seguramente al mafioso al apretar aquella muñeca que sujetaba contra el cristal. La seguridad en si mismo que el otro mostraba parecía darle pánico .Estaba acorralado y sacaba los dientes, no le gustaba sentir que lo dominaban, que podían hacerle perder el control con un simple toque. Ahora mismo podría jurar que odiaba la seguridad que mostraba el moreno en sí mismo, lamerse los labios frente a él terminó de crisparle los nervios -Jey¡...puede que seas uno de los pocos afortunados...pero no deberías tomarte tantas confianzas conmigo¡.

Dió un respingo en el sofá al notar que había tocado otro botón, tan solo instante su mirada se desvió comprobando como la ventanilla que daba acceso al chófer se cerraba, dándoles más intimidad.

-Waa¡¡...-el simple de hecho de saber que alguien quería degustarlo lo obligó hacerle una llave, no sabía exactamente como pasó , pero al despertar del pánico estaba sentado sobre Mikail y respirando agitado. En alguna parte consiguió girarlo, claro que la nueva posición no beneficiaba al espía precisamente.-¿que haces?...al menos podrías controlarte un poco¡¡...en que parte no entendiste que es la primera vez que estoy con un tío?

Protestó colérico, aquel ataque de pavor no apuntaba con ser el último.

-Para ser la primera vez que estas con un tio... lo haces muy bien.-

Le apreso de la cintura ante la posicion que tomaban, todo el movimiento en medio de aquel ataque de panico que parecia experimentar Edgar le habia causado gracia, el ataque de panico por alejarse y al mismo tiempo por inmovilizarlo habian hecho aquella curiosa maniobra y los cuerpos se habian rozado de mas de una manera que el mafioso de gustaba, ese cuerpo esbelto y bien formado, la calidez del mismo... y esa mirada confusa...

-En verdad estas haciendo esto inconcientemente.-

Toco descaradamente el cuerpo de el mas joven, mirandole burlon.

-Tsk...oye¡ no te burles...-de pronto acercó su mano y apretó el pectoral de Mikail varias veces como intentando demostrar algo.-los hombres aquí no somos nada sensibles, puede que tengamos más ventajas abajo...-se sonrojó violentamente al notar algo bajo él, estaba justo sentado encima.-en fin no lo sé...pero no es lo mismo, ini siquiera sé por donde empe...nnh..

Se sobresaltó un poco al notar como lo tomaba de la cintura y luego lo tocaba descaradamente. Mikail se lo había advertido, que debía estar alerta. Edgard no tardó en sentir un calor apresar su cuerpo poco a poco, desear algo más que una simple caricia.

-No¡...-gritó asustado, apresando aquella mano entre las suyas. Respiró agitado sobre él y entrecerró su mirada azulina un poco más calmado.-maldito, que me has hecho?...

Reclamó entre susurros, por que realmente deseaba saberlo, si no es que lo había drogado con el vino para estar tan sensible o Edgard ya no sabía como admitir que estaba perdido.

-Ahora has despertado aun mas mi curiosidad... has jugado alguna vez de forma conciente contigo mismo o es que tus amantes tal cual te das aires de don juan no han sabido darte un verdadero placer?.-

Arqueo una ceja mientras notaba como aquellas manos mas finas que las suyas le empujaban y esos sonrojos se extendian en mas de un sentido por aquel curioso rostro, las palabras que decia, la forma en que se movia, podia sentie con el simple tacto como aquel cuerpo comenzaba a quemarse, presa de sensaciones que quiza jamas habia experimentado tan violentamente.

-Quien te ha dicho en todo caso que no somos sensibles aqui?.-

Al decir aquellos los labios habian apresado sobre la prenda por intuicion mas que seguridad uno de los pequeños pezones que reaccionaban ante los toques de aquellos labios y dientes expertos que comenzaban a torturarlos, atajado como lo tenia de la cintura, lo acerco aun mas contra su cuerpo, enfrascado en aquella tarea que se propusiera.

-Piensas que soy tan ruin como para drogarte?.- Susurro quedamente, mirando de reojo aquella faz inundada de placer, se sonrio, solo por torturarle un poco.- Aunque... de haberlo hecho jamas te lo diria... aun si lo preguntaras...-

Lo observó algo sorprendido ante aquella pregunta, flechando a los ojos negros.

-Hum...claro que me he tocado, pero no he llegado tan a fondo...como pareces haberlo hecho tú¡...-murmuró alterado, forcejando un poco incluso ante su nerviosismo. No tardó en volverse a ver acorralado y observarlo asustadizo, sentirse en plena desventaja no era su fuerte y eso se le notaba. Estaba a punto de golpearlo cuando Mikail dió con la clave..-¡suéltame ahorm...nnng...¿es que quieres...alcanzar?...arg...nnng¡¡...no..para¡¡

Se mordió el labio inferior hasta marcar los dientes, arqueándose repentinamente ante la oleada de placer que recorrió su cuerpo. Se apenó al sentir como los pequeños botones se endurecían rapidamente ante los deliciosos mimos recibidos y en respuesta el forcejeo cesó. Jadeó profundamente entrecerrando la mirada, notaba ese ardor en sus mejillas y hambre en sus labios, deseaba probar algo, tal vez...

-Nnng...podría pensarlo...-murmuró suavemente, notando el cálido aliento del ajeno sobre su piel. No tardó en molestarse ante aquella confesión. En respuesta mordió fuerte su cuello, observándolo obstinado.-Muy gracioso, ten por seguro que buscaría el método de sonsacártelo...

Advirtió, negarle podría convertirse en un juego peligroso si le seguía gustando tanto como justo lo estaba haciendo ahora.

-Como planeas satisfacer a alguien si no has logrado satisfacerte tu mismo?.-

Menciono en un surruro sutilmente, los forcejeos de Edgard poco le importaban, hasta le daban un aire mas morbido, el joven que estaba sonrojado hasta las orejas se presentaba irresistible, con cada negativa en aquellos labios, el cuerpo se mantenia demostrando lo contrario, con la mano que tenia libre, acarico el vientre bajo las prendas de vestir una vez que colara los dedos finos y masculinos. Sentia lo lechosa de la piel, lo exquisitamente tibio de aquel cuerpo.

Permitio que reptaran aquellos dedos por el vientre y el pecho, pellizcando a su paso los tiernos pezones que estaban despiertos y sensibles y se erguian bajo la tela.

-Aunque... aun un sitio con el cual jamas he jugado en mi cuerpo, pero me encanta explorar en otros.-

La mano que sostenia el cuerpo gracil de Edgard se poso descaradamente sobre las nalgas de este, dejandole sutiles pellizcos en la carnosa piel.

-Quieres que te muestre lo que puedo hacerte sentir?.-

Susurro bajo y seductoramente en el oido ajeno.

Lo sintió susurrarle al oído mientras su cuerpo entraba más y más en calor, cerrando los ojos un instante al notar que aquellas caricias poco a poco lograban amansarlo, dejar que su negativa se alejara cada vez más y su nerviosismo se convertía en seguridad.

-Mmm...-se volbió a tensar cuando notó aquellos pellizcos en sus pequeños pezones, posando por instinto sus manos sobre la de Mikail, notando la tela que los separaba y le obstaculizaba poder agarrarla. Lo observó jadeante rozando inutilmente con las uñas aquellos intrusos que se abultaban en su camisa, modiéndose los labios mientras volbía a moverse inquieto sobre él. -Ugh...puede que si se sientan bien...pero no...

Notaba el calor emanar de su gargante la propia calidez de su respiración excitada, no podría dominarse mucho más si ese calor conseguía controlarlo. Un simple pellizco en sus nalgas lo sorprendió, esa parte de su cuerpo la desconocía por completo...

-Lo admito...mentiría si dijera que no me causa curiosidad saber...maldito...-lamió los labios de Mikail dejándolos húmedos, mordiéndolos por el contorno despacio y no cediendo a un beso apasionado hasta depués de unos segundos. Sus labios presionaron los ajenos, tomándolo de la camisa para internar su lengua al interior y degustar cada recobeco de su boca.

-Mmm...pero aún así te estaría permitiendo avanzar muy rápido...-se relamió los labios cortando ese pequeño hilillo de saliva al acabar, sus ojos felinos observaron al mayor con hambre, aquel otro lado que Mikail desconocía.-¿por que tiene tanta prisa tu gordo amigo?...-la punta de su dedo índice recorrió la entrepierna de aquel hombre tan hermoso, el primero que había deseado.-dame una buena explicación y a lo mejor lo medito.