Visita sorpresa

-En realidad no se ya que ha tantas posibilidades pero seguro que me sorprende.-, Le menciono con una sonrisa a sólo imaginar cuando escuchara la primera palabra de su pequeño, esperaba tanto esos momentos aunque también significaría que crecía mucho más, bueno era imposible que se quedara como bebe para siempre. -Si, especial para los dos.-

Esperaba que aceptara, deseaba agradecerle un poco más por todas sus atenciones y sólo conocía la música como un medio para ello. -Me alegra escuchar eso, entonces lo invito a pasar a mi pequeño estudio de música.-, Se levanto para guiarlo.

-La sigo-

Comentó mientras tomaba al bebé más firmemente contra su cuerpo y se ponía de pie para seguir a la joven, la casa era acogedora, un ambiente de hogar dulce en todo su esplendor, pensó que Ahmed con todo, era un niño con muy buena estrella.

El bebé parecía saber que harian porque estaba entusiasmado, moviendose en sus manos suavemente y balbuceando de lo más divertido, las mejillas regordetas del pequeño se elevaban en una sonrisa encantadora.

Le guió con pasos tranquilos hacia aquel pequeño recinto que guardaba cada unas de sus melodías, no era un espacio amplio pero no era necesario uno para disfrutar de la interpretación de una melodía y mucho menos para tratar de crear una con todos aquellos sentimientos que lo rodeaba, escuchaba los balbuceos de su pequeño que al parecer era el más animado de los tres.

-Cuando lo veo así de animado me hace realmente feliz pero también me hace preguntarme si él seguirá el camino de la música.-, Le menciono a Armand cuando volteo a verlo, le indico que tomara asiento mientras ella se acercaba al piano.

Le sostuvo bien en brazos mientras miraba el lugar y se sentaba con el menor mirando hacia donde estaba su mamá, este parecía de lo más encantado y podría apostar que no era la primera vez que la escuchaba… los niños son seres sensibles… perciben a la perfección los tonos de voz y por ende la música, no en balde se recomendaba que escuchasen música clásica las mamás antes de que sus bebés nacieran…

-Bueno, es posible… ¿Por qué no? tiene una pianista en casa… seguramente estará en contacto con ese mundo…-

Si por el fuera, estaría en contacto siempre… esperaba seguir manteniendo la relación con esa pequeña familia, llegar a tocar para el pequeño Ahmed… y si llegase a darse el caso, regalarle algunos instrumentos para niños cuando creciese más… talvez Armand estaba yendo muy lejos con sus planes e ideas, pero no lo podía evitar.

-Cierto es una gran posibilidad, mis padre también fueron músicos, ellos me enseñaron a tocar el violín y el piano, aunque me enamore más del piano, mi hermana era opuesta a mi ella adoraba mas el violín...-, Comento un poco de su familia, aunque seguro que era la primera vez en ese tiempo que volvía a mencionar a su hermana, no con tristeza, era más bien un recuerdo con alegría por recordar aquellos viejos tiempos donde podían interpretar algo en un dueto.

Sonrió sin atreverse a preguntar por la hermana de la chica, o siquiera por sus padres; sin embargo ante la mención del violín no pudo evitar removerse en su asiento, como los niños pequeños cuando saben una respuesta y levantan la mano casi queriéndola llegar al cielo para que el profesor se los pregunte a ellos antes que a los demás…

-Igual que yo…- susurró brevemente mientras esperaba a la joven, quería escucharla y deseaba también, si el momento se diese, llegar a tocar con la joven madre; el pequeño hijo de la rubia ahora permanecía relativamente quieto y sin hacer tanto ruido, como al a expectativa.

-Seguro hubiera estado feliz de conocerlo.-, Le menciono una sonrisa casi como dando por hecho de que su hermana estaría contenta por conocer alguien que le gustara interpretar el mismo instrumento con ella, seguro le hubiera ofrecido tocar con ella o simplemente hablar de cosas tan profunda que remarcaría porque amaba tanto aquel creador de música.

Miró a su pequeño y luego a su acompañante ambos parecía animado con lo que tocaría así que deseo darle la mejor melodía que pudiera interpretar, una suave nota salto sobre el silenció desplazándolo tan lentamente como la brisa nocturna cuando esta en calma, cerro sus ojos para que fueran sólo sus dedos los interprete de su corazón en tonadas que se tomaban de su mano para poder definir una melodía.

No había tristeza en los emitido por aquel piano porque no era lo que deseaba demostrar, buscaba sólo dejar la calidez de la alegría que buscaba ser una copia de una risa, de un abrazo porque no podía ser completamente imitado el sentimientos de estos gestos pero aun así sabiendo eso daba esos sentimientos rodeados en cada unas de las notas que iban en cada rincón de aquel espacio en una delicada danza.

Spoiler:

Sonrió como deseando que así hubiera sido, miró atento abrazando el cuerpo pequeño del bebé… la música, la música se deslizó hermosamente entre ellos, como ríos de dulzura… lo sentía el la piel, en cada fibra de su ser y en su corazón que gozoso ante ese momento hasta cierto punto intimo rebosaba con cada nota.

Nada más fiel para expresar tus sentimientos, nada más honesto… un instrumento no permite mentiras y no admite falsedades… el instrumento sólo cobra verdadera vida en manos de alguien que verdaderamente siente… que verdaderamente lo desea expresar.

Sentía a Ahmed vibrar como él mismo, de una emoción pura… aunque eso bien pudo haber sido su imaginación, se regaló con el calor de ese inocente cuerpecito sobre su regazo, y abrió los ojos agradecido de aquella melodía cuando la ultima nota acaricio el aire… Surak la madre dulce y pequeña que lograba acariciar con su arte…

-Hermoso…- susurró sonriéndole agradecido

Sonrió a escuchar aquellas palabras mirándolo. -Gracias, Me alegro que le haya gustado.-, Dijo felizmente por esa simple palabra de admiración hacía esa melodía, su pequeño también se escuchaba reír, dejando esos pequeños balbuceo al parecer todo contento por haber visto ese "concierto" o algo similar. Le gustaba verlo contento, seguro que era porque escuchaba música cuando estuvo en la espera de su nacimiento. -Me ha hecho feliz tener a tan buen publico.-

-Y para nosotros lo ha sido escucharle… una interpretación hermosa…-

No dudó al ver la reacción del menor, que podía hablar por ambos de estar agradecidos, el niño no dejaba de reírse, y eso era bueno… no había quizás espectadores más sinceros en cierta medida.

-Si me lo permite, la próxima vez que venga a visitarla traeré mi violín y tocaré para ustedes-

-Estaré feliz de escucharlo, seguro que su melodía es tan hermosa como su personalidad.-, Le menciono con una amplia sonrisa, varios decía que las melodía emitida por un instrumento era el alma así como una mirada, era por eso que se imaginaba que la melodía de aquella persona sería bella, seguro que estaría encantada con ella igual que su pequeño. -Ahmed también esta contesto de saber que pronto podrá escucharlo.-

-Me siento halagado…- respondió sinceramente mientras notaba a Ahmed revolverse en sus brazos hasta quedar con el rostro contra su costado, le acunó entonces pensando que el niño querría dormirse… porque ¿Los bebés dormían mucho o no?

-Jajaja… espero que lo esté y que no eche a llorar al escucharme…- quizás tocaría alguna nana para él en algún momento, le miró entretenerse un rato más con sus botones antes de empezar a bostezar, le gustaba aquella sensación de fragilidad y calidez entre sus manos.

-Quizás quiera ir con mamá, creo que esta a punto de dormir…-

Sonrió a escucharlo por aquel comentario, vio también que su bebe busco distraerse a negarse al sueño pero al parecer no resistiría mucho a pensar de que luchaba con ese deseo natural, era lindo ver así a su pequeño, el pelea contra su deseo de descansar. -No creo que suceda eso, lo más seguro es que se ponga muy animado.-, Le animo, se acerco para poder tomar a su pequeño y acunarlo en sus brazos. -Ha tenido muchas emociones así que seguro ya anda quedando rendido, aunque como ve se niega a descansar de todo, al parecer desea mantener la emoción.-

-Jajaja… es un chico tenaz, ya lo he comprobado varias veces…-

Admitió mientras miraba la encantadora escena de la joven madre acunando a su niño, realmente algo bonito, pese a quizás las muchas dificultades que tuvieron que pasar para estar aquí, solos… se puso de pie lentamente.

-Es hora de que los deje descansar a ambos…- susurró para no alterar al pequeñito y que pudiera dejarse dominar por el sueño –Quizás pueda pasar a verles luego, y pueda invitarles a dar un paseo…-

Arrullaba lentamente a su pequeño en un suave movimiento para que buscara el sueño, deseando que esos ojitos terminaran de cerrar o estaría de mal humor por no dormir lo suficiente, escuchó al mayor. -Bien, no lo entretendremos más y nuevamente gracias por la visita, fue agradable tener su compañía aquí con nosotros.-, Dijo sinceramente, le agradaba aquella persona amable, era bueno tener un conocido con que hablar a veces. -Nos agradaría, un paseo será muy agradable, estaremos feliz de compartirlo con usted.-

Sonrió mirando una última vez al pequeño, realmente estar cerca de algo tan dulce e inocente le llenaba de dicha, no comprendía de donde había sacado realmente ese gusto… instinto materno… se burlaban algunos conocidos, pero lo tenía.

-Entonces con permiso Surak… que estén bien…-

Fue hacia la puerta, aunque antes de salir se giró, sin levantar la voz –¿El próximo fin de semana será adecuado?- susurró casi esperando una respuesta

-Hasta la próxima.-, Se despidió de el con una sonrisa acompañándolo hasta esta esa pequeña estancia que conectaba con la puerta, aunque su pequeñito ya había cedido por fin al sueño porque ya lo sentía demasiado quieto, estando acurrucado en su pecho buscando aquel calor y latidos que podía calmarlos. Guardo un breve silencio pensando en la fecha para poder contestar correctamente. -Si, Será un buen día.-

-Entonces, hasta pronto…- susurro mientras salía al fin por la puerta y se encaminaba poco a poco de nuevo hacia su auto, había disfrutado mucho visitar a la pequeña señorita Surak… ¿Por qué no se le quitaba la manía de llamarla señorita aunque sabía que tenía un niño? Bueno… ella era tan joven que realmente no sabía como dirigirse a ella.

Ya se lo preguntaría luego, por ahora había que volver a casa, asegurarse de tener listos los papeles del trabajo para enviárselos a su padre por fax, y después revisar las lecturas que le habían encargado en la universidad, poco a poco mientras se alejaba de la pequeña familia se iba adentrando de nuevo a su mundo generalmente serio.

Le vio salir dejando una ultima sonrisa de despedida, la puerta se cerro dejando así de nuevo su hogar tranquilo, miro a su pequeño y decidió ir a dejarlo en su cunita para que su descanso fuera mucho más cómodo, le gustaba esa visita, le hacía sentirse más alegre a saber que había una persona más con quien hablar y que podía considerar un amigo, además también ayudaba a socializar a su pequeño.