Сюрприз *SORPRESA*

La mansion tenia su estilo marcado por todos lados, comprar aquella propiedad segun en palabras de su contador resultaba ventajoso, un buen precio por una propiedad privada, con su propia picina y jacuzzi, su propio y extenso jardin, canchas de tenis y un gran y espacioso garaje donde guardaba los autos y motocicletas que parecia coleccionar. Dentro contaba con una habitacion principal con su propia terraza, la cantidad de habitaciones para huespedes era generosa, excedia en realidad el numero necesario, contaba con su propio estudio, una cocina amplia y las respectivas habitaciones para la servidumbre. No se podia pedir mas; salvo que Mikail era un hombre de caprichos, el contador casi se infarta cuando termino por pasarle las facturas de los cambios que se harian a la mansion, de las compras para la decoracion. No se escatimaba en gastos o lujos, aun con los peros y trabas que intento meter el pobre hombre encargado de las finazas de el magnate. Los planes se habian llevado a cabo.

Cada rincon de la mansion, cada habitacion, hasta el mas minino detalle tenian marcado el gusto de Mikail. Una habitacion habia sido construida en medio de todo el movimiento, un cuarto cuyo paso estaba oculto en la misma habitacion principal. Un sitio para el gatito que entrenara tiempo atras, era hora de cumplir con su promesa.

Vio una ultima vez aquel expediente donde las fotografias del jovencito se destacaban. La cita estaba hecha, un simple masaje, no se dio el nombre del cliente, una ventaja que aprovecho. La vida del chico parecia entretenida, podia decirse que aprovechaba bien su tiempo libre, casi como si hubiese olvidado lo que tenia pendiente.

Termino por servirse un vado de ron, tras terminar de leer el archivo y ee sento en una silla comoda, quitandose la corbata y abriendo varios botones de su camisa, en una pose relajada, se quedo en silencio con la vista fija en la ventana, pensativo, el ultimo vistazo que diera al reloj le indicaba que la cita estaba por concretarse.

Su día había sido tranquilo desde la noticia de la prisión no había sabido más eso lo dejaba aliviado entonces la liberación de esa mujer no significaba nada, estuvo de nuevo tranquilo entre sus deberes, ir a clases, regresar a cambiarse e ir a su trabajo en turno, ese día le tocaba ir a "Clair de nuit".

Llegó pasando a vestirse con el uniforme de lugar que se guardaba en el casillero que le daba en el sitió fue con su supervisor antes de escuchar que de nuevo saldría pues era el único que cubría el perfil del cliente, no le quedo más que aceptar y por un momento pensó que sería la persona que conoció antes pero a ver la dirección se dio cuenta que no era así.

Se encargo de preparar todo lo que necesitaba según el servicio solicitado cuando ya nada faltaba salió en camino, siguió la indicación de la dirección llegando justo a la hora indicada de la cita, vio aquella majestuosa mansión y por un segundo a verla sintió escalofrió. Agito su cabeza sólo estaba siendo paranoico, era normal que esas mansiones tuviera cierta familiaridad, tocó el timbre anunciando de donde venia, cuando abrieron el portón paso hasta el lugar indicado.

Un aviso rapido atraves del comunicador le puso alerta de la llegada de esa persona. Dio orden de que se le pasara directamente a la habitacion por la escalera principal. No preparo nada en especial, pero saboreaba el momento, la reaccion que tendria el menor cuando se diera cuenta realmente del sitio donde estaba, la persona que le llamaba.

Continuo sentado, esperando la entrada de ese gatito, sentado a contra luz y acomodado de tal forma que el respaldo de la silla donde se encontrara hiciera mas sombra para no ser descubierto de inmediato.

La orden habia sido clara una vez que Yves entrara al cuarto debian cerrar con llave, la otra la mantenia el guardada.

El guardia lo llevo hasta la puerta principal de la construcción allí fue recibido por un sirviente que le indicaba el camino, subió las escaleras viendo aquel interior tan... Eso estaba mal cada paso que daba se ponía más nervioso casi deseando dar vuelta e irse sin saber quien era el cliente, pero no podía ser así de grosero, además era imposible que ese hombre estuviera allí.

Abrió la puerta entrando tal como le indicaron, dio un paso hacía el interior viendo aquella sombra, no se alejo mucho de la puerta por seguridad. -Buenas tardes, vengo de "Clair de nuit" soy Yves Neveu.-, su voz sonaba normal de aquella forma profesional aunque esa mirada que escapaba de aquella oscuridad. dio un paso hacía atrás y su mano tomo el picaporte para salir de allí, pero no giraba.

-Sucede algo malo?.-

Modulo la voz, perfectamente calmada, dominaba el acento ruso, podia quitarlo o usarlo a su antojo y en ese preciso instante le apatecia jugar con el pequeño gatito que estaba asustado, por lo que hablo con el acento marcado. Conocia demasiado bien a ese chico, esa sensacion que daban las personas al estar asustadas, casi podia jurar que el aire de la habitacion habia cambiado drasticamente.

Dejo que el brazo que tenia la bebida reposara en el brazo de aquella silla, aun manteniendose oculto. Señalando con un solo dedo sin cambiar de posicion en lo absoluto la puerta.

-He pedido que nos den privacidad, esa es la razon de que cerraran por fuera.-

Aquella voz era... Pero el acento aun así no podía confiarse, su cuerpo lo reconocía aunque su mente pasaba en buscar la mejor lógica y alivio para mantenerlo estable, diciéndole que sólo era la oscuridad de aquel lugar que hacía aquella jugada.

-No es necesario... Yo preferiría que estuviera abierta...-, Trataba de no titubear pero no podía evitarlo, se pegó más a la puerta como si deseara fundirse con ella ni siquiera había soltado su maleta apretaba fuertemente su agarre aun cuando esta estaba detenida a su lado sin avanzar más aquella pequeñas ruedas.

Estaba claro que no se movería de allí ni un poco y miró la habitación como buscando una salida o algo, aunque su cuerpo lo traicionaba a sentirse expuesto provocando que su piel se erizara por sólo sentir esa mirada o escuchar el tintineo de los cubos de hielo en aquella copa.

-Tu preferirias?-

Se levanto de la silla, sin moverse mas que unos cuantos pasos, dejando esta vez que la luz de la ventana le diera directamente, mostrando la figura erguida y orgullosa de Mikail, a pesar de que las ropas estaban colocadas despreocupadamente sobre su cuerpo, casi dando a entender que regresaba de un arduo dia de trabajo, el ruso parecia darles un aire elegante. Con un gesto realmente lento y calculado deslizo la corbata que llevara suelta y solo colgando a modo de quitarsela, mirando a Yves con atencion,

-No recuerdo haberte enseñado ese tipo de vocabulario.-

La luz mostró su participación en ese juego a dejarle ver la figura completa de aquel hombre, esa misma postura y apariencia casi perfecta, aquella actitud tan... Su sangre se congelo prácticamente verlo provocando que ningún sentido se apreciara por unos segundo cuando la señales simplemente no llegaron al cerebro.

Sus ojos se había cerrado pero no tardo en abrirlo cuando lo escucho, un sudor frió se sintió en su espalda a sólo recordar aquello que le había enseñado, esos juegos, esa forma de vestir, esa maldita forma de actuar y como no recordarlo si le hizo aprenderlo bien a base de aquellos castigo.

Aunque lo que más odio de todo ello fue el entrenamiento que le hizo soporta a su hermano, sólo una vez pudo apreciar este y no le agrado, los que continuaron su hermano jamas se lo mostró, pero en cada sentir de su despertar sabia que no era lo mas agradable.

-No vas a llorar, gritar?, no lo llamaras?.-

Avanzaba con paso lento y decidido hacia el jovencito, mirandole sin emocino alguna a un si la voz expresaba el gusto que tenia al verlo ahi. El cuerpo del ajeno le estaba mostrando el temor que le invadia, esa puerta no iba a moverse, la servidumbre aun le tenia estima a su vida. conocian de los juegos perversos que su señor disfrutaba, asi que las suplicas, gritos o demas cosas que salieran de aquella habitacion rara vez eran auxiliadas.

Cuando estuvo a escasos metros de el, solo alargo el brazo, tomandole con fuerza del cuello, apretandolo contra la puerta.

-Ha sido suficiente. Es hora de que regreses a mi lado.-

Los dedos apresaron de tal forma a Yves del menton que era imposible que no le viera a los ojos.

Trataba de ser fuerte aun cuando demostraba lo contrario con esos estremecimientos en su cuerpo, aun cuando sintiera que estaba clavado en el piso y que no podía mover, en ese sentimiento de impotencia que era tan conocido para él y que por eso mismo era odiado.

Sus labios entreabrieron en deseo de decir algo pero sólo acallo su su voz a morder su labio para no mencionar nada, no era por el miedo por aquel hombre aunque lo sintiera, era más bien porque por un segundo no deseaba darle satisfacción ya había gobernado demasiado su vida.

Trago en seco sintiendo el dolor a ser apresado de su cuerpo y sintiéndose presionar contra la puerta como haciéndole ver de forma más segura que no lograría escapar por ella, desvió la mirada pero no fue suficiente para no verlo.

-...Eso... No soy su juguetes más... A usted le interesa sólo aquello que ya no tengo...-, Su voz temblor a decir aquello y que seguro podía ser el peor error de todo, pero el sentirse de nuevo atrapado le hizo declarar aquello.

Una sonrisa curvo los labios de Mikail, una mueca de lo mas cruel, los ojos se afilaron como cuchillas al escuchar aquellas palabras. Alguien habia puesto sus manos sobre su juguete, aquel que osara romper algo que por derecho le correspondia le encolarizaba, esos ojos azul cobalto se clavaron en los ojos ajenos, estaba mas que claro que le culpaba por aquello.

-Asi que fuiste por ahi, contoneandote lascivamente delante de otro?.-

El agarre hizo mas presion en aquel fino y elegante cuello juvenil. Mikail mantenia la sonrisa fria y los ojos no demostraban una emocion en especial, eran frios, le observaban con reproche, pero si habia furia, odio o algo mas no lo demostraban, ni siquiera la voz del ruso parecia realmente expresar molestia.

Mordio los labios con salvajismo al punto de rasgar el inferior, lamiendo la sangre que emanaba de la herida.

-Aun asi, tu y yo sabemos que el juego... no era quedarme con eso.-

Le solto una vez que atraveso las piernas del peliazul con la suya propia, presionando el pecho ajeno con una de sus manos, imponiendo la fuerza de una barra de acero, no se moveria a menos que el lo permitiera.

Si las miradas mataran seguro que esa lo asesinaría, ese sentir tan intenso penetraba su piel, la simple sensación de que le pasaba el cuchillo encima y eso le hizo recordar uno de aquellos juegos donde el filo de una navaja era la principal atracción, sólo dejando el sentir sin lastimarlo realmente, pero aquellas heridas que no hacía era las que mas marcada estaba en su cuerpo porque no había cicatrices que borrar, sólo eran los fantasmas.

Sintió el sabor metálico y el arde de la herida que le provoco, lo peor es que ni siquiera podía quejarse porque cerraba su voz entre aquellos dedos que apretaba su garganta impidiéndole mal gastar su aire si quería soporta un poco más, aun cuando ese debería de ser el problema no lo era a contrarió el problema estaba naciendo desde el interior de su cuerpo.

-A nosotros no nos interesa eso... Se lo dije una vez no pienso caer en su juego y menos dejar caer a mi hermano en ello.-, Hablo de una forma más firme y su ojos fueron más frió dejando ver que se trataba de Iamin ya que era él quien soportaba más la cólera sin el deseo de casi rendirse.

Se mantenia sereno, conocia demasiado bien al dueño de aquellos ojos, cuantas veces no habia lidiado con el y ese mal genio, el jovencito no queria comprender que no era dueño de si mismo, que en todo aquello el no tenia no voz ni voto, su cuerpo ya habia caido presa de Mikail despues de todo.

-No es algo en lo que puedas decidir Iamin-

Un atizbo de deseo y lujuria se dejo ver en aquellos ojos cobalto, la excitacion que sentia al percibir ese reto, la molestia, el peliazul podia negarse, podia luchar, pero su cuerpo respondia perfectamente al estimulo, aun si Yves o su hermano no lo veian, ese cuerpo que portaban pertenecia ya a Mikail. Los destrozaria, quebraria hasta el ultimo requicio de ese cuerpo, de esa voluntad, los moldearia y crearia a su modo, a su gusto, solo para su placer.

Lo atajo de la cintura, jalandolo hacia el, aferrandole una de las muñecas con fuerza.

-Este cuerpo es mio y de nadie mas.-

Aquellas palabras siempre eran tan molesta pero seguiría buscando la forma de escapar aunque dijera todo aquello, no le importaba que lo hubiera comprado o todas esas estupideces, ellos eran dueños de su vida y se lo demostraría, liberaría a su hermano de eso.

-Creo que esa aclaración viene algo tarde.-, Le menciono a mirarlo a los ojos antes de meter su mano libre entre sus cuerpos para hacerse de distancia, esa cercanía no le gustaba aunque estaba el estúpido problema del dolor que se concentraba en su muñeca. -Ya ha pertenecido a alguien... y sabes nos entregamos completamente.-

Se acerco a los labios ajenos acariciando su aliento. -Fue realmente bueno...-, Golpeo contra el hombro de aquel sujeto juntando su fuerza en sus nudillo para que de esta forma fuera más fuerte el impacto, sólo buscaba que lo soltara.

Se dejo golpear sin inmutarse, la diferencia fisica era bastante marcada, altura, el ancho del cuerpo. Mikail estaba entrenado, su cuerpo era musculos y encima, era un adulto en comparacion con Yves. Apreto esta vez con el muslo la entrepierna ajena.

-Debere educarte por completo de nuevo-

Practicamente ignoro el comentario, es que pensaba ese chiquillo que cualquier cosa que dijera le haria perder la cabeza?, era imposible que sintiera celos, no frenaria tampoco su primer idea de tomar ese cuerpo a placer. Sexo, era sexo, la basura sentimental estaba completamente fuera de lugar en esa relacion.

Torcio la muñeca que ya tenia atrapada de tal forma que buscaba dañar el brazo en general, presiono un poco mas su cuerpo contra el fragil cuerpo juvenil.

-Un golpe, sabes bien lo que significa eso para ti-

Enredo esta vez la corbata que se quitara y llevara enredada en una de las manos, con un practico y rapido movimiento giro el cuerpo del peliazul aun sosteniendolo con fuerza contra la puerta, amarrando aquellas estupidas manos que parecian querer dar guerra.

No pensaba quejarse debido a que prefería seguir siendo terco eso lo había mantenido en todos esos días de "entrenamiento" así que ahora sencillamente no pensaba aceptar su voluntad, aunque no estaba feliz que de nuevo su hermano sufriera con el dolor, el saber que a despertar el padecería ese sufrir le causaba un mayor desagrado hacía el mayor.

Se mordió el labio lastimándose aun más donde el otro lo hirió saboreando una vez más aquel sabor metálico y sintiendo el palpitar de la herida, ese dolor contra restaba un poco el de su muñeca pero aun así no suficiente pero ahogaba su voz en su garganta en ese nudo que se formaba.

Una vez más tenía que tragar todas sus palabras no pensaba darle ni un sonido de satisfacción, choco contra la puerta su rostro cuando fue atado dejándolo indefenso. -Siempre con atadura, siempre me he preguntado si esto realmente es un fetiche o sera otra cosa...-, Alego nuevamente aunque se había dicho no hablar.

No menciono absolutamente nada, conocia bien esa lengua que buscaba provocarle, que intentaba defenderse de alguna manera y solo podia causarle gracia. Le arrastro casi al vuelo en direccion de la cama, sin miramientos lo lanzo a aquella suavidad, mirandole fijamente.

-El tiempo ha suavizado tu lengua, es acaso esa tu mejor manera de provocarme?.-

Levanto la voz llamando a alguien, mientras dejaba el cuerpo del menor sobre la cama, se encamino en direccion del mini bar que estaba en la habitacion, a los pocos minutos un hombre con un traje negro tras abrir la puerta entro a la habitacion con una mesita movil que tenia varias cosas y juguetes, al parecer ordenados por anticipacion por Mikail. De la misma manera en que entrara aquel mayordomo habia salido en completo silencio.

-Por donde he de comenzar...-

Fue todo cuanto dijo parandose al pie de la cama, mirando a Iamin en ese momento.

Ese hombre era de lo peor y lo odiaba más conforme lo sentía cerca aun cuando las reacciones de su hermano también influyera en él, estaba frustrado porque sabía que aun estando dormido seguía teniendo miedo lo sentía en esa sensación de vació en su pecho y no podía hacer algo con ese sentir tan intenso.

-No, creo que más bien es el hecho de que ya no lo veo como algo grande.-, Declaro tras ahoga aquel quejido que quiso escapar de su labios cuando fue aventado contra aquella cama, sintiendo que su muñeca dolía más por la fuerza que retuvo en el agarre.

Logro girarse sobre la cama viendo que alguien terminaba de salir y luego nota lo que al parecer llevo, eso le hizo sudar frió porque eso para él no era un buen presagio, se removió inquieto para soltar sus manos pero sólo se lastimaba más la que estaba herida así que lo dejo, lo miraba esperando que se acercara calculado la distancia antes de logra patear aquella lampara en el buró y aventarla contra ese hombre.

Detuvo aquella lampara, destrozandola con el puño sin inmutarse, los fracmentos de cristal tras romperse contra la piel de los nudillos habian ocasionado algunas lesiones, sintio los hilos finos del liquido rojo carmesi y al verlos suspiro tomando de un solo trago el ron que se sirviera.

-Infantil, predecible y aburrido.-

Se agacho levemente tomando uno de los trozos mas grandes de aquella lampara, sin mucho cuidado aparentemente, pero sin llegar a lastimarse con el filo. Se trepo a la cama. atrayendo elc uerpo del peli azul. Le inmovilizo sin mucho lio.

-Iamin, comienzas a aburrirme. Antes eras mucho mas lindo-

No expreso nada, habia colocado el cuerpo de Iamin entre sus piernas y brazos con intencion de inmovilizarlo. Era bastante gracioso ver luchando al menor aun a sabiendas de que nada ganaria, mentalmente repasaba las cosas que tenia en el carrito que recien le llevaran ideando que seria lo mejor a usar.

-Debo reeducarte por completo, el idiota con el cual retozas seguramente te ha suavizado-

Susurro aquellas palabras en el oido del menor, mordisqueando y lamiendo aquella oreja, hablandole con una voz profunda, acariciando con el aliento cada palabra.

-Voy a castigarte... por dar tan facilmente aquello que no es tuyo.-

Le acaricio el vientre tras meter las manos bajo la tela, rozando el filo del vidrio contra la piel durante un momento, estaba seguro de estar dejando pequeñas marquitas rojizas sin lastimar profundamente, comenzo a rasgar la tela de la prenda superior, descubriendo lentamente la piel del vientre, acariciando esa piel.

Vio aquella lampara hacerse en varios pedazos no le importo que que no le hubiera causado daño alguno, aunque había visto aquellos hilillos de sangre era nada para el otro así que no podía contarlo como algo bueno, cerro los ojos cuando los trozos más pequeños volaron hacía la cama.

Se movió de lado antes de caer nuevamente de espalda a sentir aquel sujeto arriba suyo, escuchó sus palabras, esta bien que creyera eso, aunque la situación fue completamente diferente, pero daba igual lo que pensar seguro que aunque fuera diferente no le importaría.

Lo miró con odio por aquellas palabras de que lo educaría de nuevo, movió sus dedos sintiendo aquel frió que pudo agarra antes de se apresado, hizo una mueca de dolor tanto por los rasguño como por el esfuerzo de su muñeca a doblarse un poco para poder rasgar la atadura.

Soporto aquel juego previo sin decir nada ni quejarse, sólo aguantaba todo como si fuera un pequeño juguete sin cuerda, separo la mano cuando aquella atadura cedió aunque eso le causo que un quejido escapara de su labios, ahora no sólo estaba herida su muñeca si no que también tenia cortada la mano sintiendo la sangre.

Empujo su cuerpo un poco hacía adelante sacando una de su manos la cual uso para soltarle un puñetazo, no espero mucho su reacción ya que agarro la cabecera para jalarse hacía arriba antes de poder moverse bien y agarra su muñeca para sentir que estaba caliente.

Habia manipulado hasta el momento el cuerpo del menor, aunque la costumbre de una vida pasada le habia hecho relajarse demasiado, el no haber notado antes que el menor se soltaba por culpa de aquellos trozos y el puñetazo que practicamente le daba ahora podria decirse que era su culpa.

Un hilillo de sangre se deslizo por su boca cuando el impacto de ese puño repercutio en su cara. Los ojos centellaron con algo de furia. Con la palma abierta y sin contener la fuerza golpeo el rostro de Iamin con el torso de la mano.

-La primera regla Iamin, ya la sabes, no puedes tocarme-

Se levanto de la cama tras darle correctivo, con gesto molesto y rapido tomo un par de esposas de la mesita y lo que parecia una pildora.

-No lo repetire de nuevo-

Jaloneo al menor sin prestar atencion a la muñeca herida y lo arrastro hasta dejarlo esposado a la cabecera

Aquella bofetada que le dio provoco que su labio se rompiera, escupió sangre por causarse una herida interna en su mejilla, sintiendo el arde de esta la cual palpitaba a causa de aquel impacto, sus ojos casi hacía que una lagrima corriera por la zona que se sentía caliente por la fricción provocada por el impacto, pero no lo permitió.

Miró su movimiento tras limpiar sus ojos viendo aquella píldora busco bajarse de aquella cama, pero sus movimientos parecía torpe por lo cual sólo tropezó contra aquel cuerpo antes de ser sometido a quedarse esposado a la cabecera causándole que se quejara por el trato.

-...N-No le hagas nada...-, Se escuchó decir cuando se suavizo su mirada apenas recuperando un poco de ese dominio en su cuerpo, él no era tan valiente como Iamin delante de ese hombre, pero no deseaba que su hermano siguiera soportando lo más grave de eso. -No... necesitamos eso... Yo... tomare su lugar esta vez así que... no es necesario eso...-

-Es mas facil tratar contigo que con el...-

Termino por sentarse en la orilla de la cama, tomo una cajetilla de cigarros que estaba en la comoda, miraba al menor ahi atado, con el cambio de actitud, esos ojos relajados no eran ya los de Iamin, calo el cigarrillo un par de veces, meditando, observando ese cuerpo, la sangre que corria por la muñeca, por el labio que habia partido dado el golpe, no se inmuto en lo absoluto.

Vio el pecho descubierto del peliazul y deslizo un par de dedos por el mismo, toques leves, de reconocimiento, recordaba el tacto lechoso de esa piel, la blancura.

-Quien dijo que no es necesario?.-

Los dedos descendieron por el abdomen, rozando la pretina del pantalon, las caricias habian sido de nuevo suaves y amables, con agilidad abrio la prenda y despojo ese cuerpo de los misma. Toco levemente el miembro aun dormido de Yves, acariciando un poco mas abajo.

-Es que has olvidado el tipo de entrenamiento que te daba?.-

Aquella pildora termino siendo introducida en aquel cuerpo una vez que los dedos de Mikail habian alcanzado el anillo rosado, media sonrisa aparecio nuevamente en el rostro del mayor.

-Ya sabes que esa droga se deshace rapido... y no hace nada mas que ayudarte a animarte... no afecta en nada tu mente...-

Se inclino para lamer uno de los pezones, atrapandolo entre los dientes al tiempo en que la punta de la lengua jugueteaba con el pequeño y rosado cautivo, la mirada que le dedicaba esta vez era clara y lujuriosa, no buscaba ocultar su intencion principal.

Aquellas palabras sabía que era cierto y era por eso que de cierta forma se odiaba por ser débil, dependía mucho de Iamin antes las cosas dolorosas, ahora mismo sería más fácil dejar a su hermano soporta aquel dolor que no sabía cual era más intenso si la de su muñeca o de su labio.

Cerro sus ojos a sentir aquellos dedos rozar su piel tratando de no pensar en aquel tacto de no dejar escapar lo que provocaba ese toque, tragando en seco aquel nudo que se hacía en su cuello y no dejar escapar ninguna muestra de sufrir de sus ojos.

-Pero...-, Bajo la mirada sabía que no debía de replicar si no quería otro golpe y seguro este despertaría de nuevo el dominio de su gemelo, apretó más su parpados cuando la tela de sus prendas inferiores salieron de su cuerpo ahora sólo sentía la camisa a medio poner como la única prenda sobre su cuerpo.

Sus piernas instintivamente se cerraron cuando llegó a rozar entre ellas, esa reacciones no cambiaba, ese miedo de ser tocado en esa parte porque a final él no había experimentado aun aquel acto hasta el final. "Todo estará bien...", Se dijo en un afán de soporta la sensación asquerosa de aquellos toque, aunque sabía que eso era nada a comparación de lo que pasaría después, el sentirse asqueado con su cuerpo que reaccionaba como si tuviera fiebre por culpa de aquellos químicos que afectaba su cuerpo de una forma rápida conforme iba recorriendo el cosquilleo que nacía desde su tetilla que recibía aquella atención.

Su cuerpo quedo levemente recostado junto al cuerpo del mas joven, su boca seguia torturando el pecho, dejando marcas rojizas en el mismo, una de las manos recorria la cintura, rozando el vientre levemente, pasando deliberadamente sin tocar aquella zona sensible de nuevo, esperando.

Era una sucia jugarreta, pero su pequeño juguete debia comprender las cosas como eran, era algo que no tenian en comun Yves e Iamin, uno seguia en la ignorancia de lo que era en realidad, del rol que le correspondia, sumido en aquel miedo escapaba de experimentar lo que el cuerpo le dictaba, Iamin por el contrario.... era mas honesto.

Recorrio los muslos, tocando la piel, haciendole que abriera las piernas sin decir una sola palabra. Buscaba endurecer esos botoncitos rosados. Separo su boca de aquel cuerpo, extendiendo la mano hacia la mesita portatil atrajo un botecito con un liquido transparente que virtio sobre la cadera del menor.

-Abre las piernas y no las cierres...escuchaste?.-

Ordeno queda y sensualmente con voz ronca al oido del menor.