Charcos

"¿Usted? no soy tan vieja" respondió frunciendo ligeramente el ceño antes de sonreír ampliamente "Milli suena mejor"

Se columpió un poco, empezando sólo balanceándose antes de tomar algo de vuelo al extender y contraer sus piernas, de vez en cuando impulsándose en el suelo bajo sus pies.

"Sí, salí mucho, y mamá se enojaba demasiado cuando volvía llena de lodo, raspada o cosas así" comentó mientras seguía columpiándose "pero era muy divertido como para ni intentarlo. ¿No hacías tú de esas cosas? Saltar en charcos, jugar en el pasamanos, atrapar ranas~"

Lo miró al pensar que no parecía del tipo que quisiera quedarse encerrado tomando clases todo el día, debía ser muy triste saber que los demás niños estaban jugando y tener que quedarse a estudiar. Sintió simpatía por él, por lo que, con una sonrisa, tomó un poco más de vuelo antes de animarse a soltar las cadenas del columpio para saltar cayendo sobre sus pies, usando los brazos para medio estabilizarse antes de ponerse bien de pie.

"Entonces, tendremos que tener una tarde llena de juegos, helado y postres para compensar"

No se movió de su sitió, diciendo eso sólo volteando hacia atrás, esperando que el mayor se animara a lanzarse también.

"Espero que no tengas mucho que hacer hoy, porque igual te raptaré"

Tomó su mano cuando pensó que podía caer, sonriendo antes de abrazarse de su brazo.

"Entonces, ¡vamos por helado! La siguiente parada está en Greenwich, y de allí a Soho, y... no te diré que haremos en cada uno porque lo averiguarás cuando llegues allí. Ahora hay que concentrarnos en lo que todos los niños desean: ¡Comer helados cuando hace así de frío!"

"Awwww, pero despertar medio afónico o ronco a la mañana siguiente es la mitad de la diversión"

Sonrió feliz mientras lo llevaba hasta la heladería, medio arrastrándolo.

"Cuando hablas con una vocesita extraña, y la forma en la que se siente la garganta cuando sale la voz, sonar más profundo al cantar, llamar a alguien que no esperas que te recuerde, amm... bueno, esos a son otras cosas. ¡Què sabor quieres?"

"Yo quiero... ¡espuma de ángel!" dijo emocionada al ver el helado de peculiar color durazno claro con nuez y bombones "Hace mucho que no lo veía, me encanta. Quiero... un cono, cubierto con chocolate también"

No tardaron en recibir sus respectivos helados, para poder irlos a disfrutar a una de las bancas de por allí, aunque la pequeña rubia decidió mejor quedarse caminando, dando vueltas a la plaza, contemplando los altos arboles, preguntándose internamente si aún podría subirlos...

"Cuando era niña trepaba arboles, y siempre me regañaban, los vigilantes del parque, las maestras y mi mamá, y siempre volvía a subir. Luego me caí y ya no subí otra vez. ¿Alguna vez has trepado un árbol?"

"Oh, no sé, yo lo hacía porque... ¡porque los niños siempre molestaban diciendo que las niñas no podíamos trepar árboles! pero les dije que podía hacerlo y más rápido que ellos"

Y la primera vez tal vez no había podido hacerlo, pero la segunda y la tercera sí.

"Aunque igual mi mamá se molestaba mucho. No sé, mis padres siempre fueron... raros para esas cosas, por eso ya no vivo con ellos, no importaba que hacía, siempre me decían que estaba mal pero no es como que pudiera quedarme encerrada sin hacer nada. Como dicen, vida solo hay una y hay que vivirla"

"Pero también es justo que cometamos nuestros propios errores, ¿no? Sino cómo entenderíamos de verdad"

Probó de su helado con una cara de teatral resignación, antes de sonreír tras probar el agradable y único sabor de su helado.

"Suena a que tuviste padres muy estrictos" comentó de forma casual, antes de voltear a verlo y ofrecer un poco de su helado, por si deseaba probarlo "¿También tuviste que escapar de casa?"

"¡Oh! Está bien, yo me llevaba más con mis amigos que mi familia. Creo me pasaba más tiempo en casa de una de ellas que en la mía, ya les decía tíos a sus papás, y ellos me decían hija"

Se encogió de hombros, tomando más de su helado, pensando mientras comía.

"Mmh, creo que la familia de verdad es con la que uno se cría. Para mí, ahorita mi familia son unos amigos del grupo de teatro en el que estoy y con los que vivo. Pero no sé, supongo que si mi mamá me oyera ahora se molestaría conmigo, pero... como no me oye"

Sonrió, escondiendo su sonrisa tras la bola de nieve, divertida.

"¡Es que es raro!" dijo apoyando las palabras del mayor, "no sé, creo que eso del cariño no se puede exigir y ya"

Hizo un pequeño puchero antes de volver a sonreír.

"Vamos, terminemos esto para tomar un transporte al centro comercial en Greenwich, mejor... compremos chucherías y juguemos videojuegos porque pensar en familia a veces es un poquito deprimente.... oh, por cierto, ¿has jugado videojuegos?"

"¿Cuántos? Mmmh... ¿muchos?" respondió risueña luego de tratar de empezar a contarlos mentalmente "Pero los más, más importantes y cercanos a mi son seis, que son con los que vivo y trabajo. Ellos son mi familia y mi fuerza y los quiero demasiado, además de que siempre nos divertimos mucho cuando estamos juntos"

Y era verdad, los quería demasiado a todos ellos, a esos seis, en ellos se apoyaba cuando algo malo pasaba, eran los que le daban ánimos para intentar cosas nuevas, para audicionar para obras o comerciales y hablar de ellos... la ponía contenta.

"Ellos me han enseñado mucho... de hecho, creo que, a pesar de que no me llevo muy bien con mis padres ahora, les puedo agradecer porque, si ellos no hubieran estado tan desacuerdo con lo que hacia, tal vez yo no me hubiera topado con estas maravillosas personas"

Sonrió ampliamente asintiendo a las palabras del mayor, feliz realmente.

Fue hacía un árbol de tronco delgado y le dio la vuelta sonteniéndolo con una mano aprovechando vuelo que llevaba de haber casi corrido hacía él, terminando mirando de frente al mayor.

"¿Qué tal tú? ¿tienes muchos amigos?"

"Awww, pero amigos y compañeros de trabajo no es lo mismo"

Hizo un pequeño puchero y terminó lo que quedaba de su helado, limpiándose con lo que quedaba de la servilleta que le habían dado, mirando al rededor, por si quedaba algo más que hacer allí, pero al parecer, no. O sí, pero mejor después, otro día tal vez. Él le agradaba como para seguirlo frecuentando, mientras siguiera allí.

"¿Quieres ir ya al centro comercial? Podemos tomar un taxi, o... podemos tomar otro transporte, tú decides~"