El camino fue tranquilo demasiado y fue corto tanto que no lo había sentido, llegaron a la casa en un abrir y cerrar de ojos, le agradeció que le hubiera acompañado, escuchando sus palabras sonriendo a ellas. -Lo tendré presente, también usted puede venir a visitarnos cuando desee, las puerta de esta casa siempre estará abiertas para usted.-, Era sincera en sus palabras siempre sería bien recibido, le había agradado demasiado, era una buena persona y muy atenta, era difícil mostrarse de otra manera con él así que por eso se pudo relajar. -Nuevamente gracias por acompañarnos.-