Paseo a medio día

Se encontraba caminando por la orilla del rio llevando aquel pequeño bultito con cuidado, aunque su cobijita no lo ocultaba de todo, le permitía ver también aquel lindo lugar, estaba feliz porque por fin había terminado la mudanza en una pequeña casita de allí, bueno no era tan pequeña, pero adecuada para una pequeña familia y la de ellos si que la era, bueno los inicios siempre eran malos y era por el bien de Ahmed.

Se detuvo en cercanía de una banca que estaba pegado al suelo, camino hacía ella sentándose para arrullar a su pequeño y ver que estuviera bien, aunque estaba quietecito así que parecía que le gustaba el paseo, le dio un poco de agüita ya que al parecer tenia sed porque bebía con prisa, pero trataba de calmarlo. -Despacio… No es bueno que tomes tan rápido.-, le quito el biberón cuando ya estuvo satisfecho limpiándole su boquita.

Spoiler:

Ensayo abierto al público en el teatro del lugar, pocas veces acudía a esos espectáculos antes de un estreno, pero en esta ocasión quería echarle un vistazo a un par de actores de los que había escuchado rumores que eran realmente buenos como para considerar sus carreras algo en serio, sus padres le habían encargado fotos de ellos por lo que llevaba una cámara profesional con él, había tomado clases y aunque no era realmente su hobbie, no era malo con ellas, sin embargo, no había tomado una sola foto durante el ensayo.

-Los rumores apestan…- comentaba para si mismo mientras caminaba fastidiado de regreso a casa, las actuaciones le parecieron ridículas, vacías, y que el ego de la actriz principal era más grande que el Big Ben y sin fundamento alguno… por eso decidió caminar, para calmarse un poco... había sido una mañana perdida, al menos eso pensó, hasta que adelante, en una banca algo solitaria una joven señorita acunaba a un bebé… esa si que era una imagen hermosa…

Se acercó un poco más antes de ceder a un impulso, encender la cámara y tomarse algo de tiempo para tomar una simple foto, quizá el sonido lo había delatado, sonrió mientras se acercaba al par y saludaba.

-Discúlpeme señorita, no lo pude evitar… lucen encantadores… ¿Es suyo?- preguntó acercándose y asomándose un poco para ver al bebé.

Apoyo con mucho cuidado al bebe en su hombro tras cubrir su hombro dándole un par de palmaditas para que sacara su gases, cuando lo escucho y vio que ya estaba bien lo acuno de nuevo sus brazos para permitirle descansar pues parecía un poco adormilado, estaba tan distraída en su pequeño que no se dio cuenta que alguien estaba cerca de ello si no hasta que escuchó el sonido de flash.

Lo miró escuchando sus palabras asintió. -Buenos días, no se preocupe, si, es mío.-, Le contesto de forma dulce escuchando su voz como un susurro pero a la vez un poquito alta para que pudiera escuchar antes de mover la pañalera para dejarla a un lado y permitirle sentar a su lado si deseaba hacerlo.

Spoiler:

Dejó la cámara colgando de su cuello mientras se sentaba al lado de la señorita, parecía tan pequeña… casi demasiado para tener un bebé, pero bueno… hoy por hoy, era muy común ese tipo de escenas.

-¿Me permite?-

Preguntó asomándose suavemente, para ver al bebé… estaba tan calladito y tan tranquilo que le entraron unas enormes ganas de verle, los niños pequeños eran realmente adorables, aunque era un pensamiento que se ocupaba de mantener en secreto… era un poco raro que a un muchacho como él le parecieran tan tiernos…

Le permitió ver a su pequeño, Ahmed curiosamente miraba cerrando sus puñito a encontrarse barbeándolo, era su mejor diversión en esos momentos y pronto quiso tocar a la nueva persona que se encontraba cerca de él, era como si compartiera su manita porque fue directo contra la boca del mayor para dejar su huellita húmeda, detuvo la manita de su pequeño antes de que pudiera llenar de baba al quien se había sentado a su lado.

-Disculpe, le gusta mucho hacer eso.-, Le menciono antes de permitirle que lo cargara por unos momentos, pasando ha ayudarlo a tomarlo bien y así pudo limpiar mejor la manita de su pequeño y su boquita que soltaba aquellas burbujitas. -¿Le gusta a usted muchos los bebes?-

Dulce, pequeño… siempre que veía a un bebé tan cerca se sentía torpe y pesado como un paquidermo; los niños le daban la sensación de tener ante si la cosa más frágil del universo… casi le daba miedo tocarlos mal, no sostenerles bien la cabecita, pese a que había aprendido a cargarlos, no por tener hermanitos ni nada, si no por gusto personal.

El niño le miró y trató de tocarle con su manita brillante de saliva, tan dulce e inocente como nadie más podría serlo, Armand le sonrió con ternura y le habló dulcemente, le dijo a la pequeña madre que descuidase, no importaba si el bebé le manchaba… lo cargó cuando la madre se lo permitió sin pensarlo demasiado movido por su gusto personal, cuando estuvo limpio tomó delicadamente esa mano que no era nada comparada con la propia hablándole en susurros al bebé, y no cayó en cuenta que estaba hablando en italiano suave.

-Me parecen hermosos… y el suyo es particularmente vivaz… ¿Tiene pocos meses?-

Vio como cargaba a su pequeño, se veía que era una persona que le encantaba los bebes además que el mismo lo aceptaba, seguro sería un buen padre, escuchaba como hablaba con él, distinguiendo tras segundo en que idioma le hablaba y al parecer su bebe igual encantado porque le tocaba su rostro pasando a meterle su manita en su boca o taparle los ojos, sonrió viendo como parecía divertirse el pequeño.

-Si, tiene tres meses apenas...-, Le contesto, pasando a ver que su pequeño ya tenia sueño de nuevo pues dejo escapar un lindo bostezo y se acomodo mejor, aunque ya él era una pequeña bolita por lo cual sus movimientos no era mucho porque siempre se encogía en si mismo imitando como dormían en el vientre de su madre.

Los bebés son esencialmente curiosos, gustan de tocarlo todo y si pueden de metérselo a la boca al menor descuido, se dejó tocar el rostro y hasta jalar un mechoncito de pelo, por suerte el bebé no tenía ánimos de llevárselo consigo, solo tocarlo quizá.

-Es precioso-

le miró bostezar y acomodarse un poco en sus brazos con la intención quizá de dormirse, le miraba con ternura amparado en que sólo la madre del niño sería testigo de ese comportamiento suyo; lo acunó un poco mejor meciéndolo suavemente.

-Perdone que no me he presentado, mi nombre es Armand, ¿Cómo se llama? Usted y el bebé, si no es indiscreción…-

Le sonrió en agradecimiento por el cumplido a su lindo bebe, escuchando su presentación. -No se preocupes también se me ha pasado.-, Dijo en forma de mostrar que también fue un detalle suyo que dejo pasar. -Me llamo Surak y él es Ahmed.-, Le menciono viendo su pequeño ya listo para su siesta, eso era algo perfectamente normal aunque a veces tenia día activos y no tomaba la siesta lo cual significaba que en la noche dormiría perfectamente, pero bueno no le importaba dormirse poco con tal de cuidarlo. -Usted sería un buen padre, le va bien los pequeños.-

-Ahmed… es un hermoso nombre, varoncito supongo… ¿Qué significa Ahmed?-

Esperaba que la madre al ver los intentos del bebé por empezar a dormir se lo pidiera, pero como esto no sucedió, él se quedó arrullando al pequeñín encantado de sostenerlo más tiempo, levantó la vista un poco apenado y se sonrojó ligeramente; reacción que trató de controlar en medida de lo posible… nunca se había planteado la idea de tener hijos, aunque siempre le habían gustado los pequeños… al igual que las damas, le provocaban una ternura indecible.

-Pudiera ser…-

-Si, un lindo niño. "Digno de alabanzas" ese es su significado.-, Le contesto mirando a su pequeño cómodamente en aquellos brazos, lo dejo seguir con aquella persona ya que si lo movía ahora seguro dejaría su sueño de lado y después estaría gruñón por no haber dormido eso no sería bueno porque lloraría mucho. -Pienso que si lo sería, seria afortunada su esposa cuando llegue el momento.-

-Mmm parece el nombre para un príncipe… seguramente eso es-

Susurró mientras dejaba de mecerlo ya que estaba bien dormido, era encantador, la sensación de un cuerpecito muy pequeño y el movimiento acompasado de su pechito, la respiración dulce y ligeramente silbante que escapaba de su boquita y hasta lo tierno que se veía su naricita redonda y tersa al inhalar.

-Si llegase el momento…-

En lo personal nunca se había imaginado casado con una buena mujer como su padre ambicionaba a todas luces, después de todo era hijo único y para continuar con el emporio comercial y artístico de su familia debía tener un heredero… lo sabía pero de todos modos no se imaginaba. Su madre pese a ser mujer aristócrata de costumbres arraigadas, también era lo suficientemente practica cuando era necesario y sostenía que con tal de preservar el negocio familiar, un hijo adoptivo o un protegido talentoso podían cumplir con el papel; Armand tenía opciones, pero la ventaja de ser joven es que al menos tenía otra década para pensárselo.

-Si, lo es, al menos para mi así es…-, Le comento con una sonrisa viendo que su pequeño ya se encontraba dormido en esos momentos, era su pequeño príncipe aunque de cierta forma lo era o lo seria tras heredar todo lo que su padre le dejo, pero para eso aun faltaba mucho. -Dicen que todo tiene su momento de ser, seguro el de usted aun falta.-

-A veces es bueno esperar así disfruta más cada momento.-, Dijo acariciando la cabecita de su pequeño antes de ponerle una gorrita pues ya empezaba a sentirse fresco el ambiente y no seria bueno que se enfermara su lindo bebe. -Creo que nos hemos aprovechado un poquito de usted, mi bebe ya lo ha usado de cama.-

Armand no estaba seguro siquiera de que ese momento llegase, pero sonrió asintiendo de todas maneras mientras desviaba su atención que hasta el momento había sido exclusiva para Ahmed mirando a la madre, era muy linda pero sorprendentemente pequeña a su parecer.

-Ahmed tiene una mamá muy cariñosa-

Susurró mirándola ponerle un gorrito que hacía ver al bebé como una bolita de tela, rodeado de cobijas y tejidos por todos lados.

-En realidad soy yo quien me aprovecho de ustedes, realmente me encantan los niños y no muy frecuentemente hay la posibilidad de ver uno tan calmado… o tenerlo en brazos…- o permitirse mostrar esa afición suya, en otro contexto no lo haría, muchas veces tal sentimentalismo queda pésimo en los negocios con varones…-¿El padre del niño no los acompaña en sus paseos?-

-Le agradezco.-, Sonrió para él viendo que su bebe estaba bien dormidito porque ni se movió cuando acomodo el gorrito en su cabecita, escuchó sus palabras y negó suavemente. -A él le ha agradado así que no es el caso.-, Acomodo sus cosas para que así ya estuviera todo en la pañalera y en el momento de irse no se le olvidara nada, no sería bueno perder algo, lo miro a escuchar aquella duda. -Sólo somos nosotros dos.-

Contesto tras unos segundos de silencio sólo refiriéndose a su pequeño y a ella, bueno no podía sacarle un padre así de simple, aunque lo tenia pero si llegaba a mencionarlo podía ser peligroso así que esos recuerdo sólo se lo guardaba para momento a sola, el recordar a su hermana y a su cuñado a los padres de su pequeño Ahmed.

Se sorprendió un poco pero su semblante se relajó de inmediato, no era una situación rara hoy en día, en realidad era algo terriblemente común, se sintió apenado por haberlo preguntado pero el rostro amable y tranquilo de la madre del pequeño Ahmed le tranquilizó, no lo había tomado a mal.

-Ya veo, eso le hace aún más admirable, no debe ser cosa fácil…-

Seguía con el bebé en brazos mirándolo con ternura y pasando sus dedos delicadamente en el rostro regordete del pequeño, una piel realmente suave y rosada, alzó el rostro para mirar a la madre dulcemente.

-¿Trabaja en algo usted?-

-No lo es, aunque he ido aprendiendo en la marcha así que ahora lo siento menos pesado, aunque todo es por mi Ahmed.-, Le menciono ya que realmente se esforzó por el pequeño deseaba que tuviera una infancia más estable que la de ellos, aunque seguro tarde o temprano se encontraría de nuevo en movimiento, pero esperaba realmente que no fuera así, se esforzaría un poco más para que no sucediera, le daría aquello que pensaba que sería bueno para él. -Si, bueno mis ingreso proviene de algunas presentaciones que doy, Soy pianista.-

-Un bebé con buena estrella sin duda alguna…-

Se acercó un poco al niño inclinando el rostro para disfrutar de ese aroma suave que tienen todos los bebés, sería quizá el talco o cosa de la piel de ellos, pero era un aroma muy agradable, se despidió con un beso suavecito en la frente por encima del gorrito y se lo regresó a su mamá lento para no despertarlo.

-¿Pianista? Que maravilla… yo lo soy también, algún día sería dichoso de escuchar una interpretación de sus manos…-

Le sonrió antes de tomar con cuidado a su bebe arrullándolo en sus brazos cuando se movió en señal de despertó o incomodidad por aquel movimiento en el que se vio sometido, pero no tardo en acomodarse de nuevo apoyando su manita contra su pecho dejando que de esa forma pudiera descansar perfectamente pues parecía que no se movería más. -Espero que pronto tengamos la oportunidad de encontrarnos en un escenario o si gusta puedo invitarlo a mi casa para permitirle escuchar algo.-

-Eso sería magnifico-

aunque no estaba seguro si lo que resultaba magnifico de todo aquello era la posibilidad de interpretar con alguien más, cosa que hacía mucho tiempo no realizaba, o el tener la oportunidad de volver a ver a ese pequeñín tan adorable que le había ganado un tanto la voluntad sin querer.

-Si llego a hacer alguna presentación pronto, le invitaré sin duda alguna…-

-Gracias, lo tendré presente.-, Le menciono con una sonrisa, le había agradado aquella persona, sería porque simplemente era alguien a quien le agrado a su pequeño así que no tenia que levanta su defensa al menos no hasta que viera algo malo, pero por el momento le decía que todo estaba bien si seguía de forma calmada hablando con él. -Seguro que sus melodías son hermosas, Así como su agradable forma de ser-

Se sonrojó y no pudo evitarlo porque estaba mirándola a los ojos cuando hablaba con ella, así que bajó la mirada, en otras circunstancias lo habría disimulado pero en esa ocasión no pudo así que se echó a reír suavemente.

-Bueno… me concede demasiados meritos… pero espero que sea de su agrado…- Alzó la vista de nuevo ahora un poco preocupado- Ah… no se si le estoy quitando el tiempo… esta refrescando un poco ya, no se si al bebé le pueda hacer daño…-

-No lo creo... Las melodías son tan hermosas como el corazón de una persona.-, Le comento con una sonrisa, le había divertido verlo sonroja, acomodo mejor el gorrito de su bebe escuchando sus palabras, lo acomodo mejor antes de pedirle de favor que sacara la cobijita de su pequeño. -Es cierto esta más fresco, creo que es mejor volver y no nos quito el tiempo al contrario creo que lo entretuvimos de más.-, Acomodo la cobijita de tal forma que cayera parte en su hombro y lo demás por debajo de su bebe, para que eso le cubriera de mejor forma y así el fresco no lo tocara.

Le pasó la cobija mirándola encantado y sin resistirse le tomó otra foto cuando ella se había acomodado al nene de tal forma que quedaba completamente oculto bajo la mantita y a buen resguardo de todo.

-Para mi fue un placer… que me encantaría repetir, su bebé es adorable y su compañía un regalo…- se puso de pie mientras tomaba la bolsa de la joven mamá… -¿Tendría algún inconveniente en si la acompaño? Me da un poco de pendiente que cargue todo sola…-

Se levanto con cuidado terminando de ver que la cobijita estuviera bien para que no se cayera o descubriera a su bebe, escuchó sus palabras. -Le agradezco, pero no desearía abusar de su amabilidad, además no vivo muy lejos.-, Le menciono, bueno su casa estaba como a unos quince minutos, pero en realidad era cerca y como mencionaba no deseaba perturba más al ajeno, sentía que ya había tomado demasiado de su tiempo en ese día.

Lo miro, bueno tal vez no sería malo aceptar si no le causaba problemas. -Esta bien, acepto.-, Sonrió antes de empezarlo a guiar hacia que rumbo debía de tomar, caminando en esos pasos lentos que provocaba que su andar fuera arrullos para su pequeño durmiente.