Hora de descanso

Se puso de pie y tomó su mochila para colgarsela sólo de un hombro, poniendo la pizarra bajo éste mismo de modo que le quedara libre una mano para tomar la de Yves y guiarlo al local de helados que quedaba cruzando la calle, para lo que tenían que salir de la escuela.

Beltrán le había dicho que iba en camino y que no se moviera, pero iba cerca y no tardaría él tampoco, además, podía verlo desde la heladería.

Cruzó la calle, recordando mirar a ambos lados, y llegó al local que exhibía varios tipos de helado de distintos colores, algunos muy extraños, otros más convencionales, pero todos se veían lindos y ricos, era difícil saber que escoger aunque... bueno, él ya tenía una idea de qué deseaba... él problema era lograr que le prestara antención cuando no hablaba.

Bajó ligeramente la mirada al recordar eso, volteando apenado a donde Yves para mostrarle algo que había escrito algo lentamente, por pena en gran parte:

Tomo su libreta ya que era lo único que llevaba ese día pasando a pasarse a su lado antes de ver que tomaba de nuevo a su mano sólo lo dejo, pasando a salir del aquellos terrenos de la escuela para ver la calle, miró que no viniera ningún coche cruzando junto con el menor, viendo ese lugar, era un tanto colorido por la exhibición de los sabores que se notaba que no era más que pequeñas muestras de cartón o materiales derivados.

Miro lo que escribió. -Si...-, Contesto con un monosílabo sonriéndole para que no se preocupara, se acerco junto con él a mostrado para hacer el pedido de un helado de fresa y el por su cuenta pidió una de queso pues ese no era tan dulce como los otros al menos para él. -Aquí tienes.-, Le paso su helado cuando fue entregado.

Tomó su helado ofreciendole una sonrisa que en él equivaldría a un gracias, pues había guardado su pizarra en la mochila para no tener problemas para sostener su postre, que comenzó a comer gustoso.

Miró hacía afuera del local y jaló un poco la manga de Yves para hacerlo ir con él a una de las bancas fuera y poder sentarse y dejar a un lado sus cosas, mirando ocacionalmente a la calle por la que debía pasar Beltrán para recogerlo, mirando a la entrada de la escuela en la acera de enfrente, aunque no pasó mucho tiempo para que escuchara un claxón conocido y notara el Altima de Beltrán.

Por practicidad, está vez sacó el celular en lugar de la pizarra para escribir como un mensaje de texto algo con su mano libre para mostrarselo a Yves luego de ponerse de pie:

El Altima de Beltrán:

Lo siguió tras pagar pasando a sentarse a su lado, mirando hacía la salida de la escuela viéndose aun uno que otro salir pasando a ver que llegaba un vehículo plateado, miró hacia Mishka viendo lo que había escrito en el celular, entonces ese era el transporte del padre del menor bueno entonces ahora debían de cruzar la calle para ir al otro lado, le permitió tomar su mano para cruza la calle, mirando que no viniera ningún coche pasando con cuidado.

Tocó el claxón en tres ocasiones, un patrón que tenía su familia para que con solo escucharlo, los identificarán, ya una especie de costumbre. Pero no vio a Mish salir.

Raro. Le había dicho que ya iba por él, que no se moviera, ¿y si le había pasado algo? Tocó de nuevo antes de ponerse a buscar su celular para llamarle cuando lo vio cruzar la calle con otro chico, uno mucho mayor que él, comiendo helado, a lo que sólo suspiró al bajar la ventana cuando ambos se acercaron a donde estaba.

"Te dije que ya venía para aca... que no te movieras"

Negó en un tono de suave regaño, abriendo la puerta para él

"Sube..."

Miró luego al acompañante de Mishka, sin hubicarlo realmente, pero restandole algo de importancia, bueno, seguro era amigo de Mish.

"Gracias por acomparñar a Mish, soy su papá, Beltrán"

Llegaron donde se encontraba el mayor, escuchó las palabras que le decía al menor, eso era normal de un padre suponía, bueno lo era, no era raro que un padre se preocupara y a veces mostrara enojo junto a este, bueno alguna vez lo vivió así que sabia poco de aquello, había saludado con un leve movimiento de cabeza antes de escucharlo.-No es nada.-, Le menciono ante aquel agradecimiento antes de agregar. -Soy Yves Neveu un compañero de grado superior.-

Apenas e hizo una mueca un poco triste por el "regaño" de Beltrán, pero asintió subiendo al auto, cuidando que si helado no fuera a gotear o algo similar, no fuera a ser que molestara más a Beltrán con manchitas en el asiento, aunque cuando lo vio presentarse con Yves, se apresuró a escrbir en su celular algo para él mostrándoselo al militar.

"Mucho gusto"

Respondió en una respuesta casi automática antes de bajar la vista para ver lo escrito por el pequeño pelirrojo, algo sorprendido por lo ello, mirando al pequeño con cierta extrañeza, sin contestar algo en realidad. Simplemente volviendo su vista al joven allí.

"¿A dónde vas ahora? Puedo llevarte si me queda de camino"

-Al contrario, el placer es mío.-, Correspondió de forma amable y se dio cuenta tras un segundo que sonó a una presentación de trabajo, pero dejo aquello a lado, era normal ponerse nervioso con una persona imponente como aquel, aunque no era nervios era una sensación diferente tal vez admiración por la forma de ser con su hijo. -Voy hacia el orfanato “Paraíso azul”, El que se encuentra a espalda de la iglesia de la zona Barnes.-

-No se preocupe no deseo desviarlo de su camino.-, Agrego sinceramente por no cáusale problemas además tomando en cuenta la ubicación de la zona seguro le quedaba muy lejos y no deseaba molestarlo con sus cosas por lo cual no negó, pero no lo acepto dejando así una opción para que eligieran.

"¿Vas hasta Barnes?"

Dejó sonar algo de sorpresa en su voz al saber lo lejos qué estaba de donde se encontraban ahora mismo. ¿Y se iba a ir solo hasta allá? En carro no hacían mucho de camino, unos 15, 20 minutos más o menos, pero a pie era otra historia.

Negó con la cabeza y estió el brazo para abrir la puerta trasera del auto.

"Sube, te llevamos. Podemos invitarte algo de comer si conoces un lugar que nos quede de paso"

-Si.-, Sólo confirmo con un monosílabo, viendo su acción tras aquella negación, bueno al parecer en definitiva no iba a poder negarse ya que aceptaban llevarlo hasta donde iba y en realidad tampoco es como si pudiera dar otra excusa. -Gracias.-, Dijo terminando por aceptarlo pasando a entrar al auto, escuchó aquellas palabras y se le ocurrió algo bueno que podía ser su agradecimiento por llevarlo, aunque debía de ir al orfanato siempre podía hacer una pequeña escala. -Si gusta puedo hacerle algo de comer.-

-Bueno no tenemos mucho pero puede hacerle algo decente y donde resido esta a cercano al orfanato así que si gustan....-, Menciono y era verdad lo que mencionaba no vivía lejos de hecho a sólo una calle, era una pequeña casa que era de unos de los profesores que iba a dar lecciones al orfanato, pero como lo conocía desde antes de que el fuera adoptado lo llevo a vivir consigo tras su regreso allí.

Arrancó cuando el chico cerró la puerta, no mucho, porque aun no estaba seguro a donde irían, pensando en pequeñas posibilidades, pero sin esperar la mencionada, que lo hizo buscar verlo por el espejo retrovisor. Ni siquiera estaba realmente seguro de qué contestar ante la invitación, porque tampoco iba a pedirle que usara parte de su despensa en ellos.

"Eres muy amable..."

Musitó cuando empezó a conducir a una velocidad más adecuada, tomando camino.

"No quisiera causarte molestias... Tal vez en otra ocasión. Esta vez dejanos invitarte nosotros"

Esperaba la respuesta pero esta no tardo demasiado pues pronto escuchó sus palabras, bueno tampoco podía obligarlo a aceptar su comida y tal vez no estaría mal aceptar su amabilidad, bueno a veces debía de ceder ya lo había plateado al menos esto era claro y no como la vez que termino aceptado algo y termino con una cita con alguien que quedo en igual condición.

-...Gracias, Aceptare esperando que pronto acepten mi invitación.-, Comento hacia el mayor viendo el camino que tomaba para saber donde indicarle entrar, aunque aun parecía faltar, miró al pequeño Mishka, bueno ya no tan pequeño pero era lindo le agradaba ese niño. -Cuidado.-, Le menciono antes de notar que unas gotitas de helado se iba a caer en su uniforme, le ayudo con la servilleta que tenia sosteniendo su helado para limpiar el camino en su mano. -Anda disfruta de tu helado o te quedaras pegajoso.-, Al parecer el pequeño pensaba en algo o eso le pareció aunque el mismo olvido unos segundos de su helado.

Había estado sólo pasando su vista de uno a otro y aunque se había emocionado un poco con la invitación de su nuevo amigo, al parcer su padre tenía otros planes, dejándolo con un puchero marcado, y apenas iba a repelar cuando sintió la servilleta en su mano, volteando a donde Yves como si en un principio no hubiera entendido la acción, pero asintiendo, tomando la servilelta y limpiandose, para lamer lo que estaba derritiendose de su helado.

Pero no dejaría pasar eso, tirando ligeramente del saco de Beltrán un par de veces, buscando su atención, frunciendo el seño cuando éste parecía ignorarlo.

Sonrió discretamente al ver con su vista periférica los detalles que tenía Yves para Misha, pensando que tal vez si podía pedirle en alguna ocasión que lo cuidará, sólo si era absolutamente necesario, después de todo, un joven de su edad tendría muchas cosas que hacer y, bueno, poco chicos se sentían a gusto con hacerla de niñera.

También había notado las reacciones de Mishka, pero lo estaba ignorando apropósito, hasta que empezó a tirar de su ropa, lo que era realmente molesto y, además, podía causar un accidente si se descuidaba, esperando un alto para mirarlo, nada feliz.

"Si deseas algo, sólo dilo"

Dijo al mirar al menor, con un tono ligeramente severo, pero controlado.

"Puedes hacerlo"

Su vista paso al exterior de aquel vehículo, viendo el paso de aquella carretera, como todo se movía dejando atrás ciertos establecimientos o algunos otros coches, volvió su vista al interior notando aquella escena, bueno había detalles que pasaron a quedarse solamente en su mente porque... Había muchas razones del porque, pero eso era lo de menos en esos momentos.

En primera circunstancia tal vez el convivir con muchos niños le hacia sobreprotegerlo un poco, pero tampoco tanto como reprender al padre delate del niño menos cuando era un "extraño", miró al pequeño. -No debes de hacer eso... Puede se peligroso debes esperar el momento adecuado para decir algo, así que debes decirle una pequeña disculpa a tu papi.-, Le menciono con una pequeña sonrisa como aminorando aquello y eso lo hacía para que no se sintiera mal, si hubieran estado hablando solos le hubiera dado un leve beso pero como no era así sólo dejo el comentario.

Sólo había funcido más el seño ante la respuesta de Beltrán, apunto de hacer un pequeño berrinche con el mayor por estarlo ignorando aproposito y por querer obligar a hablar, sobre todo, enfrente de alguien más.

Realmente se vio tentado a empujar al mayor e ignorarlo luego a él para que viera lo que se sentía, pero entonces escuchó la voz de su acompañante, a quien terminó volteando a ver, suavizando la expresión de su rostro, bajando un poquito la mirada al sentirse ahora regañando.

Se escondió en su asiento, mirando a su padre y dijo un muy bajito "L-lo...s.sss...sien-to"

Cerró los ojos, completamente sonrojado, entre por la vergüenza de su dificultad para decir unas pocas palabras y el haberse tenido que disculpar.

Escuchó al pequeño entre aquel titubeo de voz, pero el hecho de que haya dicho aquello aun con su leve sonar era algo que le causaba ternura, le dio un abrazo dejandole un beso en la frente. -Bien hecho...-, Le menciono era como una pequeña pauta de darle un reconocimiento cuando hacía algo que no quería, esa pequeña recompensa le era suficiente así como si fuera un pequeño de tres años aunque era porque debía de acostumbrarse a él de poco, pero aun así parecía que lo hacia rápido.

Debía admitir que, de todas las cosas que esperó, no pensó que el joven con quien iban fuera a intervenir en la pequeña problematica con Mishka, pero al parecer lo había hecho, con un sorprendente éxito.

No es que Mish fuera un niño difícil, de hecho era muy calmado y bueno, pero a veces podía ser caprichoso, sobre todo cuando algo le frustraba y sabía que el que él lo forzara a tratar de hablar un poco más le frustraba en demasia... pero tenía que hacerlo, si no lo intentaba, ¿cómo iba a poder superar esa dificultad? no hablando solo empeoraba el problema.

La vocesita del menor le derritió al instante y, apenas tuvo la oportunidad, parando el carro, le revolvió el cabello en su forma de decirle que no pasaba nada.

"Ya llegamos. Es un lugar pequeño, pero les gustará"

Anunció mientras se estacionaba frente a un pequeño local que, si bien no era nada especial, se veía acogedor, de cierta forma. Los invitó a bajarse y mandó a Mish a lavarse las manos dentro para quedarse un segundo a solas con el joven que iba con ellos.

"Gracias"

Bajo del auto cuando llegaron viendo que el pequeño se iba por orden de su padre, pensaba acompañarlo, pero termino siendo detenido escuchando aquellas palabras. -No es nada, su hijo me ha causado mucha ternura.-, Le menciono sinceramente mirando hacia donde se había ido el pequeño. -A veces es difícil trata con ellos, pero cada uno tiene su truco en realidad.-, Hablaba como si tuviera experiencia y era así debido a que ayudaba con los niños del orfanato así que conocía un poco de estos.

"¿Has trabajado con niños antes?"

Preguntó mientras entraba al local, buscando una mesa desocupada, una tarea realmente nada complicada, puesto que había varias vacías, pero decidiéndose por una relativamente cerca de la caja.

-Si, se puede decir de esa forma.-, Le comento cuando escuchó aquella pregunta pasando a seguirlo, aunque decidió agregar un poco más. -Ayudo en el orfanato por eso tengo trato con ellos, allí he aprendido mucho de los pequeños, además de que me gusta convivir con ellos ya que siempre cuide de mi hermano menor.-, Le comento pasando a recordar este surgiendo en sus ojos un brillo por el mencionar a su lindo hermano y luego un manto de sobra cubrirlo un poco.

Estuvo a punto de preguntar si su hermano no estudiaba donde mismo que él o Mishka, pero al ver ese sutil pero significativo cambio en su expresión, decidió dejarlo pasar. Pensando que tal vez no era tan buena idea preguntar más.

"Ya veo..."

Inevitablemente, se empezó a sentir un tanto incómodo con el pensamiento, sin estar muy seguro de como continuar la conversación, casi esperando que apareciera Mish de pronto para relajar de nuevo el ambiente.

-Su hijo me recuerda a él ya que es muy tierno.-, Le menciono con una sonrisa pues el pequeño Mish se la hacía tierno similar a su hermano cuando era más pequeño debido a que no llego a una gran edad, bueno no de forma normal por declararlo de una forma, pero al menos a pesar de todo lo tenia a su lado, aunque bajo circunstancia demasiado raras debía de decir. -Seguro que usted debe estar orgulloso de tenerlo como hijo.-

No pensó que el joven quisiera seguir hablando del tema, pero lo hizo y la mención de su hijo en medio de eso... podía decir que de cierta forma le había enternecido también. Que lo viera como un hermanito mejor. Sobre todo cuando parecia que Mish le había tomado cariño muy pronto, pese a nunca antes haberle hablado de él.

"Lo estoy..."

Confesó con una leve y cálida sonrisa, algo que antes sólo aparecía cuando estaba con la mamá de Mishka y él, y ahora, sólo para Mish.

"Es un niño muy bueno. Tal vez por eso a veces me pesa más dejarlo solo en casa. Pero con mi trabajo, es imposible tenerlo conmigo entre una y otra cosa."