Día colorido

Si mirada dijo quizás más de lo que diría con palabras pero en muchas ocasiones parecía ser suficiente. Nadir no era un niño, pero tampoco era mucho mayor que sus hijos y la cercanía que, de una u otra forma, tenía con su familia, prácticamente orillaba a Nadir a tratarlo con la misma dureza y, la vez, con la misma consideración.

"Nadir... aunque Yohann ya no sea propiamente un niño, sigue viviendo en casa de sus padres y no puede pasarlos por alto para ese tipo de cosas, sobre todo porque tampoco es mayor de edad y ante la ley ellos siguen siendo responsables de él. Además, están estás situaciones..."

Y estaba el hecho de que aún no estaba seguro qué pasaba con Hugo y cómo se pondría cuando se enterara. Realmente esperaba, por el bien de su sobrino, que Hugo estuviera al menos un poco de buen humor ese día.

"También tome en cuenta que usted es una figura pública y que, aunque usted puede estar más acostumbrado a lidiar con los medios, para Yohann, que con dificultad trata con la gente, saber que algo sobre él pueda ser publicado en un afán destructivo, puede afectarle mucho, y no sólo a él realmente. El trabajo de mi hermano y el suyo también están estrechamente relacionados con ese tipo de notas"

Sacó su celular para mirar la hora y corroborar que no hubiera ningún nuevo mensaje, sólo para guardarlo justo después.

"¿Usted se encuentra bien? Imagino que no fue una escena agradable"

"Lo sé... pero si realmente quiere verlo, sólo puedo recomendarle que trate de hacerlo en lugares más privados. Sé que puede ser difícil, por Richelle, pero hable con Hugo, o con el mismo Yohann, y quizás encuentre una solución a eso"

Se movió un par de pasos más cerca del modelo y le dio una sola palmada en la espalda.

"¿Por qué no va por algo para que se pase el susto? Esto parece que tomará tiempo. Yo seguiré tratando de contactarme con Hugo mientras"

Sacó de nuevo su celular, apunto de marcar, cuando escuchó que uno sonaba y no era precisamente el suyo.

"Me parece que tiene una llamada"

"Nadir" se dejó escuchar la voz de Hugo al otro lado del teléfono, algo alterado "acabo de ver el mensaje, estaba en una junta, ¿qué pasó? ¿Cómo que Yohann está en el hospital?"

Le dolía el estómago de sólo pensarlo. Su hijo ya había estado en el hospital en otras ocasiones, a veces por pequeños accidentes, a veces por amenazas de suicidio... así que realmente no sabía que esperar, qué tan grave podía ser.

"¿Está bien?"

"¿Xaver? ¿por qué está allí? ¿Tú le llamaste?"

No sonaba del todo molesto, quizás porque estaba algo en shock, ni siquiera había preguntado bien por Yohann, sólo lo primero que se le había venido a la cabeza. No le gustaba que sus hermanos estuvieran siempre sobre sus hijos, en el caso de Xaver con Yohann y de Érico con Adrian. Sus intervenciones podían ser bien intencionadas, pero usualmente molestas.

"Ah, no importa... ¿Le hizo daño a alguien más?"

"Mándame la dirección del hospital por un mensaje, llegaré allí en unos minutos y..." se interrumpió a sí mismo para hacer su voz sonar un tanto más seria, menos alterada "lo que sea que diga ella, ignórala"

Se dejó escuchar como cerraba una puerta, probablemente la de su automóvil ya que también dejó de oírse mucho del barullo del exterior.

"Gracias por estar allí. Te amo"

Cuando Bastian notó que Nadie había colgado, esperó apenas un par de segundos para acercarse de nuevo, notando al menor algo más tranquilo, al menos en apariencia.

"¿Todo bien?" preguntó tratando de no sonar demasiado entrometido, aunque esperaba que con quien el joven hubiera hablado fuera Hugo, aunque quizás preguntarlo directamente sería una tontería.

Antes de que pudiera decir mucho más, uno de los enfermeros se acercó a ellos, preguntando si alguno de ellos era familiar del joven Yohann, porque necesitaban que firmara unos papeles para poder proceder. Al parecer el menor necesitaría algunas puntadas y un tiempo considerable para dejar sanar la herida.

Bastian simplemente había tomado el portapapeles y había firmado, aunque con cierto grado de molestia para con él menor, aunque debía entenderlo, no pensaba que fuera del todo su culpa pero, tenía un capacidad para alterar a su familia casi indecible.

"¿Lo podemos ver?"

Al parecer sí, apenas terminaran con las puntadas.

"Gracias..."

Suspiró sin marcarlo demasiado antes de volver su atención a Nadir.

"Me causa algo de curiosidad saber qué, exactamente, alteró a mi sobrino para esto"

Notó a donde fue la mirada de Nadir. Allá estaba su esposa con Richelle, seguramente tratando de calmarla. Su rápido razonamiento fue que Nadir se preguntaba porqué había sido él quien había firmado cuando la madre del menor estaba allí... Claramente, para Bastian, Richelle no estaba en condiciones de responsabilizarse ni de sí misma.

La respuesta, sin embargo, no podía decir que lo dejara satisfecho. No, más que eso, le creó cierto recelo, porque conociendo al pequeño rubio, tenía una idea de lo que pudo haber preguntado en esa impertinente forma suya y, en cierta medida, entendía porqué se había alterado. En teoría, él no era quién para juzgar lo que otros hicieran y en esos ostros incluía a su hermano menor, pero... si involucraba a su sobrino, ya no podía decir que estuviera precisamente dispuesto a permanecer pasivo.

"Ya veo" su voz salió con un leve desprecio, más hacia la idea que se había hecho que a la persona frente a él por sí misma. Estaba terriblemente molesto con su hermano, entre otras cosas, por no estar allí ahora.

No importaba en un momento lo dejarían entrar con su sobrino y ya podría saber qué pasaba por su cabeza y, con suerte, tendría oportunidad para hablar con él antes de que Hugo llegara a alterar más a su hijo, gritándole, como solía hacer a las cosas que no terminaba de entender y le irritaban, a las cosas que no obedecían las reglas que él marcaba. Sabía que si algo enfermaba a Yohann eran, precisamente, esos gritos desconsiderados entre los cuales sus padres le hacían saber que no podían entenderlo... que estaban cansados.

Pasaron unos minutos donde no creyó necesario decir nada más, escasos, porque el enfermero le indicó discretamente que podía pasar con su sobrino y así lo hizo, disculpándose con Nadir asegurándose que tenía que hablar con Yohann a solas un momento.

Hugo llegó apenas un par de minutos luego de que Bastian se quedara con Stein en esa especie de habitación grande donde estaban más de un paciente de urgencias y donde el menor seguro estaba más desesperado de salir por los gritos que por el dolor o el aroma intoxicante de alcohol. El padre del rubio no había llegado allá para estar con su hijo, antes se había topado con su esposa y había discutido sobre sin sentidos, reproches que no venían al caso y por los que habían tenido que salir del hospital para medio resolver. No. Para llegar al punto donde Hugo aceptara la culpa de lo que fuera que Richelle lo acusara y él pudiera entrar a ver a Stein finalmente que ya lo esperaba, con los ojos rojos e hinchados de lágrimas por la conversación con su tío, en la sala de espera y en silla de ruedas. Esperaba lo de siempre, que toda esa frustración que él mayor sentia fuera descargada sobre él hasta hacerlo llorar de nuevo y apretar los dientes detrás de unos labios que mostraban rabia contenida...

Bastian odia esas demostraciones de caracter, esas escenas que Hugo parece sólo usar para, inconscientemente, humillar a su propio hijo en público para hacerle saber su lugar, hacerle saber que ya no sabe qué más hacer con él. Un punto donde ya no son gritos, porque no pueden gritar en un hospital, sino... alguien que señala directamente la herida y pregunta insistentemente "¿por qué?" sin estar dispuesto a escuchar la respuesta.

Todo esto mientras se espera que hagan los cargos necesarios, las cuentas y los dejen irse. A Stein simplemente es algo que siempre la parece interminable, un infierno... Y culpa a Nadir con la mirada fija y fría como dagas, pese a su padre exigiéndole voltear a verlo, por sentir... por saber que él, Nadir Florit, probablemente la única persona que tiene alguna especie de influencia en su padre, no hará nada.

Bastian notó la instantánea reacción de Hugo, una no muy favorable al parecer y que, eventualmente, iba a hacer que las cosas empeorar. Wanda notó la mirada de su esposo y se acercó con cuidado a Nadir, poniendo su mano en el hombro de éste.

"¿Nos quiere acompañar a recoger a Adrian? Seguro está por volver de la escuela y pensábamos llevarlo a comer"

Hugo hizo una seña de que hicieran lo que quisieran y dejó de discutirle a Stein, que no dijo… nada, sólo apartó la mirada de todos, cansado de ese lugar, de pronto, emocionalmente agotado. Richelle, por su parte, no parecía del todo contenta con la idea y murmuró algo similar a "¿para que también Adrian se quiera perforar una pierna?"

Y la discusión de Hugo con ella volvió a empezar.

"Vamos, Nadir…" sugirió Wanda con un tono gentil mientras hacía por alejarlo de eso. Nadir no era miembro de esa familia, ellos tenían que aguantar esas discusiones, el francés no.

Wanda dejó que se fuera, mirando discretamente a su esposo que le había pedido con un sutil movimiento de cabeza que le dejara marcharse.

Hugo después se ocuparía de eso, después hablaría con él, lo buscaría y le susurraría palabras dulces al oído que aseguraran que nada de eso era culpa de Nadir, que así era Yohann, que lo esperaban, que no hiciera caso a Richelle, que no pensara en esas cosas, que lo amaba…

Pero no ahora, ahora estaba molesto con Yohann y la esposa que no quería. Además de que estaba su hermano y su cuñada allí y eso también le molestaba. No era el momento, cuando lo fuera, cuando todo estuviera tranquilo, él sobre todo, iría a tranquilizar a es persona que tanto quería, quizás, de las que más quería de las que estaban en esa sala.

Stein no diría ya nada, no respondería las pregunta de su padre, y dejaría que lo regañara como quisiera y sólo contestaría con una mirada llena de rencor a sus padres. Todos estaban cansados de eso.

Wanda y Xaver se asegurarían de mandar algún regalo, una botella de whisky caro probablemente, a Nadir como una disculpa de lo que había pasado, sin palabras, sólo eso que, a la vez, sería un agradecimiento por su discreción. Eventualmente, querían pensar, todo estaría tranquilo de nuevo.