Cielo monocromo

Apenas volvía de haber ido a hacer la despensa. Estacionó el auto frente al complejo de apartamentos, para empezar a sacar las bolsas con víveres del auto, alzando la vista cuando sintió una gota caer en su hombro.

Elevó la mirada al cielo... completamente gris, tan nublado que hacía que se perdiera por completo la noción de la hora del día. Las nubes de ese color siempre le había parecido que dejaban al cielo en una única luz, oscureciendo el cielo matutino y aclarando el nocturno.

Negó, mejor apurarse o la lluvia lo sorprendería a medio camino.

Estuvo caminando todo el día por el centro comercial,y asistiendo a una seción de cine,la película no fúe lo que ella se había imaginado,aunque eso de ir al cine sola tampoco era agradable.Tiró el resto de palomitas que le habián quedado en la primera papelera que encontró y salió a la calle con las bolsas de las compras que había hecho.

El cielo estaba oscuro como si pronto fuése a caer una gran lluvía. - Solo falta que empieze a llover. Y tan pronto lo hubíese dicho, comenzaron a caer pequeñas gotas de agua.Aligeró un poco su paso, mirando hacía abajo, sin darse cuenta que acabaría tropezando con algo.

- ¡ Pero que....!

Estaba por subir las escaleras que daban a la puerta cuando escuchó el sonido de algo cayendo contra el suelo y un grito, por instinto, y antes de que reconociera conscientemente la voz, volteó para ver a la persona que había conocido hacía unos días en el piso.

Pronto dejó las bolsas que llevaba en el primer escalón para acercarse a donde estaba la pelirroja, hincándose a su lado preocupado.

-¿Estás bien? ¿te lastimaste?

La lluvia se había convertido en un pequeño incordio, acababa de tropezar con algo que hizo que callera al suelo y cada vez llovía con mas intencidad y tenia las rodillas algo raspadas por la caida.

Notó que álguien se arrodillo a su lado y su voz le resultaba conocida,pero estaba tan atenta mirando el golpe que se había dado, que ni se molesto en levantar la cabeza.

- Pués quitando que me he caido...que me duelen las rodillas y que estoy empapada hasta los huesos...no sé que decirte.

Tartamudeo al contestar por el frio que sentía, Isabella intentaba no perder el humor,aunque no era uno de sus mejores momentos.

- Y para colmo... me caigo y resulta que hay álguien mirandome,¿no es gracioso?

El tono y la contestación lo tomó un poco por sorpresa, pero decidió no comentar al respecto, suponiendo que era normal que pareciera molesta, pensó que lo mejor era no tomarlo personal, por lo que sólo suspiró, levantándose y ofreciéndole su mano para ayudarla a hacer igual.

-Ven, déjame ayudarte... -pidió con una suave sonrisa, amable-. Es obvio que no has tenido un buen día y ambos seguiremos mojándonos aquí afuera.

Su ropa estaba totalmente empapada por la lluvia,dejo que el chico la ayudase sintiéndo algo de apuro,aquella
situación la hizo ruborizarse, cuando penso en la forma en que le había contestado cuando el se preocupaba por ella.

-Grácias, la verdad es que ya no me cabe una gota más de agua encima y tengo mucho frío,y tu te estas mojando por mi culpa.

Al ponerse de pié, notó una pequeña moléstia en las rodillas y mirandose comprovó que una de ellas tenía una
pequeña grieta por la cual asomaba algo de sangre que se resbalaba junto con el agua por su pierna.

Intento limpiarse con la mano, pero no servía de nada,se incorporó quedando frente al hombre,el cuál estaba tan mojado como ella,por su cara resbalaban miles de gotas y acercó su mano hasta su frente para retirarle los flecos que tapaban sus ojos a la vez que intentaba disculparse.

- Lo cierto... es que no es que halla tenido un buén día, aunque si a sido raro,y supongo que esta caída tonta
es una sorpreza de este día tan maravilloso , y mala por cierto .....Perdona mi forma de contestarte, no soy tan desagradable cuando se me conoce.

-Descuida, ya podemos secarnos dentro -comentó tranquilo, aunque su mirada bajó junto con la de ella para notar la herida en su rodilla y la sangre que, aunque al parecer no era mucha, si estaba allí-. Además, necesitarás atender eso, no sería bueno que se infectara.

Le sonrió, aunque el toque en su frente le hizo sentir un poco extraño, no dijo nada.

-Lo sé, nos conocimos hace unos días, ¿recuerdas? En el río...

Tomó la mano de Isabella y la puso en su hombro al tiempo que se ponía a su lado, sereno.

-Vamos, ya habrá tiempo de disculpas adentro, donde no está lloviendo. Apóyate en mi hombro, así no apoyas tanto la pierna -se agachó sólo para tomar las cosas que suponía eran de Isabella para llevarlas él como el caballero que era, antes de empezar a caminar al portal.

- Si lo recuerdo, reconocí tu voz,pero me he sentido tan ridícula estando en el suelo y de esta manera,que cuando te escuché me dije para mi (no puede ser)...pero quién me iba a decir que este día tan horrible..tendría que tener algo bueno.

Le resultaba algo embarasoso volver a encontrarse con el profesor y en esa situación,pero el dolor de su rodilla hizo que lo olvidara en ese momento,cuando se levantó con la ayuda de él,y agarrandose a su hombro,dejó que este se agachara para cojer sus cosas,las cuáles ya ni se acordaba, seguramente estarían mojadas y sucias.

-¡ Ay!... no te preocupes,no creo que se vaya a infectar es una herida pequeña,aunque me duele pero es lo
mas normal, despues de una caida supongo...lo que no me extrañaría es que coja un buén resfriado,seria genial
para redondear el dia.

Soltó una pequeña carcajada, al tiempo que caminaba cojeando agarrada al hombre, que cargaba sus cosas en la otra mano.

-Ademas no quiero molestarte puedo cojer un taxi.

Sonrió al ver que conservaba algo de su humor, pidiéndole que le permitiera sólo un segundo para tomar las cosas que había dejado antes de acercar a ella, en el primer escalón, volviendo a erguirse para que pudiera sostenerse de él si quería.

-No es molestia. Si deseas un taxi, puedes llamarlo desde mi apartamento, a menos que realmente quieras coger un buen resfriado por esperar por uno por aquí.

Le sonrió ayudándola con las escaleras, señalándole el ascensor, para que no creyera que tendría que subir hasta su piso así también.

-Y, aunque no parezca que pueda infectarse, lo mejor es lavarla ahora, y puedo darte algunas pastillas para que se pase el dolor y... evitar que te de gripe.

Entró despácio en el ascendor, agarrada a frederick para no apoyar la pierna en el suelo,supuso que este viviria en un piso alto, fuera se escuchaban algún que otro trueno y la llúvia seguia callendo fuertemente.

-Ahora que escucho los truenos, no quisiera irme, no me gustan y no tengo ganas de estar sola en casa.. los ódio.

Isabella odiaba el estruendo de los truenos y los relampagos y el mero hecho de saber que estaría sola en casa abrazada a un cojín en su sillón la hacían sertirse como una niña pequeña que se asusta por cualquiér ruído , hasta que estos pasaran.

-Está bién.. te haré caso y me dejaré curar esta herida, pero no me vayas apretar, por qué me duele.

Miró al hombre intentando aguantar la risa, y parecer algo mas sería en sus palabras, a la vez que este pulsaba el botón del ascensor.

Apretó el botón al tercer piso y sonrió suavemente a Isabella mientras sentía el ascensor moverse.

-A muchos no les agradan, tenía un par de alumnas que les tenían pavor, aunque también llegué a conocer a un chico que decía que le gustaba el sonido. Creo que yo me he acostumbrado a ellos.

Escuchaba cómo el ascensor anunciaba cada uno de los pisos que subía hasta llegar al tercero, en el que se detuvo y donde ellos bajaban.

-Oh, y descuida, no voy a apretarla -sus labios se curvaron suavemente en una sonrisa ladeada mientras le ayudaba a caminar por el pasillo hasta su departamento, pidiéndole sólo por un momento que sostuviera una de las bolsas para poder sacar sus llaves y que ambos pudieran pasar-. Listo...

Encendió la luz dejando ver un apartamento de paredes pintadas de un pulcro color blanco, muebles modernos color negro con apenas unos toques de verde olivo y una repisa llena de libros, al parecer acomodados por tamaño y editorial quedando juntos los de pastas similares.

Frederick guió a Isabella a uno de los sillones, donde la dejó sentarse, mientras él dejaba las bolsas de las compras a un lado.

-Ahora vuelvo, voy por el botiquín, mientras, puedes ponerte cómoda.

Spoiler:

Se acomodó en el sillón esperando a que Frederick regresara,mientras tanto miraba a su alrededor observando el apartamento, los colores que tenia entre las paredes y los muebles le daban un toque acogedor, no pareciá muy grande pero no estaba nada mal.

Se interezo por una repisa que había en una de las paredes,estaba cargada de libros colocados por tamaño desde
el más grande hasta el más pequeño,su curiocidad crecía por mirar que clase de libros eran,a Isabella le gustaba mucho la lectura pero tenia sus predicciones.

Se levanto para mirarlos de cerca, pero lo hizo tan deprisa que ni se acordaba de su rodilla ,apoyandola en el suelo bruscamente,un fuerte dolor la hizo quedarse donde estaba.

-¡Aaayy!. gritó tapandose la boca pués oyó los pasos del hombre que parecía regresar con un maletín en la mano.

Spoiler:

Apenas la había dejado se había ido directo al baño, donde tenía el botiquín y, cuando ya iba de regreso a la sala, escuchó un grito que lo alarmó y lo hizo volver más aprisa de lo que tenía planeado, acelerándole un poco el corazón por pensar que Isabella se hubiera lastimado aún más, sólo para suspirar aliviado al encontrarla sentada en el sillón.

Supuso que se había apresurado a moverse... esperaba.

-Debes tener más cuidado... -advirtió sutilmente mientras se acercaba a ella para dejar el botiquín a un lado del sillón-. Veamos... ¿puedes levantarte un poco el pantalón?

A isabella se le subieron los colores al escuchar las palabras de Frederick advirtiendola de que tuviéra cuidado, tal vez
la había visto a su regreso.

-Lo sé,me llamo la atención esa estandería de libros, quise levantarme y apoyé la pierna que no debía...Se subió muy despácio el pantalón, para no rozarse la herida, su cara hacía alguna que otra mueca al sentir algo de dolor.

Miró al hombre como ponía el botiquín en el suelo - ¿Que vas a ponerme?... ¿ no será alcohol?..no vayas a apretarme.

Parecía estar algo nerviosa,y se quejaba como una niña pequeña a la que le van a curar, la herida más grande del mundo,intentó distraerse mirando hacía otro lado,pero volvía a mirar la herida y las manos del hombre.

-No, no es alcohol... es agua oxigenada, ¿ves? -mostró el frasco mientras lo sacaba, igual que una motita de algodón. Podría decirse que estaba algo acostumbrado a ese tipo de situaciones, después de todo trabajaba en una escuela y alguna vez había trabajado con niños, algunos de los cuales solían rasparse muy seguido las rodillas.

Tal vez, sin querer, se estaba comportando con Isabella como lo hacía con esos niños, casi como un papá que regañaba suavemente a los niños, al tiempo que buscaba que confiaran en él para poder curarlos.

-No dolerá, quizás sólo arderá un poco, pero lo mejor es limpiar la herida, luego te pondré algo para desinfectar... -rebuscó entre el botiquín para sacar un spray-. Esto. Luego puedo ponerse una gasa, pero primero quiero ver que tan profunda es la herida...

Puso algo de agua oxigenada en la motita de algodón y, ya mojada, la acercó a la rodilla de ella para empezar a limpiar con cuidado la herida.

Puso su mano sobre el brazo del sillón, apretàndolo fuertemente para no mostrar ningùn gesto de dolor en su cara
mientras Frederick le limpiaba la herida,,cierto era que no dolìa pero si escocia un poco.

-¿No es muy profunda verdad?, parece que estas acostumbrado ha estas curas.

Notaba el algodòn en su rodilla apretanto un poco para quitar alguna piedrita que seguro se habìa colado en la herida, miraba como el limpiaba la sangre que había resbalado por la pierna,por un momento sintiò algo de dolor, moviendo bruscamente la rodilla.

-¡Perdòn!.

Spoiler:

Apenas puso el agua oxigenada, algo de la sangre se lavó y, tras pasar el algodón sobre la herida, pudo ver que no era tan grave, un raspón normal, pero el golpe de la caída seguramente era lo que dolía, golpearse una articulación nunca era bonito.

-Parece que n... -se interrumpió a sí mismo cuando sintió la reacción de Isabella y a la par que ella, casi a unísono pidió-: ¡Perdón!

La miró algo sorprendido por la reacción, pero luego sonrió y evitó reirse, bajando la mirada para ocultar un poco una pequeña sonrisa que se le escapaba, no por haberle causado molesta a Isabella, sino porque hubiera reaccionado igual los dos.

Carraspeó.

-No te preocupes... creo que... no es tan profunda.

Isabella,cerrò fuertemente los labios, para no reirse, y mirando hacìa abajo observo la cara del hombre.

-¿Te estàs riendo?,no me extraña.. esta situaciòn parece algo còmica.
Dejo que acabara la cura de su rodilla, cierto era que no parecia nada profunda , en poco tiempo se cerraria y quedaria como nueva.

Quitò la mano del sillòn, ya no dolìa tanto y diò un gran suspiro a la vesque observaba la habitaciòn, en ese momento no sabìa que decir ni que hacer, solo esperar a que Frederick terminase de curar su rodilla.

Spoiler: