Papel y agua

Al pequeño -muy pequeño- Lucky le gustaba mucho dibujar. Era nuevo en Scarlet, así que decidió un día tomar sus cosas y recorrer la ciudad y sus barrios, se guió por el río desde Barnes a Soho, y atraído por la belleza natural del paisaje se sentó en una orilla, dejó la guitarra, su incondicional compañera, a un lado y de su mochila vieja sacó un cuaderno de dibujo, unos lapices y se puso a bosquejar el lugar, veía las personas que también estaban de visita y con un boceteo rápido las inmortalizaba en su dibujo.

Quizá Lucky no se consideraba talentoso, pero le gustaba lo que hacía, suficiente para que con una sonrisa firmara el dibujo y lo pusiera sobre la mochila que contenia sus demás dibujos.

Estiró las piernas casi rozando el agua, cuando una corriente de aire se llevó el dibujo y sin la oportunidad de poder detenerlo, este cayó directamente al río.

Suspiró al tiempo que se levantaba y se estiraba hacía el dibujo, no dejaría que ninguna de sus creaciones se fuera con la corriente.

Esperaba, avergonzado, que nadie presenciara esa situación.

Caminaba distraída, como era su costumbre, con el mp3 bien alto, ignorando mucho de su alrededor, caminado a la orilla del río para obligar a sus pasos a seguir el camino por inercia y no desviarse. Era un camino que frecuentaba tan seguido que parecía que sus pies ya sabían hacia donde iban, por lo que a veces su cabeza se perdía en otras cosas, en ese caso, en los diálogos de la próxima obra.

Todo bien, parecía recordarlos todos pero... ¡Una palabra! ¿qué debía decir allí? Es decir... ¿cuál era la palabra? Era algo como... como...

Cerró los ojos fuertemente, como si eso fuera a ayudar a su memoria, como si la respuesta estuviera tras sus parpados y así pudiera leerla, pero nada, no llegaba la palabra... lo que si llegó fue un buen tropezón con algo que definitivamente no era propio del camino. Algo que, con un gritito, la llevó al suelo, quedando boca abajo, sobre la cosa que la había hecho tropezar y las manos contra la tierra, ligeramente raspadas.

"Oww...." había dolido... ¡Y ni siquiera había recordado la palabra!

Ah, sí... tampoco había notado con qué se había tropezado.

Estaba más cerca del papel mojado que flotaba en el río, muy cerca. De pronto sintió un golpe y tras tratar de balancearse sin éxito cayó al agua.
El papel flotó frente a él, mientras este se peinaba el cabello hacía atrás, que por la humedad se quedaba fijo descubriendo su frente. Maldijo en voz alta antes de reirse de si mismo y llamarse "idiota" un par de veces.
Se acercó a la orilla y vio a la chica que recien se levantaba, extendió una sonrisa forzada, y algo preocupada, antes de hablar.

- ¿Estás bien? ¡Perdón! ¿Te lastimaste? ¡Lo siento!

"Mmmh...." hizo un ruidito de protesta cuando se levanto, viendo sus rodillas raspadas igual que sus manos, quedándose sentadita sobre sus chamorros a la orilla del río "estoy bi-... ¿eh?"

Alzó la vista para notar a un chiquillo en el río, todo empapado y, sus grandes ojos verdes se aguaron por segundos para tener que morderse los labios poco después...

"¿Qué te pasó?" preguntó risueña, olvidándose un momento de sus raspones para levantarse y extender su mano al menor "Ven aquí, pescadito"

- ¿Pescadito? - Lucky tomó la mano de la chica, quedandose soprendido por tan bonita chica. Salió del agua con esfuerzo, no sin antes tomar su dibujo y llevarlo con él. - Estoy bien.

Sonrió y extendió el dibujo en el suelo con cuidado para que no se rompiera, no pudo evitar ver las piernas de la chica antes de levantarse.

- ¡Pero mirate! ¿Estás bien? ¡Tus rodillas están sangrando!...¡Tus manos tambien! Rápido,hay que llevarte con un doctor.

Olvidó por completo todo para jalar a la chica con él y comenzar a caminar, apenas daba un paso cuando repetía una y otra vez "lo siento" y "perdoname"

Se dobló un poco para ver lo que tenía el menor allí, notando el dibujo, quedando intrigada por él, viendo los bonitos detalles... Hasta que un grito del otro la hizo prácticamente saltar espantada, al no esperárselo.

"¿Qué?" preguntó alarmada por ese "¡mírate!" sin oportunidad de responder antes de ser tomada por la muñeca para ser obligada a caminar tras del más pequeño.

"Pero... pero... ¡Estoy bien!" Se paró en seco, tratando de hacer al otro detenerse también. "No pasa nada, ¡de verdad! Siempre me pasan cosas así, no necesito un doctor"

Si su voz sonaba angustiada era, posiblemente, porque se lo estaba contagiando el otro.

"¡Deberías estar mas preocupado pro ti! Estas hecho una sopita, tú si te puedes enfermar si no te cambias, esta demasiado frío para que andes empapado"

Lucky la vio entrecerrando los ojos con duda, ¿realmente estaría bien?, seguramente esos raspones dolían, y más seguro aún es que se estuviera aguantando. En cambio él era un hombre, un simple "chapuzon" no era nada.

Eso fue hasta que estornudó.

- No te preocupes por mi -dijo tallandose la nariz- Joder, realmente hace frío. Soy Luck.

Sonrió de nuevo. Sus manos estaban mojadas y trató de secarlas con su playera, bastante inutil puesto que esta tambien estaba mojadas, se exprimió el cabello y titiriteó un poco.

"¡Ya ves! Te dije" reprochó cruzándose de brazos, como mamá regañona, imitando a alguna, más bien.

Riéndose poco después por la aparente afirmación del menor, nada adecuada al estado de ninguno de los dos. Una rapada y el otro empapado. Nada de afortunados.

"Jajaja, realmente no creo que seas afortunado, a menos que hayas encontrado una moneda en el fondo del río"

Se acercó un poco más y, como par ayudarle a secarse el cabello, revolvió este entre sus manos, sacando ligeramente la lengua mientras lo hacía, apartándose poco después para secarse las manos en la sudadera rosa que llevaba.

"Mejor vamos a mi casa, tú me curas los raspones y yo te presto mi baño para que te duches y metemos tu ropa a la secadora o algo. ¿Qué te parece, bomboncito?" preguntó con un guiño, aunque en su cabeza la decisión ya estaba tomada, mero formalismo el suyo, pues ya había tomado la mano del otro para ir por sus cosas.

"Awww, pero no dejes todo eso allí, o te lo van a robar o algo".

Sacudió la cabeza después de que la chica revolviera su cabello pensando en lo que había dicho. Pero si lo era, bueno, estaba seguro que lo era, lo había pronunciado bien, ¿no? "Luck" ¿que tenía que ver su nombre con encontrar una moneda?

Soltó la mano de la chica para guardar sus libretas y sus lapices, tomando el dibujo mojado para llevarlo en su mano, se echó la guitarra a la espalda y le dirigió otra sonrisa.

- Está bien, iré contigo, pero sólo porque tengo frío. Pero tu casa no está muy lejos ¿verdad? es muy incomodo caminar con los pantalones empapados.

La siguió dando pasos largos y abiertos, esa era la desventaja de usar la ropa tan holgada. Sacudía el dibujo al mismo tiempo para que se secara, aunque el dibujo ya quedaría maltratado por la humedad, ni hablar. Se burló de su forma de caminar.

- Me he de ver muy extraño haciendo esto - dijo después de carcajearse un poco.

"Sí, está cerca"

Se rió al verlo caminar, o tratando de hacerlo, sin poder evitar imaginarse algo como un patito o similares.

"Para nada, completamente normal" comentó con una sonrisa que no pudo ocultar, acercándose, tomando de improviso el papel que el otro sacudía, curiosa "¿Y esto?"

Apenas lo tuvo en las manos lo inspeccionó, notando el dibujo en el papel maltratado por el agua, considerándolo particularmente bueno, algo que llamó realmente su atención.

"¡Wooo! ¿tú hiciste esto? ¡Está genial! ¿Los vendes o algo?"

Ni cuenta se dio cuando la chica tomó el papel de sus manos, viendola como se sumia en el dibujo. Se puso rojo como tomate cuando esta lo alagó.

-Si... yo...Si, yo lo hice. A mi me... gusta mucho dibujar. A veces los vendo.

Aún con la incomodidad de su ropa se obligó a caminar bien y en par a la chica, la miró como se entusiasmaba mirando su dibujo y sonrió.

- Si me dejas, puedo hacer un dibujo tuyo tambien.

Lo miró incrédula por un segundo antes de sonreír ampliamente, abrazándolo y arrepindiéndose al instante para separarse. Ahora estaba mojada también ella, pero no tanto ni tan gravemente como el menor.

"Uy... ¡Ah, no importa!" ignoró su ropa y el frío para sonreír y volver su vista al menor "¿De verdad? ¡Me gustaría! Dibujas súper bonito. ¿Cuánto cobras? A una amiga le encanta los dibujos"

Lucky se paralizó al sentir el abrazo que mojaría a la chica, sintiendose un poco culpable por el echo de que ella ahora estuviera mojada tambien.

Se sintió feliz de que alagaran sus dibujos tantos que su sonrojo no se iba, incluso podía olvidar el frío.

- Pues... no lo sé... un euro... ¿Los ingleses usan el euro tambien? - Preguntó inocente, pero el hacer cuentas no era algo que a él se le facilitara- ¡Olvidalo! ¡Como me caes muy bien lo haré gratis! Después de todo me gusta dibujar. Tambien me gustará dibujar a tu amiga y...

Inhaló entre cortado tres veces interrumpiendose a si mismo antes de dejar salir un estornudo muy fuerte.

Se rió detrás de su mano al escucharlo estornudar.

"Awww... pobre patito" tomó su muñeca para seguir su camino "Vamos, la casa no está tan lejos. ¡Eres una monada! mis mis amigos te van a adorar, de verdad."

Y, realmente, su casa no estaba tan lejos, ¿le había dicho que vivía con otras 6 personas? Bueno, no importaba, igual no siempre estaban todos en casa, pero, si sí.

"¿De casualidad tocas algo? ¿cantas?"

Volvió a sonrojarse apretando la correa de su guitarra.

- Si... bueno, No creo cantar muy bien, pero me sé varias canciones en la guitarra. Si gustas puedo tocar algo para ti y tus amigos -dijo sonriente y algo burlón agregó- Por cierto, no es "Ducky" es "Lucky"

"¡Guitarra! una de mis amigas toca guitarra, o eso dice ella..." dijo con un ademán de pensar "Oh, aunque, jajaja bueno, lo preguntaba por si querías jugar con nosotros. ¡Es sábado de Guitar Hero! Y nosotros somos la caña" comentó eso último tratando de imitar el acento español como solían hacerlo cuando configuraban el juego.

"¿Lucky? Oh... te llamas Lucky, no que eres afortunado, ok, eso tiene mucho más sentido" dijo sonriendo, "Ah, y por cierto, vivimos en la casa como naranjita de allá, la de la esquina"

Lucky soltó una carcajada, divertido, cuando la escuchó hablar en español.

- ¡Me encantaría jugar con ustedes! -Dijo entre risitas- Aunque en verdad sólo he jugado en las pruebas de consolas en los centros comerciales, pero será divertido. Después de todo es una guitarra.

Y volvió a reir.

-¡Cierto! Mi nombre suena a "suerte", supongo que mi madre creía que mi nombre me haría afortunado. - Lucky miró la casa mientras se acercaban. -¡Genial! Que bueno que ya llegamos, muero de frío.

"Bueno... si tienes ritmo, ya la hiciste" comentó con una sonrisa mientras se acercaba buscando sus llaves para abrir la puerta de la casa. "¡Ya llegué! ¿Quién está?"

Anunció su llegada con un grito y una sonrisa mientras entraba, escuchando un grito desde la no muy retirada sala, entrando para verlos a casi todos allí: Uno en la batería, sentado en el sillón junto a la chica que jugaba con el bajo. La guitarra, el vocalista de pie y los otros sentados, en el piso, al lado de una pizza que se veía aún caliente donde no tenía mucho de haber llegado pero con apenas dos pedazos en la caja aún, otras dos cajas por allí para después, junto a un six de cerveza y otras botellas y vasos desechables.

"¡Ey, empezaron sin mí!" comentó con un puchero exagerado antes de irse a sentar por allí, haciendo una seña con la mano al pelirrojo para que se acercara, dándole un pedazo de pizza mientras uno de sus amigos abría un par de cervezas para los invitados casi sin apartar la vista de la pantalla, como si no se supieran los patrones casi de memoria.

Lucky la siguió casi como patito perdido recorriendo la sala sigilosamente para no estorbar la vista de los jugadores. Tomó la rebanada de pizza paseandola mientras esperaba a que enfriara, y tomando la lata de cerveza algo contento.

-Ah, gracias...

Era un ambiente bastante agradable, y divertido.
Sonrió un poco para si mismo, antes de ver a la chica sentarse y quedarse él ahí... Detrás de todos, sin saber muy bien que hacer o como entrar en ese ambiente al que ellos parecían tan acostumbrados.

La partida terminó con un solo de guitarra que hasta hacía parecer que todos habían contenido la respiración por instantes, como si se tratara de un penalti en una copa mundial. No tan extremo, pero... bueno, eran bastante teatrales, actores al fin.

La leyenda conocida no tardó en aparecer en la pantalla al son de su pequeña celebración al tiempo que se escuchaba como abrían un par de cervezas extra. Una castaña que apenas dejaba a un lado la guitarra del juego volteó al sentir una presencia extra y sonrió al ver al chiquillo parado allí como si no tuviera idea de que hacer.

-Awww... Milli trajo un gatito perdido -anunció con un ligero acento al ver al menor, haciendo que los otros voltearan para toparse con él.

-Osh, Milliarde, ¿qué le has hecho que está todo mojado? -se escuchó de pronto la voz masculina de marcado acento francés.

-Pero que hermosa cosa, pobre niño -esta vez fue una latina la que se dejó oír -Dimitri, debe´riar a traerle una toalla y ropa en vez de fastidiar a la niña.

Lucky sonrió divertido, mientras arqueaba una ceja al ver como todos festejaron la terminación de la canción.
Le dio una mordida a su pedazo de pizza cuando sintió la mirada de todos sobre él. De pronto se había vuelvo el centro de atención, justamente mientras mordía.

- yo...-Dijo con la pizza en la boca, callandose a si mismo recordando los "buenos modales". Agachó la mirada avergonzado cuando le recordaron que aún seguía mojado, tragó y se recobró al ver la mujer que se acercó a él.

La miró fijamente con la boca algo abierta mientras esta le hablaba, miró a Mili, a los otros chicos y volvió a ver a la mujer.

- Que bonita - Murmuró lo primero que se cruzó por su mente.

Hubo una especie de silencio incómodo por unos segundos.

-¡Aww!

Quizás sólo un par de segundos, antes de que la latina gritara enternecida y abrazara a la cosita pelirroja en medio de la sala.

-¡Pero que lindo estás! ¡Y que educadito! Ven, vamos por una toalla, dulzura, mientras me cuentas qué te pasó.

La morena parecía bastante entusiasmada ahora con el pequeño como para pensar siguiera en prestar atención al juego en la sala (o cualquier otra cosa). Lo medio arrastró tomando su muñeca, una mala costumbre que seguro había tomado de Milliarde, o al contrario, difícil saberlo.

El resto en la sala no hizo más que mirarse unos a otros, a Milliarde y, si acaso, encoger los hombros antes de volver a la pizza y la bebida. Nada fuera de lo normal... para ellos al menos.

-Eh...-exclamó sonrojandose mientras la latina lo abrazaba, dejando su rebanada de pizza y su lata en donde pudiera - Yo... este...

La siguió sin poder evitarlo sonriendo ligeramente divertido, aunque avergonzado, al no poder escapar volteó a la rubia, rojo como tomate.

-Mili...

Por un momento se sintió como un cachorro recién llegado a una cariñosa familia.

Al escuchar su nombre se puso de piel, con la bebida en mano y sosteniendo el pedazo de pizza con los dientes para ir a donde estaba la latina entrando a un cuarto para salir con una gran toalla de un tono parecido al salmón, algo más quemado.

"Ariana" la llamó al quitarse la rebanada de pizza de la boca, "el es Lucky... no el lucky de suerte, sino de... bueno" se rió un poquito, tratando de adelantarse a causar un malentendido como con el que ella se había topado "se llama Luck, al menos preséntate antes de querer manosearlo con el pretexto de secarlo, mala persona"

La latina no tardó en ponerse completamente colorada por culpa del comentario de Milliarde, arrojándole la toalla a la cara.

"¿Cómo dices eso? ¡Luego van a pensar que es cierto!" respondió enérgica y avergonzada antes de volver su vista al pequeño pelirrojo, hablando con una voz mucho mas dulce "No le creas nada a esa rubia loca y grosera. Me llamo Ariana y... ¿verdad que es su culpa por no habernos presentado antes?"

La recién presentada Ariana batió sus largas pestañas con un pequeño pucherito, buscando el favor del niño.

Lucky sonrió en el momento que lo presentaron y estiró la mano como para alcanzar la toalla cuando la latina la lanzó hacía Mili, sonrojandose el tambien por el comentario de la chica.

Se rió por lo bajo al escuchar a Ariana dirigirse de esa forma a Mili e hizo una mirada un poco complaciente y traviesa.

-Pues... para empezar es culpa de Mili que este mojado.

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