Milliarde Barton

Nombre: Milliarde Barton

Edad: 20 años

Zona de residencia: Soho.

Ocupación: Mesera, bailarina

Descripción física: Rubia, de ojos color verde, de estatura media, delgada, ligera pero con los músculos bien definidos por sus rutinas de ejercicio y baile. Tiene un busto pequeño y una cintura bien marcada, igual que sus lindas piernas.

Descripción psicológica: Alegre, relajada, espontánea, coqueta, quizá hasta un poco descuidada y torpe. Milliarde es del tipo de persona que está siempre dispuesta a escuchar. Amigable, del tipo que iniciara conversación con cualquiera que se siente a su lado. Tierna y simple, porque para ellas las cosas deben ser así: “simples”. No piensa nada demasiado, si le toma más de 2 horas tomar una decisión, preguntará al primero con quien se tope. Pareciera demasiado confiada e ingenua a veces.

Gustos: Bailar, cantar, la música, el teatro, las fiestas, algo de alcohol, el color blanco, los gatos, la luna y los chicos. Algunos videojuegos simples, como el Mario Kart, el Rock Band y el Guitar Hero. La pizza, la comida china y las palomitas.

Desagrada: Leer, el silencio, tener que estar quieta por mucho tiempo, los insectos.

Historia: Creció en una familia ligeramente disfuncional de la que se cansó con el paso de los años. Al vivir con el tercer esposo de su madre, con sus pequeños medios hermanos en medio de la pubertad y con una “señora histérica” resultó insoportable para ella, sobre todo cuando su padrastro creyó que tenía derecho a prohibirle seguir yendo a bailar con los chicos de la compañía de teatro que para él no eran más que “unos vagos que sólo se juntan a follar y drogarse.”

No era cierto, también hacían ejercicio y obras muy buenas que a veces eran incluso para recolectar dinero para cosas más altruistas que “drogarse y follar”.

En fin, los comentarios despectivos de su familia hacia lo que más le gustaba hacer que era bailar empezaban a ser demasiado y, tan pronto cumplió los 18 años, decidió huir de casa y quedarse a vivir con unos de los chicos de ese mismo grupo de teatro al que le habían prohibido seguir asistiendo. Ahora reside junto con seis de ellos, otras cuatro chicas y dos chicos, en una casa de considerable tamaño donde comparten no sólo cuartos, baño y cocina, sino también comida, videojuegos, vicios y pasatiempos.

De alguna forma, sus amigos de teatros son ahora su familia.