Preparativos

Otro aburridisimo día en su oficina, firmando papeles, leyendo cosas que realmente no le interesaban mientras hojeaba revistas viejas... Necesitaba comprar nuevas.

Suspiró, delineando con el dedo el borde de la pequeña taza que había contenido su expreso, mirando el reloj, en espera del café que había mandado a su asistente a traerle. Pensando, haciendo una lista mental de todo lo que había que preparar, de todo lo que tenía que decirle.

La fecha estaba ligeramente cerca y era imposible que se permitiera que el tiempo se les viniera encima. Era un evento importante y tenía que ser, por la calidad de las personas que pretendía que asistieran, espectacular.

Se abrió paso en la oficina, tras girar la perilla cuidando no hacer ruido por si la mujer dentro estaba de malas, y dió algunos pasos dentro de la oficina, pulcra y bonita, donde ya sabía dónde encontraría a su jefa, Zina Faber, y caminando hacia ella con tranquilidad. "Buenos días", saludó más o menos enérgico. En su trayecto al trabajo ella le había pedido un café y algo de comer... y él había tenido que volver en su camino al único lugar donde el café era decente... así que ahora llegaba un poco tarde pero con el encargo listo.

"Espresso doble." dijo, dejando la pequeña taza de cartón en el escritorio, "Y un panini... vegetariano, me aseguré... o una tarta de zarzas... ¿qué prefieres?" dijo mirando dentro de la bolsa de papel que llevaba en la mano y de donde había sacado el expresso de ella y su propio latté.

Escuchó la puerta y sólo llevó su mirada a ella, con el rostro gr´cilmente recargado en la palma de su mano, cuyo codo, a su vez, estaba recargado en su escritorio.

Sonrió ligeramente a Jaska al verlo, invitándolo a acercarse con una sola mirada para tomar luego el café del escritorio y acercarlo a ella quitando la tapa para soplar ligeramente al contenido caliente y apreciar bien el aroma del espresso, dejando apenas un gesto descuidado con su mano para que Jaska se sentara igual.

"Panini..." contestó antes de dar un pequeño sorbo a su espresso, antes de ponerse a hablar más de negocios. "Siéntate, quiero tu opinión"

Se sentó solicito y le dio un sorbo a su bebida antes de responder "Panini será entonces..." y dejó la bolsa con ambas opciones de comida junto a él, ya sacaría más tarde su tarta. Se acomodó en la silla, cruzando las piernas dispuesto a prestar atención pero le dio calor de pronto, a pesar de que había dejado fuera su abrigo, pues en los interiores de las oficinas tenían encendidos los radiadores, y se quitó la bufanda y los guantes, cuando hubo terminado miró a la mujer frente a él, a quien a veces le costaba catalogar como mujer, por cierto, y aparentemente listo para empezar la faena diaria preguntó,

"Claro, ¿sobre qué?"

"Mi cumpleaños. Quiero hacer un evento en grande, no como los años pasados que fue en mi casa, este año quiero a las personas más importantes y respresentativas en mi evento, empresarios, corredores de arte, artistas, políticos"

Comensó a decir mientras buscaba su comida en la bolsa, dejándola de nuevo en el escritorio, esta vez más cerca de Jaska que de ella, en parte para que luego tomara su comida, en parte para poder comer a gusto... sobre todo para poder comer a gusto.

Sacó después un catálogo de entre sus cosas donde se mostraban diferentes arreglos, temáticas con distintas convinaciones de colores y muetras de invitaciones.

"¿Cuáles?"

Arrugó la nariz al escuchar la calidad de los invitados pensando que sería una velada de hecho pesada y estresante. Con cualquier otra persona se hubiera guardado el comentario pero Zina no sólo era su jefa, era su amiga desde hacía muchos años, le hubiera gustado decir de la infancia pero lo cierto es que más bien eran adolescentes estúpidos cuando se conocieron; En corto, Zina lo conocía mejor que posiblemente cualquier otro en la ciudad, no le hubiera sorprendido que ella supiera exactamente qué pensaba al respecto así que sólo lo dijo:

"Suena aburrido..." y alargó la mano para tomar las muestras que ella le enseñaba, por el momento ignorando su tarta, observó con cuidado, no era alguien que tuviera un gusto impecable, pero suponía que si Zina le pedía su opinión había que tomarse el hacer un juicio en serio. "La odiarás y luego te descargarás conmigo..."

Siguió mirando y finalmente dijo... 'Las plateadas me hacen pensar en todo menos en tí.'

Lo miró por un segundo para escuchar algo que estaba casi segura que diría y que basicamente ya se esperaba.

"Igual tienes que ir" sentenció dandole un trago a su café, esperando algún veredicto sobre las invitaciones y apenas y le frunció el seño cuando hablo de desquitarse con él. "Y puedo empezar a hacerlo desde ahora."

Pero negocios son negocios, y no importaba realmente...

"¿Y cuál sí te hace pensar en mí? las negras son horribles y las de papel reciclado" hizo un movimiento con la mano para cortar sus propias palabras, algo frustrada. "No importa... ¿Las verdes te gustan?"

"Meh..." dijo encogiéndose de hombros porque igual de convencido que ella estaba de que ningunas eran las correctas pero que en realidad estaban de más, eran nimiedades y protocolos que a él no le importaban en lo más mínimo pero que eran necesarios cuando se trataba de... relaciones públicas y esas cosas. "Supongo que sí, realmente no lo sé, ¿Son las que más te gustaron?".

Las dejó en el escritorio sin dejar de mirarlas y de pronto sonriendo divertido, sabiendo que lo que iba a hacer no era ninguna buena idea pero haciéndolo de todos modos, "¿Me darás un aumento si digo que combinan con tus ojos o algo estúpido?" y rió, alcanzándose la tarta inmediatamente después, temiendo perderla para siempre si a Zina se le ocurría que quería dejarlo en ayunas.

"Ni siquiera interesa... las verdes, o aquas, lo que sea..."

Tomó la invitación en sus manos, revisándola por última vez cuando escucho él 'astuto' comentario de su asistente, al que sólo le ofreció una mirada como respuesta. Una advertencia...

"Te daré la invitación para que te la comas si decides hacerlo. Sobre todo porque no combinan tan bien con ellos, realmente"

"Sorry, tengo tarta" dijo sonriente, mostrandole el paquete que recién había tomado del escritorio y que inmediatamente después abriría para comérsela porque se le había antojado desde que la vio en el mostrador.

Se tomó un momento para desenvolver su desayuno y después de darle una probadita con la cuchara que le había costado encontrar al fondo de la bolsa de papel, la miró de nuevo con aire aparentemente serio, señalándola con la punta de la cuchara como si estuviera dando alguna especie de dictámen.

"¡Y claro que combinan, si pasaras la mitad del tiempo que paso yo viéndolos porque siento raro que me mires cuando hablas y yo no verte, lo sabrías!"

Una mordida más y luego un sorbido a su bebida. Su trabajo era ridículamente agradable.

"Si tú lo dices..." Bajó la mirada para revisar una vez más una lista de invitados que tenía, a la que aún le faltaba agregar algunas personas e indicaciones pero que ya arreglaría después.

"Quiero que revises la lista y agregues a los que hagan falta, también que veas que los de relaciones publicas escriban algo adecuado para las invitaciones y las manden a imprimir y que las entreguen de una vez"

Le entregó la hoja mientras lo veía comer a gusto, quizás demasiado a gusto considerando que -estaban trabajando-.

"Dame"

Tomó la hoja que Zina le ofrecía y la revisó, extendiendole la tarta sin titubear porque realmente no tenía problema con que comiera y revisó la lista de invitados que no terminaba de entender aunque sabía quiénes eran, porque sabía más de lo que era necesario saber sobre la gente influyente de la ciudad desde que Zina y él aparentemente tenían mucho menos trabajo del que les gustaba aparentar.

"¿Cuáles son tus... parámetros para invitar gente? Influyentes, emergentes... ¿qué?" preguntó miránola y mirando su tarta con amor y anhelo. "¿Quieres que me encargue de ver que esto llegue al periódico, digamos... pulcramente?"

Tomó el mismo tenedor que usaba Jaska para tomar apenas un bocado del postre antes de llevárselo a los labios y dejar el tenedor junto a él de nuevo mientras degustaba...Dio un pequeño trago a su café y sonrió ligeramente, porque Jaska debía tener una muy buena idea de lo que ella quería en su reunión, cumpleaños.

"Influyentes y artistas con potencial, músicos principalmente... también puedes enviarle una invitación a Reid, aunque su última publicación fue un fiasco. El grupo de literatura tuvo que ser benévolo con él, y aunque no soy nada cercano a su fan, aun comparado con sus otros trabajos fue... fatal."

Le regresó la tarta, antes de volver a tomar algo de su expreso, simplemente asintiendo ligeramente a eso último con el índice mientras tomaba un poco. Bueno, también debían mostrar que el evento no era cualquier cosa.

Arrugó la nariz a pesar de que su tarta estaba de vuelta y eso tenía que hacerlo extremadamente feliz, mas no podía hacer oídos sordos a esa ácida crítica al último trabajo de uno de sus mejores amigos. Bueno, uno de sus 'mejores amigos' que básicamente eran pues... Alvah Reid y la misma Zina, lo que lo ponía en una situación que en realidad era menos complicada de lo parecido, no se odiaban, eran más o menos amigos también, pero tenían una maña molesta de fastidiarse, una relación genuinamente corrosiva. Más Zina a Alvah que viceversa, pero por la naturaleza de la mujer era de esperarse.

"Acepto que no fue su mejor novela, es más, puede ser que sea la peor, pero no es fatal... y en general sus trabajos son buenos. He leído absolutamente todo lo que ha dejado ver y nunca he pensado que algo haya sido fatal." dijo agarrando su tarta de nuevo y comiendo, con un ojo en el tenedor y el otro en Zina.

"Y ya se que vas a decir que no sé de literatura, al final es cuestión de gusto personal y lo que sea..." dijo con la boca un poco llena y con un ademán más o menos despectivo le hizo saber que no quería discutir nada sobre eso que dijo del gusto personal. Siguió tras tragar, esta vez con aire serio, quizás conciliador, "pero creo que es justo reconocer su trabajo."

"Sólo lo dices porque desde preparatoria estás enamorado de él."

Soltó como si fuera más absoluta verdad, sin una pizca de duda en su voz mientras tomaba un poco más de su panini y se limpiaba después los labios discretamente con la lengua.

"Mmh.. además, estoy segura que si le pregunta el que sea directamente que piensa de esa cosa, va a decir también que es un pobre intento de salir de un bloqueo de escritor o como sea que él le llame a eso. Lo que debería hacer es ponerse a trabajar en vez de estar fumando hierba."

Esta vez no pudo esconder su desagrado en un gesto de enojo... aunque parecía más un berrinche que agresividad. La mujer tenía, desgraciadamente, bases sólidas para decirlo, o lo que ella creía bases sólidas, y años y años en los que él había dicho que no, pero al parecer no con el suficiente fervor. Era un hombre religioso y aunque no era tan buen cristiano como pudiera ser, había cosas que creía firmemente y una de ella era que la homosexualidad no era lo correcto. Tampoco es que fuera una aberración ni que estuviera en contra, los homosexuales podían serlo y a él verdaderamente no podía importarle menos, su propia jefa era lesbiana y su mejor amigo cuando menos bisexual, pero Jaska prefería mantenerse a raya y además no le atraían los hombres. Eso incluía a Alvah pero Zina obviamente iba a molestarlo por siempre, su apoyo incondicional por el rubio iba a ser malinterpretado por encaprichamiento por la posteridad.

"Cállate" dijo nada más. Sí, le daba pie a pensar que tenía razón y que él no quería aceptarlo pero después de más de cinco años de negarlo, había desarrollado el método llamado 'no voy a hablar de esto, así que conversa contigo misma', aunque por dentro le molestara y le diera mil vueltas.

"Fumar hierba es aparentemente parte del 'proceso creativo'... o sea que en sus términos seguro que cuenta como 'trabajo'" terminó de hablar riendo, sin darse cuenta de que estaba acabándose su tarta demasiado rápido y lo lamentaría.

"¿Esa es forma de hablarle a tu jefa?"

Levantó el espresso hasta sus labios y dio un pequeño sobro antes de dar uno más largo, luego de comprobar que la temperatura era la adecuada. Realmente, si lo pensaba, la dinámica de sus conversaciones no había cambiado mucho desde que estaban en preparatoria. Quizás había menos... escándolo, pro llamarlo de alguna manera, pero fuera de eso...

Se sonrió y bajó el vaso haciendo apenas ruido cuando tocó su escritorio.

"Sigue siendo un vago como antes, ¿verdad?"