Adornos y más adornos

Sorprendió a Orel un poco pensativo, él trataba de no meterse en lo que no tenía nada que ver con él, y se manejaba así desde hacía tantos años que era muy facil ignorar otras conversaciones, otras discusiones… quizás al rubio no le resultase tan sencillo, sintió deseos de pasar su mano por el cabello ajeno, una especie de caricia… un gesto de afecto quizás…

Estiró la mano hacia él, pero al final la desvió para sólo apartar un mechoncito de su frente para llamar su atención y sonreírle…

-Claro… sigamos… no, no… me sentiré más seguro si lo hago yo…soy un poco más alto después de todo…- dijo riéndose y “comparándolos” a ambos con la mano, exagerando un poco la diferencia que no sería más que de un par de centímetros

Por reacción, cuando Armand le movió un poco el fleco, volteó para justo después hacer lo mismo, era respuesta que le había creado su mamá, quizás porque en el lenguaje de la señora eso significaba peinate.

“Pero...” miró su mano y la comparación, eso era un poco injusto, pero luego de una mueca de disconformidad, le sacó una pequeña sonrisa “no eres tan alto. Deberías ver a mis tíos, en unos años seré más alto que tú”

Aunque su papá medía más o menos lo mismo que Armand, así que tampoco podía asegurar lo anterior, pero tampoco era tan importante.

Se quedó realmente tranquilo cuando Orel sonrió nuevamente, eso estaba considerablemente mejor…

-Eso… te ves mucho más lindo cuando sonríes que cuando estas serio…-

Susurró brevemente sin intención completa de que el rubio escuchase eso, después de todo tan pronto como salió de su boca se arrepintió, no estaba precisamente bien decirle a un chico que era lindo… así como así… ¿O si?

-Jajajaja ¿ah si?-

No se imaginaba a los tíos del chico, pero seguramente serian altos, se preguntó que tan cierto sería eso… él no crecería más, estaba seguro, era de la altura de su padre, que había sido de la altura de su abuelo, él no crecería más… ojalá Orel se quede así… pensó mientras se giraba para seguir con el trabajo.

-Te diré qué… cuando seas más alto que yo tú pondrás los adornos… antes no…- añadió divertido mientras movía la escalera de lugar.

Una ligera duda apareció en su mirada, le pareció haber escuchado algo de Armand, en la linea de "mucho más lindo", pero decidió que quizás no era necesario que lo supiera del todo, o al menos algo le decía que era mejor que no preguntara.

"Te vas a cansar en algún momento" advirtió frunciendo ligeramente el ceño, pero sonrió después, siguiéndolo con una de las cajas con adornos. "Eres algo terco, por lo que veo"

-Jajajaja… no sucederá Orel, aunque no lo parezca ahora, tengo muy buena condición física…-

No tenía la misma que en el pasado cuando practicaba esgrima, pero no era del todo nefasta, sería imposible aguantar las jornadas maratónicas que solía aventarse en época de presentaciones por todos lados.

-Lo soy… ¿Te disgusta? Jajaja…-

Empezó a subir de nuevo una vez que acomodó la escalera y fue colocando los adornos que el otro le iba pasando poco a poco, luego de un rato podía sentir el calor en el cuerpo evidencia de estar trabajando en el sol, estaba ya un poco sucio por la escalera que estaba polvosa… lo curioso es que no le molestaba eso… era raro, pero se estaba divirtiendo… ¿Tendría mucho que ver la presencia de Orel? Sonrió pensando que si, posiblemente era así.

“No, no dije que... no es por eso que lo decía. Tener las manos alzadas es cansado” corrigió, aunque quizás era él mismo el que no tenía tan buena condición física... no es que fuera del todo sendentario, pero tampoco era tan activo.

Sólo caminaba mucho.

Negó, tomando algunos de los adornos para empezar a pasarselos a Armand.

“Supongo que sólo las personas tercas cosiguen lo que quieren... al menos eso dicen en mi familia.” Sonrió “pero hay de terquedad a terquedad”

-Sería bueno… conseguir lo que se quiere...-

Susurró para si mismo mientras terminaba de colgar los últimos adornos de ese hilo, los miró tintineando un par de momentos mientras seguía con los demás escuchando atentamente a Orel pese a que su mirada estuviese enfocada en el trabajo, era capaz de retener cada palabra del rubio, incluso de imaginarse el rictus en su rostro al hablar.

-Jajajaja… estoy seguro, que también eres algo terco…- giró sobre la escalera para mirarle hacia abajo sonriéndole y pasándose la mano por la frente manchándose de tierra sin notarlo -¿Quién lo será más? ¿Tú o yo?- preguntó bajando la escalera lentamente saltando los últimos dos peldaños de la misma asomándose a la caja con los adornos –Vaya… no quedan muchos ya…-

"Sólo un poco" admitió con un pequeña sonrisa "pero estoy casi seguro que me ganarías".

Notó la mancha de tierra en la frente ajena y tuvo apenas tiempo para contenerse de reír por ella, esperando a que el mayor bajara para decirle.

"Ah, mejor no saltes de las escaleras, no son fijas y no me gustaría que te cayeras" pidió con un oculto tono de regaño, conducta aprendida de sus padres y de sus días de nana. "Es verdad, pero creo que no se ve mal, con unos pocos más bastarán"

Así como el regaño y todo, más por costumbre que porque lo hubiera pensado mucho, se acomodó la manga de su camisa un camisa un poco más abajo de la palma para sostenerla allí con los dedos, acercándose a Armand para hacerle elevar el rostro para poder limpiarle la frente con el puño de a camisa.

"O podemos preguntarle al chico que estaba organizando que es lo que opina..." comentó terminando de limpiarlo.

-Puede ser… soy realmente tenaz cuando me lo propongo, una pesadilla… sólo hace falta que ponga mi mente en ello para lograrlo...- comentaba en broma mientras seguía inclinado mirando los adornos riendo un poco de la preocupación del rubio cuando saltó sin más, en lo personal no le había parecido nada arriesgado, pero si muy divertido… volvería a hacerlo quizás, solo para escuchar nuevamente la voz de Orel reprenderle con suavidad.

Levantó la cara cuando el muchacho le tomó… esperó un poco extrañado por el gesto hasta que sintió la mano del chico cubierta por su camisa pasar por su frente… miró hacia arriba confundido llevándose la mano derecha a la frente buscándose algo…

Cuando notó que Orel le había limpiado quizá algo de polvo sonrió agradecido mientras suavemente apartaba un mechón de cabello de la frente ajena y tomaba al rubio del rostro unos segundos, con su palma contra la mejilla calida del otro…

-Esperemos un poco, no hace falta ir tan rápido… mira… aún siguen adornando los otros chicos el resto de postes…- indicó mientras señalaba con su rostro a los demás –Tomemos un par de minutos… hacía tiempo que no te veía Orel, desde la escuela… ¿Cómo has estado? ¿Qué tal las clases?- Quería tener al menor un rato para él solo, aquella vez que se conocieron se había quedado con una impresión de él tan intensa que incluso se había dado a la tarea de "casualmente" pasar por la zona de idiomas de la facultad sin haberse topado con él de esta forma.

Aunque no había visto nada raro en sus propias acciones, cuando Armand hizo algo similar, reaccionó con un pequeño sobresalto, mirándolo extrañado al hacer sido tomado por sorpresa.

La primera parte de la frase, debió admitir, que lo descoló un poco, sacándole rojo a sus mejillas, pensando que Armand había mal interpretado sus manos sobre su rostro o algo similar, o que trataba de hacer una broma con un tinte de parodia romántica... Sólo para después notar que había sido su propia mente la que le había hecho una mala jugada.

Realmente agradecía que Armand le hubiera dado un motivo para desviar la mirada.

Carraspeó antes de contestar, asintiendo.

"O... ok. Todo ha ido bien, tranquilo, en realidad no he hecho mucho. Voy bien en las clases y... es verdad, a mi profesor le gustó la adaptación del poema, sobretodo las partes que me ayudaste a corregir, me dio un par de créditos extras" sonrió más animado "muchas gracias por eso. No he olvidado que te debo una comida"

Para el castaño las reacciones de Orel, por muy sutiles que llegaron a ser, fueron perceptibles… un ligero estremecimiento, un sonrojo breve en las mejillas, la mirada un tanto nerviosa.

Le gustó esa reacción, quiso verla una vez más, dos si era posible… no quitó su mano porque el contacto era tan grato que renunciar a él tan prontamente le producía una molestia que rayaba en el berrinche… no quería, aún no.

-Me alegro mucho que al final resultase bien… ah si?... suena bien… de hecho ¿Qué te parece si al terminar esto nos vamos a… cenar quizá?, porque puede que terminemos tarde-

Deslizó su caricia por le mejilla ajena hacia arriba pasando brevemente sobre la oreja del rubio, se sentía fría… sus dedos índice y pulgar sostuvieron suavemente el lóbulo del menor con delicadeza unos instantes antes de al fin soltarlo… la sonrisa en su cara seguía inmutable.

-No aceptaré un no por respuesta…- dijo bromeando mientras su mano regresaba a colocarse en el bolsillo de su pantalón.

"Pues..."

Sintió escalofríos recorrerle el cuello que por reacción le hicieron cerrar los ojos un instante, todo por esa pequeña caricia que parecía ser justo del tipo al que él no estaba acostumbrado y podían dejarlo paralizado por momentos... Ni siquiera había terminado de contestar y, la verdad, seguro que ahora mismo estaba completamente rojo.

"B-bueno..." contestó por inercia apenas Armand mencionó que no le aceptaría un no.

Abrió los ojos para mirarlo por un momento antes de desviar la mirada con una sonrisita nerviosa mientras se arreglaba el cabello y pretendía revisar los adornos en la caja cuando solo los estaba revolviendo ya.

"Entonces... ¿qué has hecho tú?"

Su mano dentro del pantalón ocultaba a sus dedos índice y pulgar frotarse uno contra el otro lentamente, como acunando la sensación de esa caricia tan personal que acababa de dar sin motivo alguno… ese rostro al sonrojarse delicadamente le provocaba una sensación de calidez y desesperación al mismo tiempo… sonrió disfrutando el espectáculo privado… le gustaba, le gustaban las reacciones, y la persona que las tenía.

Mientras la mirada del menor se desviaba para atender de nuevo a los adornos de la caja, Armand miró al resto de los chicos que estaban arreglando el lugar, mucho al parecer estaban por terminar, y aunque eso era bueno para el evento, el no podía evitar lamentar un poco que el tiempo que había tenido con Orel a solas estaba por terminarse.

-¿Yo?- preguntó sutilmente, sólo por responder de reflejo mientras regresaba la mirada hacia el rubio –He estado trabajando principalmente, en la escuela la mayor parte de las evaluaciones son proyectos o trabajos, así que técnicamente lo hago en casa casi todo-

Lentamente tomó la escalera para colocarla contra el poste que tenía menos adornos, si ponían ahí los que les restaban todo quedaría más o menos equilibrado y podrían decir que habían terminado… su mente aunque emocionada por el evento, ahora estaba mucho más enfocada a la cena con Orel; se subió lento a la escalera y extendió su mano hacia el chico sonriéndole… -Un par más aquí y estará todo listo…-

"Todavía quiero ver algo de lo que haces" advirtió cuando volteó para ver que movía la escalera de sitio. Decidió no quedarse atrás y tomó lo que quedaba de los adornos para seguir sus pasos, mirando el poste que parecía ser ya el único que necesitaba un poco más de arreglos.

"Entonces ya casi acabamos, eso fue rápido..."

Miró a los demás, porque parecía que el patio también ya estaba terminando de quedar limpio y, aunque de las bancas no podía saber por su posición, suponía que también habían avanzado buena parte del trabajo.

"¿Crees que deberíamos ver luego si necesitan ayuda en otra cosa? En teoría no venía a esto pero..." sonrió "es algo inspirador verlos a todos trabajando, sobre todo saber que están aquí porque quieren ayudar. Nunca antes había venido a participar en el evento, pero parece será algo muy alegre, ¿no crees?"

Tomó uno de los adornos y se lo pasó a Armand, pensando en que pronto terminarían.

"¿Traerás a alguien el día del festival?"

-Cuando tú quieras… aunque no debes esperar demasiado de mí… soy mejor músico que pintor…- tomó los adornos uno a uno para dejarlos colgados, con eso terminaba su trabajo; desde arriba de la escalera miró allá donde Orel enfocaba su atención, los demás parecían estar en lo propio y terminando con suerte.

-Terminamos esto… devolvemos cajas y escalera a su sitio y nos reunimos con ellos…- le sonrió a cambio una vez que los adornos estuvieron dispuestos, los admiró y sonrió limpiándose las manos que estaban llenas de polvillo en el delantal. –Parece algo peculiar… también es la primera vez que ayudo en un sitio así… si mis padres se enteran les dará un colapso nervioso… tienen sus ideas sobre estas cosas…- se fue bajando ignorando la ultima pregunta del rubio, miró una vez más hacia los adornos para luego acomodar la escalera de tal forma que pudiera llevársela de vuelta, la dejó recargada en el sitio y miró a Orel sonriéndole.

-No lo se… dime… ¿Te gustaría venir conmigo? Si no tienes otros planes claro…-

Guardar, sí, eso le tocaba a él, considerando que con los adornos no sentía que hubiera hecho mucho.

Empezó a arreglar las cajas de adornos para poder volver a cerrarlas y apiló un par para llevarlas juntas, ahora que estaban menos llenas no pesaban tanto así que no serían tampoco una gran carga, si acaso algo estorbosa.

"¿No les gusta mucho eso?" preguntó, algo curioso. En su familia, qué Orel ampliaba en concepto hasta sus tíos y primos, era igual algo curiosa para ese tipo de cosas, pero en general no creía que le vieran algo de malo, al menos no al ayudar y ensuciarse un poco en el proceso, después de todo, aunque algo atrás en su árbol genealógico, también había tenido parientes obreros y similares.

Se quedó al pendiente de la otra pregunta, aunque consciente de que quizás Armand simplemente no quisiera contestarla, por lo que, cuando la invitación fue dada, le llegó un poco de sorpresa.

"¿Mmh...? Sí" contestó con algo de duda, más bien esperando corroborar para sí mismo lo que le había sido preguntado, contentándose en sonreír poco después. "Sí, claro, creo estoy libre. ¿Cómo a qué hora vendrías?"

Suspiró pensando en sus padres, ya había hablado antes con Orel un poco de sus costumbres extravagantes con lo del mentado auto, así que ya no le causaba tanto problema hablar de ellos… si era con él.

-Lo odian… verás son muy… tienden a ser algo elitistas, les encantan las apariencias como sabes… así que si me vieran trepado en una escalera, con tierra en la frente, mangas enrolladas y un delantal sucio… bueno…- se rió divertido mientras cargaba la escalera y empezaba a caminar lento hacia la bodega –decir “se mueren” es poco… quizá antes me matan con toda la saña del mundo… jajajaja y no son de los que gusten mancharse con sangre eh?- añadió divertido, en voz muy baja, sólo para el rubio.

Se alegró de que aceptara y se aseguró de controlar su reacción lo mejor posible, mantener la pose, que no era del todo buena considerando que llevaba consigo la escalera, estando al fin en la bodega mientras metía algunas cajas y lo demás se limpio la frente con la muñeca mirando al rubio de frente de nuevo.

-Pasaría por ti… a la hora que me digas… aunque bueno, eso podemos acordarlo más tarde… en la cena…- dijo como no queriendo la cosa, pero con toda la intención de no dejar pasar lo de salir de ahí junto a Orel.

Había tomado las cajas y seguía a Armand en su camino a la bodega, tratando de evitar sonreír un poco por como se expresaba ahora Armand, aunque suponía que por ser algo... complicado, estar con la preocupación de qué pensarían sus padres, le daba algo de gracia.

"Esperemos que sigan sin querer ensuciarse, entonces... o que no se enteren"

Dejó las cajas cerca de donde estaba la escalera, mirando su ropa, igual que un poco empolvada ahora, pero nada que una buena sacudida no pudiera quitar.

"¿No te devio?" preguntó en reacción, aunque después pensó que sonaría un poco grosero, como si rechazara la propuesta, por lo que decidió corregir: "Creo que... ¿temprano? podemos almorzar aquí, si quieres, o ¿en la tarde? no sé... Sí, creo que mejor lo vemos más tarde. Por cierto, ¿dónde te gustaría cenar?"

-¡Que no se enteren! jajajaja-

Aseguro a su vez riendo… aunque era en serio, que no se enteraran, así no serian capaces de prohibírselo, pese a la tierra, estaba disfrutando mucho aquello, amén que bien podría deberse a que Orel estaba a su lado, había aceptado ir a cenar con él… ah si, y que irían juntos al evento… si, realmente tenía muchas razones para estar contento y desear que aquello no terminara.

-Para nada… yo encantado…- literalmente –Entonces en la tarde…-

Después de sacudirse un poco y tomarse el derecho de sacudir el polvillo de uno de los hombros del rubio caminó hacia donde el resto parecía preparar lo que serian quizá puestos.

-Mmmm… conozco un restaurante familiar cerca de Greenwich, es muy acogedor… aunque si tienes otra idea, me encantaría escucharla…- miró a los chicos de los que se habían alejado hace tiempo…-quizá sea conveniente volver donde Yves y el joven pelirrojo, a ver si necesitan una mano… o cuatro…-

"Suena bien"

Instintivamente, se llevó la mano al hombro que Armand había limpiado y apenas lo notó. Una especie de reacción a la que no tomó importancia.

"No sé realmente, donde tu quieras, si es en Greenwich quedará cerca de mi casa y no puedo pedir más que eso."

Volvió la vista a donde estaban los demás, sin recordar del todo el nombre de nadie, salvo el de Armand, por lo que para Orel fue mucho más ilustrativo que llamara a uno de ellos "el joven pelirrojo".

"Soy tan malo con los nombres a veces..." admitió al divisarlos. "Oh, ya los vi... ¿vamos?"

Bueno, era justo lo que Armand había propuesto, por lo que decidió empezar a avanzar hacia allá.

Spoiler:

-Ya somos dos entonces…- dijo, aunque más por ser solidario que por otra razón, cuando alguien le interesaba, o cuando se trataba de algún trabajo, podía recordar los nombres de toda la filarmónica si hacía falta.

Caminó hacia los otros chicos lentamente, sin muchas ganas de llegar rápido puesto que eso implicaba compartir la compañía del rubio que hasta el momento había sido sólo para el… -Si claro… vamos…-

Spoiler: