Una colorida noche..

Una noche agradable, nada bueno en la TV y sin presión de trabajar al día siguiente.. todo apuntaba a que era el momento perfecto para salir e intentar buscar algo de diversión, desde que había llegado a vivir a Greenwich no se daba la oportunidad de conocer bares o algo por estilo, pero eso estaba a punto de cambiar, en la escuela había escuhado hablar sobre un nuevo lugar llamado Motif y estaba más que dispuesto a ir a conocerlo..

Desde que aparco su automovil en el estacionamiento del lugar fue bien recibido por uno de los empleados, y al entrar fue muy agradable la sensación que sintio pues aquel sitio poseia una decoración tan colorida y atrayente a todos los sentidos que transmitia cierta alegria.. Se acercó a la barra encontrando a una muy linda Bartender, al instante pidió un trago ligero, mientras oscultaba con la mirada todo el lugar y tomaba de su bolsillo su cajetilla de cigarros que nunca dejaba, tomó uno con los labios, un par de minutos después se percató de que movia su pie al ritmo de la música que sonaba cuando fue interrumpido de sus pensamientos por la Bartender que con una sonrisa puso frente a él una copa alargada con licor de naranja mezclado con escencia de mandarina bastante colorido.. esto le estaba gustado cada vez más...

Dimitri trabajaba en Motif, un trabajo que ella le envidiaba un poco, porque aunque en el restaurante en el que ella trabajaba de camarera era agradable y la trataban bien, parecía que todo el ambiente de Motif era mucho más divertido que el del conservador restaurante de Wimbledon.

Claro que, por otra parte, pensar que así no se aburriría del lugar, le encantaba, llegar y ver esas pequeñas cosas que cambiaban, lo extravagante y raro de su diseño que, a la vez, era divertido, al menos para ella y seguramente para aquellos asidos al lugar.

Llegó con sus pantalones pesqueros de mezclilla y blusa rosa hasta la barra para pedirle lo de siempre a su amigo, siempre había unos dos o tres encargados de las bebidas, ella no tenía idea de como se llamaba eso que hacía Dimitri, pero le encantaban sus extraños colores azules con verde y el fuerte sabor a durazno.

Estaba casi completamente recargada en la barra con los antebrazos mientras esperaba su bebida, meciéndose suavemente en sus talones, mirando al rededor curiosa, notando a otro de los visitantes del lugar cerca de donde ella estaba y al que sonrió coqueta, en forma de saludo e invitación a acercarse.

Escaneaba el lugar con la mirada, la decoración era fabulosa y todas esas luces de colores suaves lo mantenian sonriendo, zona de mesitas de bar, zona de sillones, pasillo hacia el tocador y de pronto... despues de recorrer todo el lugar, sus ojos se vieron sorprendidos al notar de frente una mirada coqueta dirigida hacia él.. casi estuvo a punto de voltear hacia atras pensando que esa chica de ojos expresivos tal vez estaba mirando a alguien más, pero no pudo hacerlo porque quedo atrapado en el carisma que emanaba de aquella sonrisa.

Tomó su copa, y con un movimiento cadensioso se levantó del banco en el que se encontraba y caminó hasta quedar junto a la bella chica.. - Hola, te molesta si termino mi bebida junto a tí? - preguntó, esperando no incomodarla.

Su sonrisa se amplió cuando notó como se acercaba, aunque desvió la mirada de nuevo al bar mientras se pasaba algunos cabellos detrás de la oreja, sólo para escuchar emocionada el saludo ajeno.

"Adelante" Recibió justo entonces su bebida y agradeció por ella antes de sentarse más cómodamente en uno de los banquitos. "¿Vienes mucho por aquí?"

Balanceaba suavemente uno de sus pies fuera del banco y jugaba ligeramente con la pajilla de su bebida, girándola antes de apoyarla en el vaso para llevársela a los labios.

Aliviado al ver que ella no se había incomodado tras acercarse a saludar giro el banquito más cercano y se sento para quedar de frente y responder.. - No, en realidad es la primera vez que vengo, normalmente no me doy mucho tiempo para divertirme, pero hoy escuche de este lugar en la escuela y quíse venir a conocerlo y de paso conocer más personas, a veces el trabajo me absorbe tanto que no tengo tiempo para mí. - justo al terminar su oración alcanzo su copa y le dio un sorbo sin retirar la mirada de su interlocutora.

- Y que me dices tú? vienes seguido? - Notaba algo de familiaridad de parte de ella hacie el lugar, eso le hacia pensar que no era la primera vez que lo visitaba, y no era de extrañarse, parecia ser un lugar conocido por muchos, menos para Arjen, como siempre era el último en enterarse de ese tipo de cosas, algunos podrían considerarlo como aburrido, pero más bien tenia formas muy peculiares de pasar su tiempo libre.

"Un amigo trabaja aquí" admitió con una sonrisa, probando finalmente su bebida, de gustando el sabor frutal que se combinaba con el sabor de su lip gloss trasparente que había dejado algo de sí en la pajilla. "Vengo cuando salgo temprano del trabajo y si no estamos en medio de ensayos para las obras de teatro."

Se recargó ligeramente en la barra, mirando a su interlocutor, tratando de calcularle la edad ahora que había hablado de trabajo y escuela. No se veía tan viejo, pero tampoco tan joven como para ser sólo un estudiante, aunque con las edades uno podía llevarse cada sorpresa.

"¿Y en qué trabajas o qué estudias? Porque eso de no darse tiempo para divertirse..." sonrió dejando la frase inconclusa "quizás haya que decirle a tu novia que te rapte de tus deberes a veces, está bien ser irresponsable de vez en cuando"

- Ahh bueno, entonces sí vienes seguido, me alegra, así puedes contarme como se pone el ambiente aquí,- * liberando una pequeña risita * .. - Pues yo soy profesor, sé que cualquiera al pensar en un profesor se imagina a alguien mayor por no decir viejo, pero cuando terminé la universidad tuve la oportunidad de venir aquí por una beca de trabajo, mientras estudio una maestría, y es esa la razón por la que doy clase de Ecología, por cierto que disfruto mucho mi trabajo, y por eso a veces no me doy tiempo para salir, aunque espero que eso cambie porque tienes razón, de vez en cuando no esta mal librarse de las responsabilidades - * sonreia al terminar de hablar, mientras agitaba ligeramente su copa para revolver su bebida *

- Y en cuanto a lo otro.. * rió un poco más, sintiendose más en confianza * no tengo novia, lo sé lo sé, puedo parecer aburrido, pero todavía no termino de acoplarme por completo a este nuevo lugar, pero ahora veo que he estado perdiendo el tiempo, una noche y ya he conocido a una chica muy linda y agradable debo decir..-

Se rió bajito y se mordió ligeramente el labio inferior, correspondiendo la risita del mayor.

"Bueno, eso del ambiente lo podrás experimentar tú mismo esta noche" le guiño un ojo risueña, escuchándolo atenta "Oh, eres un chico ocupado entonces, tendremos que aprovechar que andas por aquí para ayudarte a relajarte un poco y hacerte olvidar el trabajo y la escuela un rato".

Su sonrisa se amplió con el cumplido y sintió el calor llegarle de inmediato a las mejillas, provocándole una nueva risita nerviosa, abochornada.

"¿Cómo un chico tan guapo no tiene novia?" preguntó en tono de juego "Gracias, me sonrojas, pero estoy segura que con un par de noches por aquí y tendrás a más de una chica tras de ti... Qué bueno que llegué antes que ellas"

Ahora el ruborizado era él, no se imaginaba recibir una respuesta así, además detras de ese rostro amistoso se ocultaba un hombre tímido pero muy sincero.. - No negaré que cuando era estudiante tuve algunas novias, pero despues llegue a vivir a Greenwich y pues no he tenido mucha suerte en eso, bueno será que no conozco a muchas chicas - sonrió algo avergonzado, no a cualquiera solia contarle ese tipo de cosas, pero ésta joven ya se habia apoderado de su confianza, y como no, después de notar tal sencillez acompañada de dulsura..

Ya un poco más entrado en la conversación se percató de que su bebida ya estaba a la mitad, y el poco tiempo que habian estado hablando se le había pasado muy rápido, signo de que estaba muy entretenido.. o tal vez algo más que eso..

- Agradezco la confianza que tienes en mi al decir que las chicas se fijarán en mi, pero aun soy un poco incredulo de tal situación, pero espero equivocarme, por el momento puedo decir que ya comienzo a tragarme mis palabras.. bueno, (tartamudeo un poco) lo que quiero decir es que por lo menos ya estoy pasando un buen rato con una chica linda en un lugar muy agradable, (no pudo evitar reir nerviosamente y un poco sonrojado)...-

Se cubrió los labios escondiendo la risita que le provocó el tartamudeo del rubio, ese toque de nerviosismo en él le parecía algo muy lindo en un hombre. Aunque más de una vez había terminado saliendo con chicos que eran más bien cretinos engreídos. Malas elecciones.

"¿Qué dices? A mí, hasta ahora, me pareces de lo más lindo. Si fuera tu alumna no faltaría a ninguna clase, te lo aseguro. Puede que hasta tengas ya una alumnita tímida tras de ti"

¿Qué chica no había pasado por la etapa de "me gusta el profesor"? Sobre todo cuando era uno joven, extranjero y agradable.

"A todo esto... ¿cómo te llamas?"

- Ohh si, disculpame, mi nombre es Arjen Dijken y bueno, si hay por ahí una alumna timida pues ya somos dos, porque a veces también suelo apenarme cuando estoy con alguien que me gusta.. o es que acaso no se nota? -

Sonrió intentando dejar a un lado su timidez, porque ahora estaba decidido a conocer más a fondo a esta chica, que dicho sea de paso, por más que intentaba no podía calcular su edad, aunque sabía que era más joven que él y por supuesto no se aventuraba a preguntarle su edad y menos antes que su nombre..

Dió el último trago a su copa y después de aclararse la garganta un poco preguntó: - Y tú ¿como te llamas?-

Sonrió coqueta mientras tomaba algo más de su bebida, abochornada ligeramente, tratando de culpar a lo poco que había bebido del calor en sus mejillas, dejando su bebida sobre la barra.

"Lo disimulas bien" respondió risueña. "Me llamo Milliarde Barton, pero tú puedes decirme Milli, si quieres, así me dicen la mayoría de mis amigos. Y... supongo que te puedo decir Arjen, no te ves tan grande como para ser el señor Dijken"

Pronunció el apellido, o lo que suponía era el apellido, con algo de dificultad, a veces aun vivir con un montón de extranjeros no era suficiente para poder pronunciar todo bien a la primera.

"Tienes como unos veintitantos, ¿no?"

- Ok, Milli será, y sí, puedes llamarme Arjen no tengo otro nombre ni un sobrenombre (sonreía sintiendose cómodo con el momento) y tampoco me gusta que me digan por mi apellido, me hacen sentir más grande de lo que en realidad soy (rio un poco) siendo profesor escucho mucho el "Profesor Dijken por aquí y Profesor Dijken por aca y yo preferiría que tan solo me llamaran Arjen, por lo menos en mis clases asi propongo que sea..-

Para Arjen había sido un cambio difícil llegar a un lugar nuevo para ser profesor, debía comportarse como tal y reprimir hasta cierto punto su naturaleza juguetona, eso implicaba aceptar que lo llamaran por su apellido, algunas personas podían tomar a mal que las alumnas lo llamasen por su nombre y no como profesor o maestro..

- Tengo 26, ¿que piensas? son muchos o pocos? (pregunto con un pequeño gesto de preocupación, no quería que lo viera como alguien no apto para ella, ni para una amistad dada su edad).

"Arjen entonces, aunque profesor Dijken no suena tan mal"

Dio un trago moderado a su bebida que poco a poco había llegado hasta la mirad y el anterior color duotono ahora era monocromático, con un sabor más bien a moras que ahora podía saborear en sus labios y que esperaba que no fuera a dejarle los dientes o la lengua pintada del tono de la bebida, como los dulces de los niños.

"Veintiséis..." Dejó su bebida a un lado e hizo ademán de pensar, mirando al techo y golpeteando el vaso con su dedo índice.

"Veintiséis creo que es perfecto. Tres de mis mejores amigos tienen más o menos esa edad, 26, 27, 25. Digo, yo tengo 20 años y, aunque no soy muy seria, digamos, también... Por ejemplo, mi amigo que trabaja aquí que tiene 22 años, dice que siempre lo tratan como si fuera un adolescente todavía y, seguro exagera; pero cuando salimos con Bárbara, mi amiga de 27 años, que es muy propia y bonita y como es más seria, yo digo que también tiene que ver con que es más alta, hasta parece que nos toman más enserio a los demás. Me imagino que es porque... entre los 25 y 34 más o menos es la edad en donde todos pueden verse tan profesionales como divertidos"

Sonrió antes de desviar ligeramente la mirada, mordiéndose juguetonamente la lengua, llevándose una mano al cabello como parte de un tic nervioso, quizás.

"Perdón, cuando me emociono hablo mucho."

Spoiler:

- no te disculpes por eso (haciendo referencia al comentario de hablar mucho) a mi tambièn suele sucederme a veces, sobretodo cuando estoy un poco nervioso - en realidad a èl no le molestaba que las personas hablaran mucho, porque Arjen a veces tenia dificultad para sostener una charla por su ciernta timidez, asì cuando la otra persona hablase màs continuamente le daba seguridad y podia corresponder a una platica de mejor manera.

- Y pienso igual que tu, creo que la edad a veces no es tan relevante para definir a una persona como divertida o aburrida, eso depende màs de la personalidad y yo me considero alguien alegre y jugueton a pesar de mi edad, y creo que todo esto viene porque cuando era niño me la pasaba jugando y corriendo por los campos de tulipanes.- comento dejando ver un aspecto màs profundo de èl.

Ahora mientras la charla continuaba por buen rumbo, esperaba a que Milli terminase su bebida para poder pedir otra a la par de ella, como gesto de cordialidad màs que nada, ahora con la intención de probar algo nuevo dada la amplia gama de bebidas a elegir (otra cosa por las que Motif era de su completo agrado)..

“Awww, pero si tampoco eres tan viejo” le recordó, pero entendía a lo que se refería. “Ah, quién no desea volver a ser niño a veces, eso de correr en los parques o treparse a los árboles”

Sonrió para sí, revolviendo su bebida meneándola en su vaso para poder terminarla, como era lógico, hablar mucho, daba algo de sed. Era lindo recordar esas cosas, seguramente el mayor tenía un montón de anégdotas de su lugar de origen y de su niñez.

Dejó su vaso vació a un lado en la barra, ahora aún más intrigada con el rubio frente a él.

“Yo me salía a mojarme en la lluvia y hacer guerra de globos de agua con los amigos de mi calle, pero nunca me tocó correr entre campos de tulipanes, aunque suena genial, además de muy lindo. ¿Eras una cosita rubia revoltosa como yo?”

- Era lindo - comentó Arjen con una voz empapada de nostalgia, a veces extrañaba su lugar de origen, pero lo que más extrañaba era la epoca en donde se divertia con sus hermanos en los campos de tulipanes y los arroyos..

- Creo que sí era una cosita rubia y revoltosa como dices (la nostalgia de pronto se vio opacada por la risa que le arranco el comentario de Milli) siempre corriendo y atrapando bichos.. Vengo de Holanda y mi familia se dedicaba a la producción de tulipanes y mi padre también era socio de un pequeño negocio dedicado a la pesca.. la verdad no me puedo quejar de mi niñez, creo haberla disfrutado pero a veces extraño aquellos tiempos (mencionó lo que estaba pensando al respecto hacía un momento).

- ¿Entonces tu también eras una pequeña niña traviesa? (pregunto mientras alejaba su copa vacia esperando que alguno de los chicos de la barra se acercasen para pedir algo más) Si pareces una chica con mucha energía... (mientras hablaba intentaba imaginar como sería Milli cuando niña, pero no parecia que fuese muy diferente, es decir, todo apuntaba a que ella dejaba siempre libre un poco de su niña interior)..

"Jajaja, algo así, mis amigos dicen que en eso soy como una niña pequeña, que sólo tiene on y off, admito que todavía soy del tipo de chicas que se duermen temprano, pero porque para las 10... 11 de la noche ya estoy algo somnolienta, sobre todo después de las presentaciones de teatro"

Impulsivamente estiró una mano para tocar el brazo de Arjen mientras sonreía. "Deberías ir alguna vez a alguno de nuestros ensayos. Es como ser niños de nuevo. Bueno, yo soy más del tipo impulsivo, pero aun mis amigas más serias se dejan llevar un poco. No hay lugar más liberador que un escenario vacío"

Retiró la mano cuando uno de los chicos del bar se acercaron para ver que más querían... ahora que quería lo que estaba tomando Arjen.

- Me encantaria acompañarte a ti y a tus amigos a algun ensayo, has despertado mi curiosidad además de que me gusta el teatro, aunque si te soy sincero me daria panico estar en un escenario..-
(comentaba al tiempo en que el chico de la barra retiraba nuestros vasos, para luego preguntar de una manera muy cordial " ¿Desean beber algo más? " )

- ¿Que tomaras ahora Milli?, te recomiendo la que yo tenia, es ligera y muy rica.. es más dejame pedirla por ti.. (esperaba que ella no se molestara por la iniciativa de Arjen, pero la confianza que Milli le habia proporcionado se lo permitia.. dirigiendose al chico de la barra) dos ojos verdes por favor -

Ahora mientras las bebidas estaban en camino, Arjen se levanto de su banco para deshacerse de su saco beige, la temperatura del lugar, la primera bebida y la agradable conversacion habían propiciado un poco de calor en su persona.. lo colgó del respaldo del banquito y volvió a su lugar mirando de frente a Milli..

"No es tan malo una vez que te acostumbras" aseguró con una sonrisa. Aunque ella realmente no podía decir que se hubiera sentido del todo incómoda en el escenario nunca.

"Jaja ok, está bien. Se veía rica."

Lo siguió con la mirada a Arjen, sonriendo al verlo quitarse el saco. A su parecer, era mejor así en ese tipo de lugares que para ella eran cálidos de por sí.

"Mmh... dime, ¿te gusta bailar?"

- Seguramente tienes razón, es decir, si te dedicas a la actuación no sería muy sensato temer a los escenarios..-

- Y bueno, en realidad nunca he sido muy afecto al baile, pero tampoco es algo que desprecie, inclusive un par de ocasiones me he visto bailando en reuniones con amigos de la universidad, aunque seguramente mis movimientos son más ridiculos que buenos (rio un poco recordando aquellos momentos), también depende del tipo de musica, pero a final de cuentas siempre estoy abierto a aprender... no cabe duda que es entretenido. -

Arjen siempre apelaba a su sinceridad, y ni para intentar impresionar a alguien mentiria, y menos sobre algo como el baile, lo vergonzoso que sería si lo invitaran a bailar y resultara que no lo hace nada bien.. - Casi podria asegurar que a ti si te gusta bailar, o ¿estoy equivocado? -

Rió cuando él lo hizo, encantada con cómo habla de sí mismo. Milliarde estaba tan acostumbrada a los fantoches que trataban de hacerse los interesantes, que conocer a un chico más bien honesto, le parecía encantador en muchas formas.

"Ahora de verdad quiero verte bailar" admitió "quizás sólo no ha sido tú tipo de música"

Se lo trataba de imaginar bailando cualquier cosa y realmente no podía, no del todo, por eso la idea resultaba terriblemente tentadora, sobre todo porque definitivamente, el chico le parecía tan agradable que ni siquiera podía pensar en una forma en la que de verdad pudiera hacer el ridículo.

"Me encanta bailar. Es lo que más, más me gusta hacer, más que actuar. No soy la que mejor baila del grupo en el que estoy, porque una de mis amigas es hasta maestra de baile y da clases en preparatorias y cosas así, pero no me quedo tan atrás... aunque eso ya debería dejar que lo juzgue alguien más, pero... sí, igual creo que me seguiría gustando bailar, aunque lo hiciera muy mal."

- Puede que sea verdad y no haya encontrado el estilo de musica que haga que mis movimientos no se vean tan torpes (sonriendo comentaba Arjen).. y ¿en verdad quieres verme bailar? estas dispuesta a ver ese "espectaculo" (remarco con humor). -

- Y si es así entonces tendras que enseñarme algunos pasos, para que por lo menos no te avergüence en la pista..- Por alguna razón Milliarde le proporcionaba una peculiar seguridad para enfrentar ese temor a una pista de baile, a pesar de que ella era casi una experta, sentia que lejos de ser juzgado sería muy divertido..

Arjen normalmente bailaba cuando ya tenia un par de copas encima ya que se había liberado de la timidez, pero en este momento pensaba en como negarse a una chica tan linda, era casi imposible así que estaba listo..

"No sé" admitió de pronto un poco tímida, cubriéndose suavemente los labios, tratando de ocultar su sonrisa.

Lo miró y se mordió un poco el labio inferior antes de asentir. Encantada.

"Ok" le salió una pequeña risita sin querer. Ahora le dolían un poco las mejillas de tanto sonreír, pero se sentía realmente a gusto con Arjen "¿Quieres bailar?"