Humo

De entre las cosas que una mujer normal tenía que hacer día a día, Svetlana llevaba ninguna hecha. No tenía hijos así que no los había llevado a la escuela, ni alistado, no los había obligado a comer ni a hacer la tarea. No había hecho la cena, ni había limpiado, no había llamado a sus amigas, no había esperado a su marido en la puerta porque tampoco lo tenía ya. Ese día lo único que había hecho fue darse un baño, ponerse ropa cualquiera, su chamarra de cuero y salir a caminar por la ciudad.

Había vagado, vagado mucho y al final había medio regresado a su zona, a fumarse el sexto cigarro del día. Había intentado dejarlo cuando estaba tratando de quedar embarazada pero no había funcionado y para cuando el divorcio terminó ya se fumaba dos cajetillas diarias. Había bajado el número a ocho diarios y pensaba bajarlo mucho más si quería seguir teniendo pulmones, pero por ahora estaba allí, viendo el humo escapar de su nariz mientras bailaba una pierna cruzada sobre la otra.

Pensando que no había nada que pensar, un sonido a su derecha la sacó de sus nulas aunque por lo mismo existentes cavilaciones y la hizo mirar hacia donde el ruido sugería haber provenido.

"Buenas tardes"

El sonido del obturador sonó haciendo un click y dejando un amortiguado éco en el ambiente, seguido del sonido del rollo recorrerse al golpe de aquel pulgar sobre la palanca, como si recargara un arma antes de disparar a su objetivo. Volvió a tenerlo en la mira, el mismo recuadro, solo un poco mas a la derecha, pues aquel planeador viviente de color blanco y negro flotaba mas a la izquierda del barco que estaba de fondo. Mas no disparó, pues el jóven de cabello oscuro volteó a la derecha sobre el hómbro cuando escuchó una voz a su lado, dejó su posición, casi a una rodilla en el suelo y le miró un momento, devolviendole el saludo con una sonrisa amable - Hola - dijo antes de retomar la pose casi perfectamente igual y disparar, justo a tiempo, antes de que la gaviota se alejara hacia el firmamento, para entonces dejó que la cámara callera sobre su pecho, colgando de una cinta oscura y volviendo la atencion a la mujer... quizas demasiado impertinente pero la observó fijamente y después empezó a caminar a su dirección - disculpe que diga esto... pero es usted realmente hermosa... le importa? - dijo alzando la cámara, sonriendo amablemente y excusandose con tal naturalidad pocas veces vista.

Fotos. Alguien tomaba fotos, no podía decir que era un fotógrafo porque el término como ocupación era más bien dudoso, pero la cámara sugería que no eran fotografías cualquiera y que por lo menos le era un hobby importante. Era un muchacho, casi un mocoso, más joven que adulto seguro que la miró por más tiempo del que a ella le hubiera parecido cómodo pero estaba acostumbrada a tratar con gente extraña, el ámbito artístico es extraño y está lleno de gente inusual. Era un cliché pero uno al que se recurría demasiado todavía.

Tenía una muy bonita sonrisa y de algún modo, o quizás era el lugar o la actividad o que ella estaba un poco adormecida, le parecía alguien apacible, alguien agradable. Pasaría por alto que estaba fotografiando a una gaviota porque estaba de buen humor. Es más, estaba tan de buen humor de pronto que no le molestó que se acercara a ella, algo que normalmente odiaría, lo miró y escuchó contenta, sorprendida cuando la llamó 'hermosa' e hizo ademán de querer fotografiarla a ella.

De pronto se sentía una gaviota. Pero esa sonrisa era preciosa así que no pudo hacer más que corresponderla y apagar el cigarro en su ultimo estertor en la suela de sus botas y meter la colilla en la cajetilla vacía.

"Adelante ¿por qué no?" dijo con amabilidad inusual, sintiendo que quizás debía haber dicho algo más, algo modesto como 'No, no soy hermosa' o 'No vale la pena' o algo... pero no iba a ser una imbécil y a hacer menos ni su propia persona ni el gusto del chico, no tenía ganas de ser civil. "¿Cuál es tu nombre, si puedo saber?"

Notó sus ojos sobre el, de ese tono que en gelatina sobre plata resaltarían a la vista de cualquier crítico que pasase por una galería deteniendo su paso, mas por la sensacion que causaba esa expresión que el simple color, que en si era inusual y llamativo, le observaba contemplativamente y sintió que había acertado. La dama apagó su cigarrillo con un gesto curioso y mantuvo esa sonrisa satisfecha detallando cada movimiento, cada delicado proceder de la mujer hasta que volvio a posar sus ojos sobre el, preguntando con una voz tan inesperadamente agradable como el conjunto completo por su nombre.

Dio un par de pasos mas para quedar a una distancia prudente y poder apreciarla mejor, sin perder su gesto afable se presentó - mi nombre es Gilbert Leroy y le agradezco que aceptara ser mi modelo - le hizo una inclinación con la cabeza, no le tocó ni atosigo para evitar incomodarla aun que el impulso de tomarle la mano para besarla le cosquilleó en la punta de los dedos, sonrió un poco mas y comenzó a mover la exposición de la cámara para adaptarla y tratar de tomar ciertos detalles como el brillo perfecto de sus ojos y lábios - y.. si le soy sincero temo que no soy un fotógrafo profesional, estoy aprendiendo cada vez un poco pues es un hobbie, mas yo soy un simple escritor... espero no decepcionarle. - dijo deteniendose para mirarla tranquilo como si esperara algo...

"Svetlana Kozlova, y no es problema, al contrario" respondió sonriendo apenas al chico que le parecía cada vez más dulce, cómo titubeaba al acercarse, al hablar. Hacía mucho que no hablaba con alguien que no tuviera del arte y de la vida en general una idea loca y nefasta sobre sus procesos y fines... y estupideces que para ella echaban a perder la gracia de toda labor artística. Era, y se daba cuenta ahora, justo después de haberlo juzgado en su mente por fotografiar gaviotas, refrescante ver a alguien tomar una fotografía... simplemente porque le parecía que valía la pena y si valía la pena por concepto, mensaje o simple belleza, no importaba realmente.

Que ella estuviera allí y él trajera una cámara en manos era absolutamente fortuito.
Como todas las cosas buenas de la vida.

"Sólo como consejo..." dijo mientras miraba el lente, intentando leer las especificaciones y pudiendo, tenía muy buena vista de lejos, "no menosprecies tu trabajo, es más probable que seas un buen fotógrafo siendo un amateur que un profesional..." rió levemente, apenas y miró hacia el río, ausentemente mirando el ligerísimo oleaje y algunos patos pelear por un pan que alguien había arrojado... "los profesionales tienden a dejar pasar lo esencial."

Había alzado un poco la cámara a la altura de su barbilla pero luego la bajó de nuevo al pecho después de escuchar aquella advertencia venida a decir con la sinceridad y seguridad de cualquier experto, la joven mujer miraba la cámara como si le hubiera pedido que la siguiera con la vista, lo notó cuando bajó su instrumento de inmortalización, y entonces dejó quieto el aparato sin dejar de observarla ni un momento.

En verdad le agradezco mucho esa observación - su tono de voz, aun neutro, dejaba siempre entrever un poco de la amabilidad de ese joven de cabellos negros, a la que estaba acostumbrado sobre todo con las damas, era... infinitamente sencillo ser amable con ellas por que se lo ganaban con mucha mas facilidad de la que sospechaban.

Notó entonces el giro grácil de sus ojos hacia el rio, al encontrar algo que en su movimiento, por mas simple que fuera, llenaban de calma el pecho de las personas y que les permitían darse el lujo de la reflexión y la verdad. Sus ojos se llenaron de esa sensación tenue, libre y fébril y entonces el obturador sonó. - Lamento eso - se disculpó, pues la cámara había tomado la foto antes de que ella terminara de decir la última frase - pero coincido con eso... aun que quizas, si es escencial siempre estará ahí... es todo lo demás, la búsqueda de perfección lo que a veces hace una foto, nada sincera. - giró el gatillo de la cámara sonriéndole otra vez - ¿o digame, desea posar esta vez?.